El fantasma de Djokovic
El serbio, lesionado en un hombro y eliminado tras la dura derrota de Ferrer ante Berdych
La paella es el s¨ªntoma. Al llegar a Londres, el serbio Novak Djokovic lleva el hombro derecho zurcido con esparadrapos. No puede sacar con la precisi¨®n que le ha convertido en el tenista de los tres mejores del mundo que gana m¨¢s juegos al servicio (87%). Le es imposible repetir el gesto que le ha aupado hasta ser el que m¨¢s puntos de break salva (66%) del podio del tenis. As¨ª, vence el lunes al checo Tomas Berdych, pero se inclina ayer (6-3, 3-6 y 3-6) ante su compatriota Janko Tipsarevic y deja su pase a las semifinales en manos de David Ferrer, su verdugo del mi¨¦rcoles, quien le manda de vacaciones al caer anoche (6-3, 5-7 y 1-6) ante Berdych, al que dominaba por 6-3, 4-3 y 40-15. Ferrer jugar¨¢ hoy (15.00) por un puesto en la final contra el suizo Roger Federer, al que nunca ha ganado (0-11). Berdych lo har¨¢ (21.00) frente al franc¨¦s Jo-Wilfried Tsonga. Un alivio para Djokovic, que el primer d¨ªa mostr¨® en cu¨¢nto valoraba sus posibilidades en la competici¨®n: encarg¨® una paella y la comparti¨® con Rafael Nadal, su rival m¨¢s encarnizado. Confraterniz¨® porque la cita con ¨¦l en la pista no entraba en sus c¨¢lculos.
"Me falta frescura, voluntad de victoria", reconoci¨® ayer Djokovic. Londres le enfrent¨® con el tiempo. Su presente, puente entre el pasado y el futuro, alienta fantasmas de temporadas anteriores y da fuelle a la preocupaci¨®n por la venidera. Durante 2011, el serbio gan¨® el 56% de los puntos disputados con su segundo saque. Ahora, en tres partidos en la capital brit¨¢nica, solo ha sumado el 43% de las bolas discutidas en esas condiciones. El tremendo abismo estad¨ªstico se explica desde uno de sus hombros. El mismo problema, unido a la incorporaci¨®n a su equipo del estadounidense Todd Martin, transform¨® su movimiento de saque entre 2009 y 2010 y le alej¨® de lo que es hoy: frente a los seis partidos cedidos en 2011 (solo dos sobre la pista antes de los dos de Londres, puesto que abandon¨® en otros dos previos), cay¨® en 18. "El cambio de movimiento era demasiado complicado", dijo.
?Ha cambiado de t¨¦cnica otra vez? "S¨ª", admiti¨® ayer el campe¨®n de cuatro grandes. "Lo he tenido que hacer por la lesi¨®n y los dolores en el est¨®mago. El cuerpo me est¨¢ diciendo que est¨¢ sobrecargado de esfuerzo. Mentalmente, me siento un poco vac¨ªo", a?adi¨® mirando a 2012. "Pero tengo tiempo de sobra para recuperar mi antigua fuerza", matiz¨®: Sans¨®n, esperando a que le crezca la melena. Estas son las tijeras que han cortado su vuelo. Desde que gan¨® el Abierto de Estados Unidos, se retir¨® en las semifinales de la Copa Davis, no jug¨® la gira asi¨¢tica, perdi¨® extra?amente en las semifinales de Basilea y abandon¨® en Par¨ªs. Una plaga de resultados afectados por un hombro. El vestuario, tan sensible a los m¨ªnimos cambios, ya ha tomado nota.
"Puedo decir con libertad que este no es el Djokovic del Abierto de Estados Unidos", dijo Tipsarevic tras vencer a su compatriota por primera vez en cuatro partidos; "ha tenido problemas f¨ªsicos. Pero he ganado al n¨²mero uno, algo que nadie podr¨¢ quitarme aunque lo haya hecho cuando ¨¦l no estaba en su mejor momento".
El momento, el instante, la noche..., s¨ª que eran de Ferrer, espl¨¦ndido, por dos veces break arriba en la segunda manga ante Berdych, hasta que encaj¨® un 0-7. "Con 6-3, 4-3 y 40-15 empec¨¦ a sacar mal y mis tiros se quedaron cortos. Cuando mi saque no funciona, es muy dif¨ªcil que gane a los mejores", analiz¨® el alicantino, que solo tendr¨¢ unas pocas horas para preparase frente a los casi dos d¨ªas de descanso de su contrario en las semifinales. "?Y Federer?", le preguntaron record¨¢ndole que solo suma tres sets en 11 duelos con ¨¦l. "Luchar¨¦", contest¨®; "luchar¨¦ mucho. Saldr¨¦ con la cabeza alta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.