El PP exige paso a Mas tras el 20-N

Ma?ana se cumple un a?o de la victoria de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) que aup¨® a Artur Mas a la presidencia de la Generalitat. Los recortes y las pol¨ªticas de austeridad son por ahora la ¨²nica obra visible de su Gobierno y para llevarla a cabo ha necesitado el apoyo constante del Partido Popular (PP). Desde el pasado domingo esta formaci¨®n se siente reforzada por la amplia victoria de Mariano Rajoy y ayer plante¨® por primera vez lo que los nacionalistas, faltos de mayor¨ªa absoluta, se tem¨ªan desde hace tiempo: el PP quiere entrar en la Generalitat, territorio que hasta ahora les ha sido vetado siempre por los electores.

CiU ha pactado con el PP todas sus pol¨ªticas econ¨®micas comenzando por los Presupuestos. Las cuentas para 2012 a¨²n no est¨¢n ni presentadas, pero la nueva oleada de ajustes anunciada esta semana obligar¨¢ a CiU a buscarse apoyos s¨®lidos. Con el Partit dels Socialistes (PSC) enfrascado en su debate interno para relevar a la actual direcci¨®n, CiU mira al PP y a su alma opuesta, Esquerra Republicana (ERC). Ambos partidos movieron ayer ficha, pero el PP fue el m¨¢s claro. "Un acuerdo con nosotros evitar¨ªa que Mas tuviera que estar cada d¨ªa pidiendo permiso y negociando ayudas para resolver los problemas que tiene Catalu?a", dijo en una entrevista a Efe Enric Millo, portavoz parlamentario del PP. Este dirigente popular utiliz¨® un lenguaje propositivo para que su oferta no se interpretara en clave de exigencia. Se limit¨® a decir que CiU deber¨ªa "tener en cuenta" esta posibilidad.

Los nacionalistas esperaban que el PP subiera el precio de sus apoyos despu¨¦s del 20-N. Para aprobar los ¨²ltimos presupuestos, CiU tuvo que ceder a los populares una amplia cuota de poder en la Diputaci¨®n de Barcelona. Ahora se temen que el precio pueda ser la entrada del PP al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, donde Xavier Trias gobierna con una mayor¨ªa muy precaria. La entrada de Alicia S¨¢nchez-Camacho en el Gobierno catal¨¢n estar¨ªa ya fuera de cualquier previsi¨®n de los nacionalistas catalanes. Por eso la sugerencia de ayer de Millo no hace m¨¢s que encender nuevas alarmas en CiU.En CiU se mira con esperanza a Esquerra Republicana. Apartada la direcci¨®n que apost¨® por los tripartitos con el PSC e Iniciativa, la "nueva" ERC mira con m¨¢s simpat¨ªa cualquier pacto en clave nacionalista. Su presidente, Oriol Junqueras, reiter¨® ayer sus ofrecimientos a la colaboraci¨®n, pero sus exigencias, con varias subidas de impuestos, no son nada f¨¢ciles de satisfacer para un Ejecutivo que ha hecho de la bajada de impuestos su mantra electoral.

Por complicado que parezca, Mas tantea a ERC y PP al mismo tiempo. Ayer mismo visualiz¨® esta estrategia: por una parte, asegur¨® que no dar¨¢ marcha atr¨¢s en los recortes porque son una "imposici¨®n" de la Uni¨®n Europea. En el mismo discurso, sin embargo, se abri¨® a corregir el tiro: "Si hay que rectificar, se rectifica". En cualquier caso, el l¨ªder de CiU se siente fuerte por los espl¨¦ndidos resultados de los nacionalistas el pasado domingo y adviertede que los ajustes continuar¨¢n: "Nada volver¨¢ a ser como lo hab¨ªamos conocido antes".

Efectivamente, Mas ve como el primer a?o de su Gobierno se ha escurrido hablando ¨²nica y exclusivamente de recortes, y si bien estos no han tenido efectos en las urnas, s¨ª han provocado un serio malestar en sectores tradicionalmente afines a Converg¨¨ncia i Uni¨®. El caso de los m¨¦dicos es el m¨¢s relevante, pero en el partido muchos dirigentes admiten que si la austeridad llevada al extremo se tiene que prolongar toda la legislatura, los colectivos de perjudicados se multiplicar¨¢n.

Promesas por cumplir

Hechos los recortes m¨¢s dram¨¢ticos, el Gobierno busca ahora c¨®mo compensar su flanco m¨¢s d¨¦bil: la estimulaci¨®n de la econom¨ªa para ayudar a poner en marcha el tejido productivo. Las leyes ¨®mnibus de agilizaci¨®n de tr¨¢mites administrativos y la nueva reforma laboral que Mariano Rajoy tiene en mente deber¨ªan ayudar a estos objetivos, cree CiU. Pero no ser¨¢ f¨¢cil salir del bache en un contexto internacional que puede obligar a nuevas reducciones del d¨¦ficit en muy poco tiempo.

Adem¨¢s, los recortes en los servicios p¨²blicos han incentivado el incremento del paro. El n¨²mero de desempleados, 615.600, es el 8,7% superior a la cifra registrada hace un a?o. Artur Mas tiene tres a?os para corregir la situaci¨®n si quiere cumplir su objetivo de legislatura, que era situar la tasa de paro por debajo del 10%. Otro compromiso electoral, reducir a la mitad la tasa de fracaso escolar, tambi¨¦n se antoja dif¨ªcil, advierten los profesores. Probablemente por todo esto el Gobierno de Mas lo haya fiado todo a la consecuci¨®n del pacto fiscal en la l¨ªnea del concierto econ¨®mico del Pa¨ªs Vasco. Y en este punto el PP, una vez m¨¢s, tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.