Empieza la transformaci¨®n socialista
El pasado 20 de noviembre cambiaron muchas cosas. Los ciudadanos no s¨®lo han aupado a una opci¨®n de derechas al gobierno, sino que tambi¨¦n han dicho en voz alta y sin titubeos que as¨ª el PSOE no va por buen camino. Mensaje que, con mayor intensidad si cabe, han dado al socialismo valenciano, cada vez m¨¢s autista y degradado org¨¢nica y electoralmente.
En este momento, en que la gente demanda m¨¢s izquierda que nunca es cuando menos hemos sabido ofrecerla. Nos hemos esforzado mucho m¨¢s en tranquilizar a los mercados que en dar perspectivas y esperanzas de futuro a la sociedad. Debemos recuperar nuestros valores e identidad para conseguir de nuevo su confianza, sin olvidar que la sociedad tambi¨¦n reclama innovaci¨®n en todos los campos de la vida, nuevos retos, nuevos mensajes, nuevas din¨¢micas de interrelaci¨®n y de complicidad y no la ret¨®rica antigua de la socialdemocracia. Ese mensaje ya no es v¨¢lido. Nos hemos mostrado tan incapaces para concentrarnos y observar lo que ocurr¨ªa a nuestro alrededor que es la primera vez en la historia en que es la sociedad la que est¨¢ transformando al partido y no el partido a la sociedad, como es nuestro fin, obligaci¨®n y compromiso.
Impera la necesidad de abrir puertas y ventanas, redes y espacios para no seguir encerrados
En alg¨²n momento se ha roto la relaci¨®n y el pacto social. Ten¨ªamos un compromiso de avanzar juntos, de progresar individual y colectivamente, pero la confianza se ha diluido. Y probablemente existan diversos factores de gran relevancia e importancia a los que responsabilizar de esta p¨¦rdida de votos pero, por encima de todas las teor¨ªas, existe una realidad que ha sido expresada en las urnas: No han confiado en nosotros, nuestra historia no significa ni garantiza nuestro futuro.
Lo m¨¢s lamentable de todo es que era una queja, una petici¨®n en voz alta f¨¢cil de advertir si se hubiera estado m¨¢s atento al grito de preocupaci¨®n de los ciudadanos, si tal vez hubi¨¦ramos entendido que pisar la calle requiere humildad, capacidad para escuchar y estar dispuestos, con valent¨ªa, a enfrentarnos a nuevos retos y nuevas inquietudes de los que nazcan nuevas propuestas. El socialismo en Espa?a ha sido impulsor y referente de los grandes avances sociales que ha vivido este pa¨ªs y el conjunto de Europa. Por eso, como organizaci¨®n de izquierdas, tenemos la obligaci¨®n de recuperar nuestro compromiso con las personas, de reorientar nuestro trabajo para formular propuestas que permitan seguir avanzando como sociedad, en la sociedad y con la sociedad. Somos un partido de masas y de color rojo y hay que intensificar la acci¨®n pol¨ªtica y la presencia en la calle o en las redes sociales, donde est¨¢ la gente. No podemos olvidar nuestra identidad, origen y sentido de servicio y vocaci¨®n publica. No podemos esperar a que la gente se acerque porque s¨ª. Somos partido de gobierno y nuestra ha de ser siempre la iniciativa.
Pero para abordar el futuro hemos de mirar primero hacia dentro. Para reclamar confianza y credibilidad hemos de ofrecer una herramienta acorde con los nuevos tiempos y m¨¢s fuerte que nunca, en la que los primeros en confiar sean los de casa, los compa?eros militantes que deben ser los protagonistas necesarios, con su voz y con su voto libre y secreto en todo momento, con listas abiertas y no bloqueadas, para un encuentro entre iguales con id¨¦nticas posibilidades, due?os del debate y las iniciativas. Militar no puede ser s¨®lo pagar una cuota y nuestra es la obligaci¨®n de dar un nuevo sentido a la militancia, un nuevo sentido a formar parte de nuestra organizaci¨®n en el contexto del siglo XXI, un nuevo sentido al socialismo. Impera la necesidad de abrir puertas y ventanas, redes y espacios para no seguir encerrados en un c¨ªrculo oscuro que elimina militancia y ahuyenta simpat¨ªas con la sociedad. Tenemos que pensar que ¨¦sta es una buena oportunidad para relanzar y reconstruir nuestra propuesta socialista desde la transformaci¨®n, tanto interna como de cambio y renovado pacto social.
Creo firmemente en este Partido y en su gente, su historia y su futuro, en la capacidad de acci¨®n y reacci¨®n de quienes formamos parte de ¨¦l, en su fuerza para trabajar, luchar, proponer, innovar y adaptarse a los nuevos tiempos. De la misma manera que creo que es necesario recuperar la Pol¨ªtica para las Personas, el militante y el ciudadano, dar un nuevo sentido al socialismo espa?ol y transformar el PSOE para que vuelva a ser la herramienta social adaptada ahora al siglo XXI y recupere su fuerza para ganar la calle, las urnas y los gobiernos. Aportar¨¦ con todas mis fuerzas esta reflexi¨®n con propuestas e iniciativas claras en el pr¨®ximo Congreso Federal para que se abra definitivamente el nuevo camino en el PSOE y, particularmente, en el PSPV que agoniza en su oscuridad, pero que tiene futuro, mucho, mucho futuro.
Francesc Romeu es militante del PSPV-PSOE
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