Wall Street huye del euro
El d¨®lar y el bono de Estados Unidos se convierten en los valores refugio
Europa no act¨²a. Esa es la percepci¨®n que tienen estos d¨ªas los inversores en Wall Street. Para ellos, la desastrosa subasta de deuda alemana celebrada la semana pasada es un claro signo del riesgo de contagio de la crisis desde la periferia europea al coraz¨®n de la zona euro. Y ante tanta incertidumbre y caos reinante, los bonos del Tesoro estadounidense y el d¨®lar se mantienen como puertos refugio.
El mismo d¨ªa en el que la deuda alemana sufr¨ªa el primer gran varapalo de la crisis del euro, el Tesoro de EE UU colocaba 29.000 millones de d¨®lares en t¨ªtulos a siete a?os al 1,415%. Es el inter¨¦s m¨¢s bajo de la historia. Y a pesar de la baja rentabilidad del bono estadounidense, de la an¨¦mica recuperaci¨®n de su econom¨ªa y de sus problemas fiscales, la demanda triplic¨® la oferta.
Washington coloca bonos a siete a?os al 1,4%, el tipo m¨¢s bajo de la historia
La incertidumbre sobre la situaci¨®n econ¨®mica en Europa puede m¨¢s y pone nerviosos a los inversores, que tienen pocos sitios donde aparcar su dinero. La subasta del bono alem¨¢n reforz¨® los indicadores que apuntan a un debilitamiento del estado de salud en el Viejo Continente, mientras que los datos en EE UU reflejan m¨¢s bien una mejora en el perfil de la recuperaci¨®n.
Y que Alemania, la mayor econom¨ªa de Europa, no sea inmune a la dispersi¨®n de la crisis de la deuda soberana, hace que el dinero busque refugio en el billete verde. El ¨ªndice del d¨®lar, que mide la fortaleza de la divisa estadounidense frente a una cesta de seis monedas, est¨¢ en los 79,5 puntos. La moneda ¨²nica europea, por su parte, cerr¨® la semana por debajo de los 1,33 d¨®lares.
Este repunte del d¨®lar frente a sus rivales provoc¨®, sin embargo, que el oro sufriera una ligera ca¨ªda el viernes y se colocara en los 1.700 d¨®lares la onza. La fortaleza del d¨®lar suele hacer de lastre en el valor de materias primas denominadas en la divisa de EE UU, como suele pasar con el petr¨®leo. Y eso hace que el metal se comporte m¨¢s bien como un activo de riesgo.
La falta de liquidez y la venta de activos podr¨ªan acentuar la correcci¨®n del oro. Por eso los analistas advierten que sufrir¨¢ vaivenes, y que la direcci¨®n que tome depender¨¢ de los eventos en Europa y de lo que haga, como consecuencia, el d¨®lar. Es una situaci¨®n, recuerdan, muy similar al momento m¨¢s dif¨ªcil de la crisis a final de 2008 y comienzos de 2009.
En el caso del crudo, el fortalecimiento del d¨®lar y la eventual reca¨ªda en la recesi¨®n en Europa pudieron m¨¢s en el precio del barril que la tensi¨®n geopol¨ªtica por las sanciones contra Ir¨¢n y las protestas en Egipto. Y reflejo de ese miedo creciente, la semana que coincide con la festividad de Acci¨®n de Gracias fue la peor para el Dow Jones desde 1932, cuando suele saldarse en positivo.
La atenci¨®n en el mercado de bonos de Chicago se concentra por todo esto en las pr¨®ximas subastas en B¨¦lgica, Francia, Espa?a e Italia. La lectura es simple: o los pol¨ªticos en Europa claudican ante los mercados y presentan soluciones inmediatas, o siguen adelante como si nada con un debate que ven te¨®rico. La presi¨®n continuar¨¢, por tanto, jugando contra los bonos europeos.
La esperanza en Wall Street es que el Banco Central Europeo act¨²e y acabe reforzando el programa de compra de deuda. Y aunque ven que la crisis llevar¨¢ a una reforma del Tratado de la Uni¨®n Europea y a una mayor integraci¨®n fiscal, su aplicaci¨®n llevar¨¢ tiempo. Hasta entonces, el tumulto en la zona euro seguir¨¢ elevando el atractivo del Tesoro estadounidense.
La fallida subasta de deuda alemana amenaza con cambiar la percepci¨®n de sus bonos como un refugio, y esa p¨¦rdida de fe podr¨ªa significar m¨¢s problemas para el euro. Lo que tambi¨¦n es cierto es que la moneda ¨²nica est¨¢ mostrando gran capacidad para absorber los golpes que recibe desde hace a?o y medio. De hecho, su valor pr¨¢cticamente no cambi¨® en el a?o.
Como se?alan desde Barclays, "Alemania fue vista, igual que EE UU, como un puerto seguro". Por tanto, si se seca la demanda hacia los t¨ªtulos soberanos alemanes, no ven por qu¨¦ los inversores lleguen a preguntarse si EE UU puede tener problemas similares. Es, en todo caso, una preocupaci¨®n m¨¢s a largo plazo y que vinculan al debate que ahora vive Washington para afrontar su abultada deuda.
El d¨®lar, por tanto, podr¨ªa volver a sufrir otra vez si llegan noticias convincentes desde Europa y Estados Unidos no avanza r¨¢pido en una soluci¨®n de sanear su presupuesto. Y si la situaci¨®n se estabiliza en la zona euro o hay una intervenci¨®n del Banco Central Europeo (BCE), como se?alan desde JPMorgan, ese ser¨ªa el catalizador para que el inversor vuelva a colocar el dinero en Europa.
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