El 'grand tour' de Frazer

Esta es una reedici¨®n de la extensa obra de Sir James Frazer, en nuevo resumen y con una espl¨¦ndida y actual introducci¨®n de Robert Fraser, el mejor conocedor actual de tan monumental y m¨ªtico texto (1? edici¨®n en 1890, ampliada en 12 tomos en 1914, y con uno m¨¢s en 1935). La rama dorada marc¨® una ¨¦poca en los estudios de mitolog¨ªa, logr¨® un sorprendente y duradero ¨¦xito de ventas y ejerci¨® una fascinante influencia en antrop¨®logos y estudiosos del mundo antiguo (J. Harrison y G. Murray), escritores de vanguardia (como D. H. Lawrence, W. B. Yeats, T. S. Eliot, etc¨¦tera) y en la teor¨ªa de Freud sobre el origen de la cultura (Totem y Tab¨²). En el panorama intelectual fue un hito de larga resonancia por su portentosa erudici¨®n, reflexiones audaces y estilo brillante, como bien se?ala en su pr¨®logo Fraser. B. Malinowski, que se convirti¨® a la antropolog¨ªa al leer a Frazer, y luego la orientar¨ªa en una l¨ªnea francamente opuesta a la de su libresco maestro, reconoci¨® su memorable grandeza: "La obra monumental de Frazer hace comprender al sabio y al amateur la amplitud de los problemas, el gran inter¨¦s humano y la belleza dram¨¢tica de los datos de la antropolog¨ªa". "La rama dorada" que menciona el t¨ªtulo es la que alzaba en su mano Eneas en su descenso al mundo de los muertos (seg¨²n Virgilio cuenta en la Eneida), tal vez un ramo de mu¨¦rdago de un ¨¢rbol mist¨¦rico. Esta impresionante colecci¨®n de relatos mitol¨®gicos que el sabio Frazer re¨²ne nos invita a un viaje tur¨ªstico a un maravilloso m¨¢s all¨¢ de raros escenarios quim¨¦ricos y encuentros m¨¢gicos. Con su magn¨ªfico conocimiento de los cl¨¢sicos y una infatigable memoria convoca cultos, dioses, tab¨²es, misterios y fantasmagor¨ªas de todos los rincones del mundo, y los comenta con fresca agilidad e iron¨ªa y un evidente gusto por la narraci¨®n bien sazonada. (Es, como Burton o Gibbon, un maestro de la prosa inglesa). Luego encaja sus datos en su esquema hermen¨¦utico seg¨²n la teor¨ªa evolucionista: magia-religi¨®n-ciencia. Pero no es esa teor¨ªa ilustrada lo fundamental; ¨¦l nunca se crey¨® un fil¨®sofo o un gran te¨®rico. En el fondo, Frazer est¨¢ m¨¢s cerca de un ilustrado del XVIII que de un progresista como H. Spencer o A. Comte. Lo mejor es el grand tour fabuloso, y sus inolvidables personajes y sus fascinantes iconos y s¨ªmbolos m¨ªticos (Adonis, Osiris, el dios ahorcado, las fiestas, el dios que muere y renace, etc¨¦tera). Nuestra rama dorada, o un hilo de Ariadna, para un recorrido laber¨ªntico inigualable. Frazer, que acab¨® ciego de tanto leer, fue el hu¨¦sped perpetuo de su biblioteca en Cambridge. Nunca dio clases, siempre vivi¨® de becas en aquella inmensa biblioteca, y estuvo al tanto de los progresos de los antrop¨®logos de su tiempo por correspondencia. Junto al ¨¦xito de sus libros, tambi¨¦n suscit¨® cr¨ªticas y esc¨¢ndalo de creyentes piadosos. Su vida fue larga: naci¨® en 1854 y muri¨® en 1941. De formaci¨®n clasicista, fue un humanista que vivi¨® siempre entre libros y nunca frecuent¨® salvajes. Recuerdo su figura en una vieja foto que ofrece R. Ackerman en su excelente biograf¨ªa ( J. G. Frazer, Cambridge, 1987). En ella est¨¢ Sir James junto a R. Kipling, cuando en 1921 recibieron en Par¨ªs su doctorado honoris causa en la Sorbona. Ambos eran muy famosos en toda Europa, dos glorias literarias de la Inglaterra imperial, muy distintos, con sus togas y recortadas barbas blancas, con noble aire victoriano, pero tristes. Imagino que se ve¨ªan ya como h¨¦roes melanc¨®licos del crep¨²sculo, tras la Gran Guerra que trajo la agon¨ªa del bello mundo victoriano en el que ambos ten¨ªan sus ra¨ªces. ?Qu¨¦ placer explorar de nuevo esta selva mitol¨®gica en esta excelente reedici¨®n si no tenemos el tiempo para los 13 tomos de la ¨²ltima inglesa! (que, por otra parte, a¨²n puede encontrarse en algunas librer¨ªas londinenses de segunda mano a buen precio).