Juego en el pa¨ªs de los verb¨ªvoros
Durante muchos a?os, M¨¤rius Serra llev¨® las fichas del Scrabble en los bolsillos, haciendo y deshaciendo frases, atento a nuevos hallazgos verbales. ?Una afici¨®n? ?Una costumbre algo estrafalaria? ?Una patolog¨ªa? Nada m¨¢s lejos. Un deber, pues Serra es fundador de un pa¨ªs, Verbalia, cuya divisa es: "Jugar, leer, tal vez escribir". El autor catal¨¢n, a quien las patillas y las canas confieren un notable parecido con Gibbs, el contramaestre del Perla Negra en Piratas del Caribe, obedece a rajatabla su divisa. Es un reconocido ludoling¨¹ista, autor de numerosos ensayos, premiados libros de narrativa y miles de crucigramas. Hace poco m¨¢s de una d¨¦cada public¨® en forma de ensayo el acta fundacional de la tierra de los verb¨ªvoros: Verbalia (Juegos de palabras y esfuerzos del ingenio literario). Ahora edita junto a Oriol Comas la versi¨®n de aquel ensayo en forma de los m¨ªticos Juegos Reunidos Geyper, con sus saquitos de fichas, atriles, tableros, l¨¢pices y hojas de papel en blanco para anotar la puntuaci¨®n. "La caja es la cartograf¨ªa de aquel libro", cuenta M¨¤rius. El mapa del pa¨ªs de los verb¨ªvoros, un territorio tan vasto y fascinante como poco explorado.
Oriol y Serra han dedicado tres a?os a inventar c¨®mo convertir juegos de palabras en juegos de mesa y en testar sus hallazgos. M¨¤rius se centraba en las palabras y Oriol, que es experto y creador de juegos de mesa, en los juegos. "La parte creativa fue una fiesta. Nos divertimos un mont¨®n. A veces bastaba introducir una peque?a norma para que un juego se hiciera buen¨ªsimo", declara M¨¤rius Serra. Su hijo, Llullu, protagonista de la hermosa novela Quieto, fue testigo silencioso de aquel alborotado gabinete de creaci¨®n l¨²dica. El resultado de la uni¨®n de estos dos lud¨®patas es m¨¢s de cincuenta juegos de palabras con distintos grados de dificultad y muy atentos al tipo de jugadores, incluido su estado sentimental. Hay juegos para las parejas (ABrazagrama), para gente que domina poco el espa?ol (AdiVinagrama), para jugar con ni?os (ChaValotes¨ªlaBo) y con expertos (ByeByegrama), para memoriosos (M¨¢squememos¨ªlabo), para grupos (Banana¨ªlaBo), para los que nunca terminan los crucigramas (CaVilagrama)...
Los hay de cruzar palabras, de crear palabras y frases, de apuestas, de memoria, de seducci¨®n, de persuasi¨®n, de tirarse faroles... Los juegos se ajustan al tiempo disponible de los participantes. Hay juegos expr¨¦s para los que tienen menos de media hora (Velos¨ªlaBo) y otros para los que pueden darse el lujo de prescindir del reloj (ArBoledas¨ªlabo). "En el juego el tiempo queda suspendido. Se crea un mundo paralelo con sus propias reglas; nosotros solicitamos al jugador que entre, pero le ofrecemos distintas propuestas para que suspenda el tiempo con una duraci¨®n mayor o menor". Eso s¨ª, todos los juegos tienen algo en com¨²n: el placer. "Est¨¢n ideados para que los jugadores pasen un buen rato", afirma M¨¤rius Serra. La diversi¨®n comienza desde el mismo principio, cuando hay que elegir qui¨¦n empieza: en caso de empate, por ejemplo, si han nacido el mismo d¨ªa se dan un beso.
Existe una edici¨®n de Verbalia en catal¨¢n y otra edici¨®n en castellano. Durante la presentaci¨®n de esta ¨²ltima, en la Biblioteca Nacional de Madrid, M¨¤rius Serra y Oriol Comas propusieron jugar a los asistentes y les tentaron con un premio que recibir¨ªa el ganador. Muy pronto era tal el entusiasmo de los mismos, escrutando y combinando sus fichas y vociferando sus hallazgos, que aquel espacio, de costumbre tan austero y formal, m¨¢s parec¨ªa la animada sala de un bingo.
M¨¤rius Serra y Oriol comas, que a¨²nan agudas dotes comerciales con la fina penetraci¨®n del psic¨®logo, han concebido juegos que seduzcan a la variada tipolog¨ªa de "jugones". Para el "jug¨®n social", ese tipo a quien tal vez no le gusta bailar, pero s¨ª la sobremesa con los amigos, y que encuentra en el juego un veh¨ªculo para que sucedan cosas. "Los juegos de palabras son perfectos para ¨¦l: cada palabra connota una situaci¨®n, sugiere un chiste...", dice Serra. Para el "jug¨®n familiar", que establece con el juego un v¨ªnculo con sus hijos. "El plan perfecto podr¨ªa ser pizza m¨¢s juegos, especialmente en estos tiempos de crisis". Y tambi¨¦n para el "jug¨®n friqui", "el amante contracultural del rol, el c¨®mic y la cultura serie B". La divisa de M¨¤rius Serra y Oriol Comas es la siguiente: "?Sabes leer? ?Puedes jugar!". Al fin y al cabo, hablar, leer y escribir implican poner palabras en juego.
M¨¤rius Serra sigue llevando fichas para jugar en los bolsillos, pero ya no son las de Scrabble, sino las ligeras fichas de cart¨®n de su caja de Verbalia. Y como los tiempos avanzan que es una barbaridad, no es extra?o verle inmerso en el Blufigrama, uno de los cincuenta juegos de la caja, en la versi¨®n digital que han sacado para iPad.
Verbalia, el juego / Verb¨¤lia, el joc. M¨¤rius Serra y Oriol Comas. Devir. 40 euros. El libro de M¨¤rius Serra Verbalia est¨¢ editado en Pen¨ªnsula en castellano y en Emp¨²ries en catal¨¢n. www.mariusserra.net.
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