Los pasadizos de la Alhambra
El monumento nazar¨ª guarda un entramado de mazmorras y subterr¨¢neos
Hacia el a?o 1485, en la Batalla de Lucena ca¨ªa preso el rey de Granada, Boabdil el Chico. Fue puesto a buen recaudo en un torre¨®n en Porcuna (Ja¨¦n), donde esper¨® su liberaci¨®n. En otro lugar, en la Alhambra de Granada, en el interior de unas mazmorras se encontraban unos prisioneros cristianos. "Ten¨ªan que permanecer vivos porque su valor estaba en el posible intercambio que se hiciera por Boabdil, as¨ª que fueron bien alimentados y recibieron un buen trato, aunque permanecieron durante semanas en la Alcazaba" secretos, explica Jes¨²s Berm¨²dez, asesor t¨¦cnico de Arqueolog¨ªa del Patronato de la Alhambra y el Generalife.
La Alhambra tiene centenares de historias que contar relacionadas con cada uno de sus rincones. Cada fuente, acequia, torre, palacio... guarda el peso de la memoria como si se tratase de un libro abierto. Sin embargo, algunas de las p¨¢ginas de ese libro permanecen ocultas debajo de la piedra o entre las diferentes estancias del monumento. "La Alhambra est¨¢ llena de pasadizos, mazmorras, subterr¨¢neos... Hay que tener en cuenta que hubo muchas conspiraciones y que fue concebida en parte con una finalidad defensiva, as¨ª que es normal que estos lugares est¨¦n ah¨ª".
"El conjunto fue concebido en parte con una finalidad defensiva"
Los ¨²ltimos t¨²neles fueron construidos ya en la ¨¦poca de dominaci¨®n cristiana
Todo un entramado de oscuros y estrechos pasadizos recorren la colina roja, sobre la que se encuentra el monumento. El Patronato los tiene catalogados y trabaja para su conservaci¨®n y estudio. "Est¨¢n en diferentes niveles de la arquitectura y hay que cuidarlos. Por ese motivo no est¨¢n abiertos al p¨²blico, porque no resistir¨ªan el volumen de visitantes que hoy en d¨ªa tiene el monumento. Son lugares fr¨¢giles que solo pueden visitarse en circunstancias excepcionales", explica Berm¨²dez que, en esas circunstancias, es un gu¨ªa privilegiado para recorrerlos.
En la zona de la Alcazaba lo que predominan son los silos y las mazmorras. Los primeros ten¨ªan como funci¨®n guardar alimentos, fundamentalmente grano y semillas, adem¨¢s de diferentes utensilios. Los segundos era los lugares en los que se encerraba a los cautivos. En la mayor¨ªa de los casos se trata de grandes oquedades en el suelo de las que es imposible salir sin unas escaleras. De este modo, la huida era imposible y no era necesario someter a los presos a una vigilancia permanente. "De todas formas, eran lugares muy polivalentes. En ¨¦poca de guerra los silos tambi¨¦n sol¨ªan ser empleados para guardar prisioneros", aclara.
Entre los m¨²ltiples pasadizos, destacan los que conectan diferentes estancias del palacio. Su estrechez y oscuridad son angustiantes. "En ¨¦poca nazar¨ª por ellos andar¨ªan con peque?as antorchas y estaban destinados al servicio y la guardia, imaginamos que para los cambios de turno", expone el arque¨®logo. Los m¨¢s impresionantes son los que siguen la conocida como calle de Ronda, que pudo servir tambi¨¦n como zona de escape ya que llega hasta la misma torre de Comares. "Eran una forma r¨¢pida de abandonar el palacio y seguro que pudieron ser muy ¨²tiles en situaciones complicadas".
Tambi¨¦n por encima del muro Adarve, conocido como El Paso, hay un pasadizo de guardia que se reconvierte en t¨²nel en la zona de los palacios nazar¨ªes, atravesando torres y recintos arquitect¨®nicos siguiendo la l¨ªnea de la muralla. Tambi¨¦n existen t¨²neles que conectan la Alhambra con la ciudad, en concreto con campos abiertos donde se practicaba la cetrer¨ªa, de la que eran muy amantes los habitantes de los palacios de la Alhambra, lo que hace pensar que fueran empleados para llegar all¨ª sin correr el riesgo de salir de la ciudad amurallada.
Los diferentes t¨²neles, pasadizos, mazmorras... pertenecen a ¨¦pocas muy diversas. En la alcazaba la mayor parte son originarios, fueron construidos en el mismo momento en el que se levant¨® el edificio, en el ¨²ltimo tercio del siglo XIII. Los que existen en la zona de los palacios nazar¨ªes tienen su origen a mediados del siglo XIV. Los ¨²ltimos fueron construidos ya por los cristianos, que ten¨ªan la misma costumbre que los anteriores habitantes de la Alhambra. El Palacio de Carlos V tiene estructuras muy similares que tuvieron la misma funci¨®n de facilitar una huida o albergar cautivos.
"Son algunos de los lugares m¨¢s misteriosos del monumento, parte del patrimonio enorme que supone la Alhambra", explica el arque¨®logo, para el que se est¨¢ desarrollando "una importante labor de seguimiento de su estado e intervenciones constantes para mantenerlos de la mejor manera posible, aunque de momento es imposible abrirlos al p¨²blico general salvo en ocasiones muy limitadas como las que ya se practican, como los cursos de verano que el centro Mediterr¨¢neo ha desarrollado este a?o", concluye.
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