La indispensable estabilidad
Si algo ha quedado patente es que McLaren ha sido capaz de desarrollar mejor su coche que Ferrari. La prueba m¨¢s evidente es que la escuder¨ªa brit¨¢nica ha llegado al final del Mundial con uno capaz de competir con los Red Bull e incluso de superarles mientras que la italiana se ha encallado a mitad de camino y ha concluido el curso con un retraso notable.
?Por qu¨¦ ha ocurrido esto si los dos equipos no tienen l¨ªmites presupuestarios y cuentan con ingenieros del m¨¢s alto nivel? No es solo una cuesti¨®n t¨¦cnica. El ejemplo de esta temporada tal vez no es especialmente significativo porque, mientras McLaren ha seguido trabajando en su proyecto de coche inicial y desarroll¨¢ndolo, pensando en aplicar soluciones v¨¢lidas ya para el de 2012, en Ferrari renunciaron al proyecto de 2011 a mitad de temporada porque estaban convencidos de que era obsoleto y no les serv¨ªa ni como base de trabajo para su nuevo coche de 2012.
McLaren ha sido capaz de competir al final con Red Bull mientras Ferrari encall¨® a mitad de camino
Sin embargo, este simple hecho ejemplariza lo que est¨¢ ocurriendo en el seno de los dos equipos y que es el elemento m¨¢s diferencial. McLaren es el proyecto de un hombre que ha dedicado y sigue dedicando su vida a esta escuder¨ªa, Ron Dennis. Ferrari no tiene un solo propietario, forma parte de FIAT y su presidente, Luca Cordero di Montezemolo, no es m¨¢s que la cabeza visible, un hombre con muchos otros proyectos personales y pol¨ªticos en su cabeza. Mientras Ron Dennis solo piensa en la competici¨®n y en lograr su objetivo de que alg¨²n d¨ªa su escuder¨ªa sea m¨¢s importante que Ferrari, Montezemolo tiene en su cuello la soga de la exigencia.
Una exigencia que no solo le viene dada por los dirigentes del grupo automovil¨ªstico, sino tambi¨¦n por todo lo que Ferrari simboliza en Italia: los tifosi, el honor nacional, los medios de comunicaci¨®n... Ferrari est¨¢ obligada a ganar cada carrera, cada campeonato. Si no, ha fracasado. Y esta exigencia es la que lleva al equipo a tomar decisiones r¨¢pidas y a veces equivocadas. No existe estabilidad en el equipo, no hay continuidad de sus empleados, no se consigue generar confianza.
Todo lo contrario de lo que ocurre en McLaren. Dennis se ha preocupado mucho de conseguir convertir su escuder¨ªa en una especie de familia en la que todo el mundo se apoya; en la que se valoran las ideas, se estudian y se aplican si son interesantes. Hay un jefe, un gran referente que considera la estabilidad del grupo como un elemento esencial. En su equipo se producen pocos cambios, los justos. La gente se siente valorada y ofrece el 150% de sus capacidades. Es en este sentido que McLaren ha ido siempre por delante de Ferrari. Y es ese esfuerzo suplementario, este sentimiento de trabajo en conjunto, lo que permite al equipo evolucionar de forma tan espectacular sus coches.
Ahora, al final del campeonato, los dos equipos tienen ya en la cabeza el coche del a?o que viene. Pero, mientras McLaren parte de una base muy s¨®lida y comprobada en los circuitos, Ferrari ha creado un coche partiendo de un papel en blanco. El de 2011 no les sirve ni como base de pruebas. Bajo la exigencia de la victoria, Ferrari se ha visto abocado a realizar un cambio radical, a resituar su gente dentro del equipo, a buscar soluciones innovadoras que muestren una nueva imagen, a no tener que copiar, sino a lograr que les copien. Y eso lleva consigo mucho riesgo. Todo lo que han hecho era necesario. Les faltaba un liderazgo en el equipo. Pero en febrero se ver¨¢ si la revoluci¨®n interna permitir¨¢ a Ferrari mejorar los r¨¦ditos que la estabilidad est¨¢ concediendo a McLaren.
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