Las acusaciones de Camps buscan jurados sensibles a la corrupci¨®n

El primer d¨ªa del muy esperado juicio a Francisco Camps y Ricardo Costa, imputados por haber aceptado presuntamente sobornos de la trama corrupta G¨¹rtel, se consumi¨® con la selecci¨®n del jurado que estar¨¢ formado por seis hombres y tres mujeres. Un tr¨¢mite que habitualmente lleva entre dos y tres horas se prolong¨® durante m¨¢s de ocho porque tanto las acusaciones -fiscal¨ªa y PSPV-PSOE- como las defensas eran conscientes de que la composici¨®n del tribunal puede tener una influencia crucial en el veredicto.

Las dos fiscales de la causa y los letrados deb¨ªan interrogar en un primer filtro a 19 de los 29 candidatos convocados al Tribunal Superior de Justicia valenciano. Contando con que las dos acusaciones pod¨ªan recusar a cuatro candidatos y las defensas a otros cuatro, el n¨²mero final de elegidos deb¨ªa quedar en nueve jurados titulares y dos suplentes. Para que haya sentencia condenatoria son necesarios siete votos.

Fiscal¨ªa y socialistas quer¨ªan ciudadanos con capacidad para entender el caso

El retraso puede llevar a continuar el juicio tras el d¨ªa de Navidad

Las acusaciones orientaron los interrogatorios, seg¨²n fuentes del caso, con el objetivo de seleccionar a ciudadanos con un nivel cultural medio. Capaces de entender no solo el motivo general por el que se juzga a Camps y Costa (aceptar prendas de vestir por valor de 14.021 y 7.325 euros, respectivamente), sino los mecanismos utilizados supuestamente por la red G¨¹rtel para pagar las prendas, as¨ª como el funcionamiento b¨¢sico de la Administraci¨®n p¨²blica.

Seg¨²n las mismas fuentes, las acusaciones introdujeron preguntas sobre la percepci¨®n de la corrupci¨®n en una comunidad aut¨®noma sacudida durante la presidencia de Camps por una larga lista de esc¨¢ndalos: G¨¹rtel, Brugal, Emarsa, Plan General de Alicante, Fabra y otros. E inquirieron sobre su opini¨®n sobre derechos individuales.

Las defensas, que ya anticiparon su intenci¨®n de recusar (si sal¨ªa elegida entre el grupo de candidatos examinados) a una mujer que se present¨® como independiente en las listas socialistas en las ¨²ltimas elecciones municipales en un peque?o pueblo valenciano, parec¨ªan centrar sus esfuerzos en borrar de la lista a cualquiera con apariencia de tener un prejuicio de partida contra el dimitido presidente Camps y contra Costa, que en el momento en el que supuestamente ocurrieron los hechos era secretario general del Partido Popular en la Comunidad Valenciana.

El extenuante interrogatorio al que sometieron a los candidatos hizo saltar por los aires el ajustado calendario se?alado por el tribunal. Ayer estaba previsto que, adem¨¢s de elegir al jurado, se plantearan las cuestiones previas, se leyeran los escritos de calificaci¨®n y testificaran los dos acusados. Todo ello qued¨® trasladado a la sesi¨®n de hoy y tiene envergadura suficiente como para agotar otra jornada. Lo cual, a su vez, obligar¨ªa a desplazar las numerosas declaraciones se?aladas para hoy. La del exvicepresidente de la Generalitat V¨ªctor Campos y la del exjefe de gabinete de la Consejer¨ªa de Turismo Rafael Betoret (ya condenados en la misma causa tras conformarse con las acusaciones), y otras 16 personas, entre ellas los cabecillas de la trama mafiosa: Francisco Correa, Pablo Crespo y ?lvaro P¨¦rez, conocido como El Bigotes.

Dado que el juicio oral ha sido se?alado hasta el 23 de diciembre, el efecto domin¨® puede producir que tenga que aplazarse hasta despu¨¦s del d¨ªa de Navidad y continuar a partir del 26 de diciembre.

Aseguran fuentes del ¨®rgano judicial valenciano que el d¨ªa en que Camps acudi¨® a declarar como imputado ante el juez instructor Jos¨¦ Flors, en mayo de 2009, tuvieron que contener a su entonces presidente, Juan Luis de la R¨²a, que estaba decidido a bajar a recibir al acusado. Finalmente, lo convencieron de que ese gesto podr¨ªa poner en duda la imparcialidad del Tribunal Superior de Justicia valenciano, que termin¨® archivando la causa al considerar que los hechos no eran constitutivos de delito. Una decisi¨®n que fue revocada posteriormente por el Tribunal Supremo en un duro auto que orden¨® reabrir la causa.

De la R¨²a no baj¨®, pero s¨ª acompa?aron a Camps sus vicepresidentes y la alcaldesa Rita Barber¨¢, mientras un nutrido grupo de fieles coreaban su nombre. La imagen de ayer, con el expresidente bajando de un autom¨®vil que conduc¨ªa el presidente de las Cortes valencianas, Juan Cotino; unos pocos diputados aguard¨¢ndolo a la puerta, y un reducido grupo de partidarios situados en una esquina del edificio explica por s¨ª misma c¨®mo han cambiado las cosas en menos de tres a?os. El protagonismo fuera de la sala de juicio lo tuvo la concentraci¨®n de detractores de Camps, que entonaron durante horas c¨¢nticos contra la corrupci¨®n.