Pionera de igualdad

Silvia Buabent tiene un conocimiento enciclop¨¦dico sobre la igualdad. Se lo sabe todo. Una erudici¨®n de planes y actuaciones que se remonta a m¨¢s de 20 a?os atr¨¢s. Militante socialista de Fuenlabrada, toda su actividad profesional, acad¨¦mica y pol¨ªtica ha girado sobre ese eje. Ahora es concejal de igualdad, pero ha pasado por todo el escalaf¨®n hasta ocupar la m¨¢xima responsabilidad en uno de los municipios pioneros en implantar programas para evitar la violencia de g¨¦nero. Ya en 1991 crearon su primer plan integral. Y un "tel¨¦fono amigo" precursor del actual 016.

La ma?ana se agita en el centro 8 de Marzo, un edificio muy moderno en una de las principales v¨ªas del pueblo. Es el D¨ªa Internacional contra la Violencia de G¨¦nero y en cada aula, en cada rinc¨®n, se prepara un acto. "A¨²n no nos han afectado los recortes y eso dice mucho de la importancia que le damos a estos asuntos en Fuenlabrada", explica Buabent, que tiene a su cargo a 22 personas. "Todas mujeres", subraya. Con el pelo anaranjado y una sonrisa c¨¢lida, Buabent controla cada rinc¨®n del lugar. Nada se le escapa. Todo est¨¢ en perfecto orden, incluida su mesa de despacho. Buabent es una mujer met¨®dica. No improvisa.

"Seguimos haciendo cosas nuevas porque el perfil de las mujeres que sufren la violencia machista va cambiando. El propio pueblo va cambiando", dice. Por ejemplo, ahora casi el 50% de las que padecen los malos tratos son inmigrantes. "Cada vez denuncian m¨¢s y nosotros ahora les proporcionamos apoyo psicol¨®gico, pero tambi¨¦n legal", razona la concejal mientras muestra las dependencias del centro. Una pizarra con nombres de directores de cine japoneses refleja la luz de la ventana en la sala. "No solo les asesoramos en caso de violencia, sino que pueden disfrutar de muchas actividades, como un aula de inform¨¢tica".

Buabent, que se licenci¨® en Pol¨ªticas en la Universidad Complutense, comenz¨® su carrera en un punto de informaci¨®n. Despu¨¦s, pas¨® por la asesor¨ªa a j¨®venes y de ah¨ª salt¨® a Igualdad. "Todo ha cambiado desde que empec¨¦, claro", concede esta mujer, que lleg¨® a Fuenlabrada, hija de un ama de casa y un electricista, cuando ten¨ªa seis a?os. "Entonces, viv¨ªamos en un descampado que se embarraba cuando llov¨ªa y mi madre me ten¨ªa que llevar con unas botas de agua a coger el autob¨²s lejos de casa", recuerda con un punto de melancol¨ªa. Eso queda lejos. Ahora habla de redes sociales y c¨®mo se pueden explotar para ayudar a las mujeres. Todo cambia.