Ponferrada, alto voltaje
La 'fiebre del oro' fue aqu¨ª de carb¨®n y volframio. Pasados los a?os, la ciudad leonesa estrena un Museo de la Energ¨ªa que refleja ese empuje. El botillo y otras delicias gastron¨®micas aguardan
Desde cualquier punto de Ponferrada, la segunda ciudad leonesa, con 70.000 habitantes, las monta?as te contemplan; el monte Pajariel, el Morredero... Y los caminos al valle de Valdueza entre vi?edos; al del Silencio entre casta?os centenarios; a Las M¨¦dulas, la antigua explotaci¨®n minera romana de oro; a Villafranca del Bierzo y su espl¨¦ndida calle del Agua. Sin duda, el paisaje que rodea a Ponferrada es uno de los mayores activos de una ciudad maltratada por ediles y urbanistas incongruentes del siglo XX, que no respetaron el buen hacer y el sentido com¨²n de sus antepasados. Lejos queda quien pretendi¨® que el patio del valioso castillo templario (1) fuera un campo de f¨²tbol. Pero en esa l¨ªnea est¨¢ el pol¨ªgono urban¨ªstico de La Rosaleda (2), donde se programaron no hace una d¨¦cada m¨¢s de 5.000 viviendas: una ampliaci¨®n urbana ampulosa y especulativa, con la torre de viviendas y oficinas m¨¢s alta de Castilla y Le¨®n. En medio de este barrio, un oasis blanco c¨²bico acoge la luminosa iglesia del Buen Pastor (3), del estudio Vicens + Ramos. Un respiro de buena arquitectura que se prolonga en el Campus Universitario, obra de Bel¨¦n Mart¨ªn-Granizo y Daniel D¨ªaz Font.
9.00 Todo casero sin aditivos
Para empezar el d¨ªa, vale la pena desayunar en la Confiter¨ªa Pili (4) (en la avenida de Espa?a, 17; www.confiteriapili.com), un cl¨¢sico de dos generaciones que cumple 60 a?os sin renunciar al "todo casero sin aditivos". Pilar Pa?eda, Pili, es la madre de ?ngel y Olga Puente, quienes, con sus respectivas parejas, Olga y Wenceslao, son un referente en el Bierzo. A la vuelta de la esquina, en Rep¨²blica Argentina, 8, la tienda de delicatessen La Petit (5) vende buenos vinos del Bierzo (Mengoba, Luna Beberide y los del joven y reconocido en¨®logo Ra¨²l P¨¦rez). Aqu¨ª se puede adquirir tambi¨¦n pan de As Nogais (Lugo) y de Matarrosa del Sil, empanadas de pulpo, ternera o bacalao. Los mi¨¦rcoles y s¨¢bados, en la plaza del cercano mercado de abastos (6), los lugare?os venden sus productos de la huerta, tomates, casta?as, manzanas reineta (especialidad en el Bierzo), cebollas o fr¨¦joles (jud¨ªas verdes). En la plaza de Laz¨²rtegui (7) hay bicicletas de alquiler.
12.00 Un castillo de pel¨ªcula
El castillo templario se alza entre los dos puentes de la ciudad, imbatible al paso del tiempo. Se han habilitado varias estancias interiores, aunque la fortaleza en s¨ª merece subir la cuesta. Entre leyenda e historia anda el juego. Entramos en el casco viejo, con la presencia de la bas¨ªlica de la Encina (8), patrona de la ciudad, y la plaza del Ayuntamiento (9), despojada de sus ¨¢rboles originales para dejar hueco a un aparcamiento subterr¨¢neo. Entre los soportales se alojan varios restaurantes y hostales interesantes. La Fonda y La Violeta ofrecen productos de la zona con un toque modernista, guisos, cocidos y carnes. Si se prefiere pasta, sin duda hay que ir al Trast¨¦vere. A tiro de piedra se alza envuelto en una poderosa glicinia el Museo de la Radio (10), un empe?o del locutor Luis del Olmo. Es curioso el museo local de la calle del Reloj (11), frente al convento de las monjas de clausura, y las callejuelas serpenteantes. Desde la plaza de la Bas¨ªlica baja una pendiente escalera. Es la calle del Ra?adero. Un diminuto y coqueto restaurante del mismo nombre (12) sobre el r¨ªo Sil cuelga obras del pintor Andr¨¦s Viloria, familiar de los propietarios. Hay que trasladarse al otro extremo de la ciudad para visitar el Ene.Museo Nacional de la Energ¨ªa (13), que recupera las dos viejas centrales t¨¦rmicas (Minero Sider¨²rgica de Ponferrada, 1918, y Compostilla, 1949) asociadas al carb¨®n y a Ponferrada y su historia minera de esfuerzo, ambici¨®n y dinero r¨¢pido. El museo recrea el ciclo completo, desde la extracci¨®n del mineral hasta su transformaci¨®n en energ¨ªa el¨¦ctrica. La primera fase est¨¢ concluida y abierta al p¨²blico, una reserva patrimonial industrial de gran inter¨¦s. Conviene a?adir a esta visita la del Museo del Ferrocarril (www.museoferrocarril.ponferrada.org).
14.00 Monumento al botillo
Es el momento de subir al coche y desplazarnos a Molinaseca (14), a ocho kil¨®metros de Ponferrada, por el Camino de Santiago. La c¨¦ntrica calle del Agua est¨¢ salpicada de peque?as bodegas con vino propio. Hay tapas de lac¨®n con pimientos y chorizos al vino con cachelos (patatas cocidas). Es interesante tomar el blanco godello en Casa Floriana (avenida de Fraga Iribarne), un hotel y restaurante donde la escultura de un gran botillo (tripa de cerdo rellena de costillas, rabo y morro adobado con piment¨®n y ajo) preside la puerta de entrada. El bonito jard¨ªn trasero se mezcla con el bosque de casta?os. Avenida arriba, se llega a Casa Ram¨®n, la excelencia de los productos del campo y el mar. Los callos de Ram¨®n son famosos, y su pescado, tambi¨¦n. Despu¨¦s, caf¨¦ y un aguardiente de orujo con guindas o ar¨¢ndanos.
17.00 Arte moz¨¢rabe en Pe?alba
Nos dirigimos a un pueblo hist¨®rico con una extraordinaria iglesia moz¨¢rabe, Pe?alba de Santiago (15), por el valle de Valdueza. Conviene desviarse a San Pedro de Montes, un peculiar paraje donde un enorme monasterio cisterciense, en parte rehabilitado, ocupa casi toda la aldea. A la ca¨ªda de la tarde llega el turno de Villafranca del Bierzo (16), donde destaca el familiar restaurante Casa M¨¦ndez (dejemos Las M¨¦dulas (17), la mina de oro romana, una excursi¨®n imprescindible, para el d¨ªa siguiente). Cerca, en Herrer¨ªas, est¨¢ El Para¨ªso del Bierzo, un cuidado y precioso hostal frente a un gran prado con vacas pardas. Merece la pena pasar aqu¨ª la noche. La habitaci¨®n doble apenas son 60 euros.
21.00 Menta y Canela m¨¢s una copa
Si hemos guardado un poco de apetito, podemos volver a Ponferrada y parar en el barrio de Cuatrovientos (calle de Alfonso Cano, 10). Fernando Fern¨¢ndez se cri¨® entre fogones y hace 12 a?os que tiene los suyos propios en el restaurante Menta y Canela (18). La lista de platos personales es larga. Recomendable. Y se puede rematar la noche con una visita a bares afamados como el Edesa (19) (plaza de la Encina, s/n), el Bombardier, Ode¨®n o Bellas Artes. Si se pretende mayor tranquilidad en torno a una copa, acudir al Tarar¨ª (20) (calle del Reloj, 5-7; el rock de toda la vida) o el Cocodrilo Negro. Los m¨¢s j¨®venes pueden desplazarse a la Gran Manzana (21), a las afueras de la ciudad, frente a La Rosaleda, con media docena de pubs que abren hasta la madrugada. En Espinoso (22) a 14 kil¨®metros de Ponferrada, en las casas rurales de Ana Baz es posible alojarse en grupo por 195 euros el fin de semana.
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