El ascensor que no para de subir

El fabricante de ascensores Orona, del grupo cooperativo Mondrag¨®n Corporaci¨®n y con sede en Hernani (Gipuzkoa), sube y sube precisamente cuando m¨¢s est¨¢ azotando la crisis. Sorprende el modo con que ha sabido sortear el hundimiento del negocio inmobiliario en Espa?a, del que tanto depende el sector al que dirige sus ventas. "No nos gusta dar la imagen de ser unos magos en este valle de l¨¢grimas", afirma su director general, Javier Mutuberria. La expansi¨®n internacional y la innovaci¨®n han sido las dos palancas que han hecho de Orona una empresa en auge. Su marca est¨¢ presente en 99 pa¨ªses y cerrar¨¢ este ejercicio con una facturaci¨®n superior a los 550 millones de euros. Es l¨ªder en Europa y novena del mundo, solo precedida por las grandes multinacionales. Su gran desaf¨ªo es poner en marcha en 2014 un polo de innovaci¨®n que sea una referencia en Europa en ecoeficiencia y gesti¨®n de la energ¨ªa.

El gran salto de Orona se produjo en abril de 2007, cuando a¨²n no se atisbaba la crisis: "Nos propusimos dar un giro total a la empresa, porque est¨¢bamos muy volcados en el mercado nacional y hab¨ªamos tocado techo. La apuesta fue intensificar los flujos de exportaci¨®n. Entonces est¨¢bamos en 14 pa¨ªses; ahora en casi 100. Nuestros productos y soluciones tecnol¨®gicas est¨¢n teniendo una magn¨ªfica aceptaci¨®n en el mercado internacional. La exportaci¨®n y la compra de empresas en Espa?a y el extranjero han sido las claves del ¨¦xito", explica Mutuberria (Zubieta, Navarra, 1958), quien comenz¨® a trabajar en Orona hace 25 a?os y lleva los ¨²ltimos 12 como m¨¢ximo responsabilidad de la firma.

Orona tiene 180.000 ascensores de su tecnolog¨ªa repartidos en los cinco continentes. Con una plantilla de 4.080 trabajadores y 30 empresas radicadas en Espa?a, Francia, Portugal, Reino Unido, B¨¦lgica y Pa¨ªses Bajos, Orona logr¨® en 2010 unas ventas consolidadas de 528 millones y destin¨® a inversiones 84,6 millones. Su joya en el anterior ejercicio fue la instalaci¨®n de los ascensores y escaleras mec¨¢nicas del Metro de Barcelona, "uno de los proyectos m¨¢s importantes de la historia" de esta compa?¨ªa.

Ha entrado "de lleno" y "con todas las consecuencias" en la carrera tecnol¨®gica, lo que le obliga a realizar un esfuerzo inversor "intensivo": "Para ser algo en el mundo hay que ser capaz de autoabastecerse y tener tecnolog¨ªa propia. Si es posible, la mejor tecnolog¨ªa", afirma Mutuberria. Su dependencia del sector de la construcci¨®n es hoy inferior al 30%, cuando antes era el principal sustento de la compa?¨ªa.

En Orona se declaran "corredores de fondo" que rechazan los proyectos de car¨¢cter intermitente. "Nuestro calendario no va de enero a diciembre", suele decir el director general. Un ejemplo de ello es el denominado Orona Ideo que est¨¢ construyendo en Hernani, muy cerca del Museo Chillida-Leku. Se van a invertir 176 millones en crear un "ecosistema de la innovaci¨®n". La inauguraci¨®n est¨¢ prevista para abril de 2014. Ser¨¢ un centro de investigaci¨®n y aplicaci¨®n de tecnolog¨ªa de primer orden en transporte vertical, sostenibilidad y gesti¨®n eficiente de la energ¨ªa.

Orona Ideo acumula ocho a?os de gestaci¨®n. "Ser¨¢ como un legado", dice Mutuberria. Para la apertura, prepara una conferencia internacional con la presencia de los mejores ingenieros del mundo en la fabricaci¨®n de ascensores. Mutuberria concluye que Orona no ser¨ªa lo que es hoy sin la importancia que ha otorgado a la I+D+i. "La innovaci¨®n es como el colesterol. La innovaci¨®n permanente es tan necesaria para la empresa como el colesterol bueno para el organismo humano. Lo que hay que eliminar es la innovaci¨®n intermitente, el colesterol malo o HDL", sentencia.