Del euskera y Aramburu
"En el principio era la palabra", cuenta la Biblia. Esa idea de la lengua estrenando el mundo, del lenguaje como dador de vida, me lleva a preguntarme si el vivir y el pensar en una determinada lengua conlleva asimismo una determinada cosmovisi¨®n. Me lo pregunto por la Feria de Durango y sus stands de atrezzo abertzale; por la ideolog¨ªa del ¨²nico peri¨®dico editado de manera ¨ªntegra en euskera; por los bertsolaris y sus bertsos vac¨ªos de v¨ªctimas de ETA..., etc¨¦tera. Pero tambi¨¦n por las declaraciones de Fernando Aramburu denunciando la falta de compromiso de la narrativa en euskera con las v¨ªctimas del terrorismo; por la displicencia de tantos no nacionalistas hacia todo lo que provenga de la cultura en euskera; por la caricatura de las 503 ¨® 208 personas que, a decir de Aramburu, leen a los escritores en euskera; por la equivalencia gratuita entre euskera y subvenci¨®n; etc¨¦tera.
Sostiene David Lodge que Madame Bovary narrado desde el punto de vista de Charles Bovary ser¨ªa un libro muy distinto del que conocemos. Y en eso, a mi entender, acierta Aramburu. La novela en euskera ha contado las d¨¦cadas de terrorismo de ETA casi siempre desde el punto de vista del terrorista, del exiliado, del amnistiado. En algunos casos, con ecos de aquella "literatura de urgencia" que el bando republicano empleara como un arma m¨¢s de batalla en nuestra guerra civil. En otros, por la trampa del socorrido "baina ezagutzen ditut; zaila da..." ("pero les conozco; es dif¨ªcil..."). Pero dicho esto, se equivoca Aramburu cuando s¨®lo se?ala a la literatura en euskera, pues durante demasiados a?os la novela en castellano -salvo la honrosa excepci¨®n de Guerra Garrido- tampoco ha estado a la altura. En consecuencia, no es el castellano o el euskera lo que nos hace decir o escribir ciertas cosas, sino, m¨¢s bien, lo que de manera err¨®nea interpretamos que tenemos que escribir o decir al hacerlo en una lengua concreta y no en otra.
La novela de Aramburu Fuegos con lim¨®n contiene esta bella met¨¢fora acerca de un grupo de amigos: "Tengo la sensaci¨®n de que conformamos un racimo de uva, cada cual encerrado en s¨ª mismo, guardando las pipas (las ambiciones) en su interior, sin m¨¢s contacto entre unos y otros que el roce fortuito de los pellejos. Jos¨¦ ?ngel, con su modestia y su bondad, es el escobajo que nos vincula a todos". Creo que la cultura vasca est¨¢ necesitada de unos cuantos Jos¨¦ ?ngel. El terrorismo -y a su rebufo las ya sabidas mezquindades humanas revestidas de principios grandilocuentes- ha roto el escobajo y a falta del mismo, las uvas con las pipas en castellano apenas rozan sus pellejos con las uvas con las pipas en euskera, y viceversa. As¨ª y todo, quer¨¢moslo o no, tan lengua vasca es el castellano como el euskera; tan lengua vasca es el euskera como el castellano: sendas uvas de un ¨²nico racimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.