Christa Wolf, la escritora que se mantuvo fiel a la RDA
Rompi¨® con la tradici¨®n literaria del realismo socialista
Christa Wolf, fallecida ayer a los 82 a?os, fue una de las m¨¢s destacadas escritoras de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). Naci¨® en Landsberg, hoy Gorz¨®w Wielkopolski (Polonia), en 1929. Su padre se llamaba Otto Ihlenfeld y regentaba una tienda de comestibles en la ciudad. La familia abandon¨® todo en 1945, huyendo del Ej¨¦rcito Rojo sovi¨¦tico. Se establecieron en la regi¨®n b¨¢ltica del Mecklemburgo, al norte de la RDA. La futura escritora se afili¨® cuatro a?os m¨¢s tarde al Partido Socialista Unificado de Alemania (SED). La joven, que empezar¨ªa poco despu¨¦s sus estudios en Jena y en Leipzig, era una convencida simpatizante del proyecto de Estado marxista-leninista de la RDA. En 1951 se cas¨® con el escritor Gerhard Wolf.
Tras la unificaci¨®n, fue criticada por su falta de oposici¨®n al r¨¦gimen comunista
Tras estudiar German¨ªstica, Wolf trabaj¨® como asesora cient¨ªfica de la Asociaci¨®n de Escritores de la RDA. All¨ª publicaba cr¨ªticas literarias y se vio rodeada "de la gente m¨¢s interesante que entonces viv¨ªa en toda Alemania". Eran los izquierdistas y los opositores al r¨¦gimen nazi, que hab¨ªan regresado a casa tras la derrota de Hitler en 1945 con la experiencia del exilio o de los campos de concentraci¨®n. As¨ª conoci¨® a la escritora jud¨ªa Anna Seghers, su gran modelo literario. Pese a su entusiasmo juvenil, Wolf criticar¨ªa m¨¢s tarde a algunos miembros de aquella generaci¨®n que "cambiaron una ideolog¨ªa por otra" y, tras haberse enfrentado a la maquinaria del terror nazi, no levantaron la voz contra el estalinismo.
Tras ganar Christa un premio literario, los Wolf se instalaron en Berl¨ªn oriental en 1962. Sus primeros libros son narraciones encomi¨¢sticas de la nueva sociedad comunista. El cielo partido (1963) cuenta una historia de amor en el umbral de la construcci¨®n del Muro de Berl¨ªn. El romance novelesco fracasa cuando el protagonista elige marcharse a la Alemania capitalista, mientras que la hero¨ªna opta por la RDA. La propia Wolf vinculaba la consolidaci¨®n del Estado y las instituciones socialistas con su propia biograf¨ªa.
Mediada la d¨¦cada de los sesenta, el aparato del r¨¦gimen la catalogaba como "disidente leal" dentro del sistema. La escritora manten¨ªa posiciones cr¨ªticas con la RDA, pero valoraba el socialismo como una alternativa preferible al capitalismo de la Alemania occidental. Pese a todo, Wolf dir¨ªa entonces sobre el SED, partido ¨²nico de la Alemania oriental: "no buscamos lo mismo". Pero sigui¨® militando en ¨¦l hasta 1989.
La emancipaci¨®n a la ideolog¨ªa oficial tiene un correlato en su desarrollo literario a partir de su primera novela. Ella dir¨ªa que este cambio fue parte de su "crecimiento". La enorme fama de El cielo partido, llevado al cine por Konrad Wolf un a?o despu¨¦s de su publicaci¨®n, le permit¨ªa mantener las distancias con el aparato cultural del r¨¦gimen. En 1968 se public¨® Reflexiones sobre Christa T., cuando la escritora se ve¨ªa sumida en una crisis personal. El estilo del libro rompe del todo con lo publicado hasta entonces. Contiene episodios on¨ªricos y t¨¦cnicas ajenas al realismo, como la corriente de conciencia. La escritora romp¨ªa definitivamente con los c¨¢nones formales del realismo socialista que promov¨ªa el r¨¦gimen.
Wolf ten¨ªa permiso para atravesar el Tel¨®n de Acero y sus libros eran muy conocidos en la otra Alemania. En la RFA tuvo gran eco En ning¨²n lugar (1979), que narra un encuentro ficticio entre los poetas Heinrich von Kleist y Karoline von G¨¹nderrode.
Cuatro a?os despu¨¦s publicar¨ªa su novela corta Casandra, que apareci¨® en una editorial occidental antes que en la RDA. Esta nueva narraci¨®n de la guerra de Troya caus¨® gran impacto a ambos lados del Muro.
En 1976, firm¨® una famosa carta abierta contra la expulsi¨®n de la RDA del cantautor Wolf Biermann. Provoc¨® un gran revuelo, que se sald¨® con la expulsi¨®n de su marido (tambi¨¦n firmante) del SED. Pero solo en 1989 abandon¨® Wolf la militancia en el partido, muy poco antes del desmoronamiento de la rep¨²blica oriental. Firm¨® entonces otro famoso manifiesto, en el que llamaba a la conservaci¨®n de la RDA como rep¨²blica independiente, para la que propon¨ªa una "sociedad verdaderamente democr¨¢tica". Tras la unificaci¨®n de las dos Alemanias, Wolf se retir¨® de la escena p¨²blica. Se hab¨ªa convertido en el blanco de multitud de cr¨ªticas por su "posici¨®n domesticada" dentro del r¨¦gimen y por sus convicciones socialistas.
Christa Wolf hab¨ªa quedado en el centro de un nuevo debate sobre la complicidad de los intelectuales con el r¨¦gimen de la RDA y con su aparato represivo. En 1993 se supo que Wolf hab¨ªa colaborado con la temida polic¨ªa pol¨ªtica de la RDA, la Stasi, entre 1959 y 1962. Si bien no se le probaron delaciones decisivas durante estos a?os, muchos criticaron que callara durante tanto tiempo sobre esa parte de su biograf¨ªa.
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