Temblores en la capital del dinero
La crisis tambi¨¦n pasa factura a Luxemburgo, el mayor centro financiero del ¨¢rea euro
Luxemburgo tiene un sector vitivin¨ªcola que intenta despuntar. Dos de las variedades de uva m¨¢s utilizadas en sus caldos son pinot noir y riesling, originarias de Francia y Alemania, respectivamente. El vino sirve de met¨¢fora para explicar la historia de este peque?o pa¨ªs, siempre a medio camino en la relaci¨®n de amor-odio del eje Par¨ªs-Berl¨ªn y cuya vocaci¨®n europe¨ªsta -y, por qu¨¦ no decirlo, una visi¨®n particular acerca del negocio del dinero- le han convertido en el principal centro financiero de la zona euro. Sin embargo, ni el apacible Gran Ducado se escapa de la crisis. El despegue del euro lo encumbr¨® y ahora las horas bajas del proyecto en torno a la moneda com¨²n ejercen de lastre. De hecho, la Comisi¨®n Europea, en sus previsiones de oto?o, calcula que Luxemburgo tendr¨¢ ca¨ªda del PIB en el tercer y cuarto trimestres de 2011, circunstancia que t¨¦cnicamente se considera como entrar en recesi¨®n.
La crisis del euro ataca a su motor econ¨®mico: el sector financiero
"La continuada incertidumbre en los mercados financieros est¨¢ afectando a las exportaciones de servicios financieros en 2011. (...) Los indicadores de actividad y la confianza de los consumidores tambi¨¦n han empeorado. (...) El desfavorable entorno internacional deber¨ªa pesar en la econom¨ªa en la primera mitad de 2012, y como consecuencia, las expectativas de crecimiento son moderadas", argumenta la Comisi¨®n.
La econom¨ªa luxemburguesa es muy dependiente de los servicios financieros. En su diminuto territorio -2.586 kil¨®metros cuadrados, casi como provincia de Vizcaya, y medio mill¨®n de habitantes- tienen filiales 143 bancos de todo el mundo y es el principal centro mundial de distribuci¨®n de fondos de inversi¨®n (2,2 billones de euros en activos bajo gesti¨®n). "Somos un pa¨ªs muy peque?o en el centro de Europa. Somos un eslab¨®n entre centros financieros m¨¢s grandes. Eso significa que cada vez que la zona euro est¨¢ en peligro, nuestro modelo econ¨®mico est¨¢ en peligro", reflexiona Yves Mersch, gobernador del Banco Central de Luxemburgo. Luc Frieden, ministro de Finanzas, cree que esta crisis deja una lecci¨®n importante para el pa¨ªs: "Debemos potenciar otros sectores a parte del financiero para que este no pese tanto en nuestro PIB".
Adem¨¢s de potenciar otras actividades (hist¨®ricamente, el negocio sider¨²rgico ha sido muy importante), las autoridades locales quieren transformar el sector financiero desde una plataforma europea a una plataforma global. El problema que tienen es la negativa percepci¨®n que se tiene ahora mismo de Europa en el resto del mundo. "En los mercados emergentes, la imagen de Europa es p¨¦sima en estos momentos. Piensan que estamos quebrados", dice Fernand Grulms, consejero delegado de Luxembourg for Finance, una agencia p¨²blico-privada para la promoci¨®n del sector financiero. "El sector financiero ha cambiado dram¨¢ticamente en los ¨²ltimos 20 a?os. En Luxemburgo tenemos la capacidad de adaptarnos a esos cambios: tenemos gente con gran formaci¨®n y un Gobierno dispuesto a escuchar a la industria", a?ade.
Otro de los objetivos es alejarse de la imagen de para¨ªso fiscal y opacidad con la que tradicionalmente se le ha asociado. "Luxemburgo no se basa en privilegios sobre impuestos. Usamos las opciones que nos ofrece la legislaci¨®n europea", subraya el ministro de Finanzas. En 2010, Luxemburgo y Espa?a firmaron un acuerdo de intercambio de informaci¨®n fiscal por el que el Gran Ducado dej¨® de estar en la lista negra de la Hacienda espa?ola. Sin embargo, ning¨²n banco espa?ol ha abierto sede en Luxemburgo todav¨ªa (s¨ª numerosas gestoras de fondos). "Creo que todav¨ªa pesa esa imagen de para¨ªso fiscal. Estoy convencido de que dentro de poco tendremos entidades espa?olas aqu¨ª", seg¨²n Grulms.
En materia impositiva, Luxemburgo tiene un tipo para el impuesto de sociedades (28,6%) por encima de la media de la Uni¨®n Europea, un tipo m¨¢ximo para el IRPF (39%) inferior a la media comunitaria y el menor IVA (15%) de los Veintisiete. Tras el estallido de la crisis de deuda soberana en Europa ha cobrado fuerza el debate sobre si una de las soluciones podr¨ªa ser la emisi¨®n de eurobonos, lo que conllevar¨ªa a una mayor integraci¨®n fiscal entre los pa¨ªses miembros del euro. "Es muy dif¨ªcil armonizar impuestos. Quiz¨¢ sea m¨¢s f¨¢cil en aspectos como el impuesto de sociedades. Es m¨¢s l¨®gico aspirar a una mejor coordinaci¨®n, pero no veo una integraci¨®n en 20 a?os", augura Frieden.
El primer ministro luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, es tambi¨¦n presidente del Eurogrupo. Para los intereses del Gran Ducado es importante el papel de Juncker al frente del organismo que re¨²ne a los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la zona euro. En estos momentos, la industria financiera local est¨¢ muy pendiente, por ejemplo, del debate sobre si conviene poner en marcha un impuesto que grave las transacciones financieras. Huelga decir que si la iniciativa saliese adelante, supondr¨ªa un serio rev¨¦s para la econom¨ªa luxemburguesa. "No podemos oponernos a Europa si esta decide suicidarse", dice el banquero central.
La econom¨ªa luxemburguesa est¨¢ bastante saneada, con un d¨¦ficit p¨²blico de tan solo el 1% y una deuda p¨²blica que no llega al 20% del PIB. Adem¨¢s, sus bancos locales tienen una exposici¨®n a la deuda soberana perif¨¦rica "manejable". Sin embargo, el Gobierno maneja diferentes reformas, entre ellas las que afectan al sistema de pensiones y al de sanidad. "Nuestro modelo social se basa en un crecimiento objetivo del 4%. De lo contrario, podemos tener problemas", reconoce Carlo Thelen, economista jefe de la C¨¢mara de Comercio. "Tenemos un peque?o d¨¦ficit y estamos dispuestos a modificar nuestro sistema de pensiones. Tambi¨¦n debemos repensar la indexaci¨®n de los salarios a la inflaci¨®n", asegura el ministro de Finanzas. El Estado es el mayor empleador (24.662 personas), seguido por ArcelorMittal (6.070) y BGL BNP Paribas (4.110).
El tama?o y su situaci¨®n geogr¨¢fica han condicionado siempre a Luxemburgo. Haciendo de la necesidad virtud, sus pol¨ªticos han asumido desde hace siglos aquello de que la uni¨®n hace la fuerza. El Gran Ducado ha sido miembro fundador de asociaciones supranacionales como el Zollverein (1841), el Benelux (1949), la OTAN (1949), el Consejo Europeo (1949), la Comunidad Europea (1957), la OCDE (1969) y la zona euro (1999). Este ¨²ltimo proyecto atraviesa su mayor crisis, y de la resoluci¨®n de esta depender¨¢ en buena parte la recuperaci¨®n de la econom¨ªa Luxemburguesa. "Nunca he dudado del euro porque es m¨¢s que una moneda, es un s¨ªmbolo de integraci¨®n. Nuestros pa¨ªses son peque?os en un mundo global. Como conjunto somos m¨¢s fuertes. Los grandes retos que enfrentamos no pueden resolverse desde los l¨ªmites nacionales", reflexiona Frieden.
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