Plazas 'secuestradas' a precio de saldo

Las plazas del centro de Madrid cada vez est¨¢n m¨¢s libres de coches, fruto del empe?o municipal en ganar espacio para los peatones. Pero en ese territorio rescatado no han brotado ¨¢rboles, bancos o columpios, sino puestos de mercadillo. Esa actividad comercial dinamiza algunas ¨¢reas tradicionalmente abandonadas a su suerte y reporta beneficios econ¨®micos, muy reducidos, eso s¨ª, al Ayuntamiento. Pero plantea inconvenientes: arrincona a los vecinos, hurt¨¢ndoles el disfrute de la plaza, y genera ruido y suciedad.

El programa del PP en las elecciones municipales de mayo equilibraba promesas evocadoras y una vaguedad impuesta por las estrecheces presupuestarias. As¨ª, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, se compromet¨ªa a convertir la plaza de Espa?a en "un gran parque urbano, a modo de hall de la actividad l¨²dico-cultural de la Gran V¨ªa". Esta operaci¨®n de "reciclaje" afectar¨ªa adem¨¢s a las plazas del Rey (que se dedicar¨ªa a usos culturales), V¨¢zquez de Mella (usos l¨²dicos y de estancia), Carmen (espect¨¢culo y de estancia), Mar¨ªa Soledad Torres Acosta (culturales y de estancia), Callao (comerciales y de espect¨¢culo), Santo Domingo (dedicada a los centros de negocio existentes) y Mostenses (se constituir¨¢ un foro c¨ªvico centrado en el mercado municipal).

Algunas zonas reci¨¦n reformadas parecen grandes explanadas de uso comercial

A d¨ªa de hoy, en la mayor¨ªa de estas plazas hay un mercadillo, organizados muchos por el Ayuntamiento. En la plaza Mayor se levanta el "m¨¢s emblem¨¢tico y tradicional", seg¨²n el alcalde. Son 104 casetas de decoraci¨®n navide?a, a las que se suman las montadas en las vecinas plazas de Santa Cruz y de la Provincia para vender pelucas, objetos de broma y otros cachivaches. En Santa Mar¨ªa Soledad Torres Acosta (m¨¢s conocida como plaza de la Luna) hay una pista de hielo y otra de descenso de trineo. En Jacinto Benavente, "un pueblo medieval" de 22 casetas. En Santo Domingo, otra feria navide?a. En la plaza del Carmen est¨¢ en ciernes una de artesan¨ªa. Y en Callao se alza un ¨¢rbol de 18 metros y una pista de patinaje comercial.

Si bien es cierto que la Navidad convierte el centro de la ciudad en un foco de atracci¨®n para cientos de miles de madrile?os y for¨¢neos, hasta el punto de colapsar las v¨ªas peatonales y generar atascos legendarios, los mercadillos no son una caracter¨ªstica privativa de esta zona o ¨¦poca, tambi¨¦n los hay en el resto de distritos, ahora y durante todo el a?o.

El Ayuntamiento cobra la tasa por utilizaci¨®n privativa o aprovechamiento especial del dominio p¨²blico, con la que en 2012 espera obtener 2,6 millones de los puestos y 5,7 millones de las terrazas (la parte del le¨®n la pagan las empresas de servicios que agujerean el suelo). Los mercadillos pagan de 0,16 a 4,46 euros por metro cuadrado cada 10 d¨ªas o fracci¨®n. Adem¨¢s, deben abonar la tasa por prestaci¨®n de servicios urban¨ªsticos (162 euros por evento).

Por ejemplo: el mercadillo navide?o reportar¨¢ este a?o al Ayuntamiento 29.400 euros por la tasa de utilizaci¨®n de la plaza Mayor y la plaza de Santa Cruz. A esa cantidad se le sumar¨¢n adem¨¢s otros 3.140 euros por el mercadillo anejo de abetos.

2"Los mercadillos dan un ambiente agradable a las plazas y mitigan los problemas de inseguridad (prostituci¨®n, trapicheos, etc¨¦tera), pero tambi¨¦n generan m¨¢s suciedad", dice Florencio Delgado, presidente de la Asociaci¨®n de Comerciantes de Gran V¨ªa. Los vecinos piden "sentido com¨²n". "Que no se aniquilen los espacios p¨²blicos, que se usen para comercio, s¨ª, pero tambi¨¦n con sitio y dotaciones para Paquita la del 5? y Jos¨¦ el del 1? B. No somos el escenario de una pel¨ªcula de Hollywood, somos gente normal que se quiere sentar en un banco a hablar de sus cosas sin tener que pagar para ello un caf¨¦ en una terraza", explica Claudia Mora, de la asociaci¨®n de Centro-La Latina.

"En Navidad, la Plaza Mayor y aleda?os se convierten en pr¨¢cticamente intransitables, lo que genera problemas de habitabilidad a los vecinos. Parte de esta excesiva afluencia se debe al peso de la tradici¨®n y parte a las pol¨ªticas municipales para promocionar el turismo masivo. Los mercadillos son un gancho para atraer gente", a?ade Carmen Lence, de la asociaci¨®n de vecinos ?pera-Austrias.

Por regla general, las plazas que no han sido reformadas en los ¨²ltimos tiempos son las m¨¢s agradables. En la del Rey hay una exposici¨®n fotogr¨¢fica. La fuente est¨¢ en obras, pero abundan los ¨¢rboles y hay una veintena de bancos. En V¨¢zquez de Mella hay columpios, quiosco, terraza, parking de bicis y una treintena de ¨¢rboles y arbustos, pese a tener un aparcamiento debajo. Eso esgrime el Ayuntamiento precisamente para no ajardinar las plazas reci¨¦n reformadas: no hay subsuelo suficiente. En la reci¨¦n pavimentada plaza del Carmen hay solo seis bancos y dos ¨¢rboles pese a tener uso de estancia. El espacio lo ocupan habitualmente mercadillos y una terraza. La de Mar¨ªa Soledad Torres Acosta es una extensi¨®n de asfalto bordeada de ¨¢rboles, con seis bancos y columpios. Normalmente est¨¢ desierta, aunque ahora hay instalaciones navide?as y una terraza. Ah, y una placa en el suelo a caballo entre la superstici¨®n y la palabrer¨ªa sobre la alusi¨®n a la Luna.

Pero quiz¨¢ el ep¨ªtome del debate sea Callao, reci¨¦n convertida en una gran explanada con cinco bancos y tres ¨¢rboles. Es dif¨ªcil pasar por all¨ª sin pensar que la reforma se hizo estrictamente con ese uso comercial en la cabeza, pues no hay d¨ªa en el que no se use como escenario para vender desde coches hasta acciones. Contrasta con ?pera, distribuida err¨¢ticamente pero poblada de bancos.

?Cu¨¢nto gana el Ayuntamiento por ceder las plazas p¨²blicas? En general, muy poco. En el distrito Centro, el evento m¨¢s lucrativo es el Rastro (292.700 euros). La Feria del Libro Antiguo que se celebra en primavera y oto?o en Recoletos reporta 18.490 euros. La Feria del Sello en la Plaza Mayor, 7.118 euros. La "fiesta de la vendimia" organizada all¨ª por el Consejo Regulador del Cava el pasado 8 de noviembre, 1.481 euros.

En total, solo 360.000 euros. Otra cosa es la actividad comercial que generan los mercadillos o la animaci¨®n que insuflan a esos lugares. Pero el precio lo pagan los vecinos, despojados de unas plazas a las que ya antes se ha desnudado de bancos, ¨¢rboles o zonas infantiles. ?Vale la pena?