"Ahora no volver¨ªa a Alemania, Espa?a me ha cambiado"
En la pared de su despacho cuelgan tres poderosos cuadros de Secundino Hern¨¢ndez, un joven pintor espa?ol que vive y trabaja en Berl¨ªn. Su viaje fue al rev¨¦s y lo realiz¨® hace ya muchos a?os. Heinrich Ehrhardt, galerista de arte instalado en Madrid desde 1998, aunque lo hab¨ªa intentado en los a?os ochenta, tiene muy claro que ya no volver¨ªa a Alemania, su lugar de nacimiento. "Espa?a ha cambiado tanto mi forma de vivir... Me encanta la mentalidad espa?ola. No, no se me ocurrir¨ªa ahora volver nunca a mi pa¨ªs". El economista, metido a galerista desde muy joven, ofrece hoy una alternativa art¨ªstica novedosa con pintores y escultores germanohablantes principalmente.
Tantos a?os de profesi¨®n en el sector le han hecho testigo de los profundos cambios en Europa. A la abolici¨®n de las fronteras -"era una especie de vendedor ambulante con mis obras bajo el brazo de un pa¨ªs a otro, cruzando aduanas donde todo era tan complicado y costoso"-, sigui¨® la llegada del euro y con ello la facilidad para organizar exposiciones, contratar transportes. "El euro encareci¨® los servicios alrededor del arte, pero el arte en s¨ª ha salido claramente beneficiado".
El galerista cree que el europeo vive una crisis de identidad con sus pol¨ªticos
Ehrhardt conoci¨® Espa?a de ni?o con sus padres. "Acostumbrado a la vida en el campo alem¨¢n, me pareci¨® todo muy ex¨®tico y fascinante, un lugar ideal para instalarme". Casado con una mujer canaria, cree que hay mucha exageraci¨®n a la hora de juzgar a unos ciudadanos u otros. "Los espa?oles son m¨¢s vivos que los alemanes, no solo en el sentido de disfrutar de ciertas cosas de la vida, sino tambi¨¦n de la improvisaci¨®n, la espontaneidad. El trato es siempre menos complicado. Los alemanes somos m¨¢s controlados emotivamente, encasquetados en ciertos pensamientos, disciplinados por educaci¨®n. Yo incluso cuando hablo en espa?ol parece que me suelto, reflexiono menos, soy menos pausado que cuando lo hago en alem¨¢n", dice este hombre que bajo su aspecto algo serio, hay humor y cierta iron¨ªa.
No es ajeno a la inquietud general que vive Europa y cree que a la crisis financiera hay que a?adir la crisis de identidad del ciudadano con sus pol¨ªticos, independientemente del color de los Gobiernos y los pa¨ªses. "Europa no se romper¨¢, estoy convencido. Los ciudadanos ya se mueven como europeos, independientemente de d¨®nde hayan nacido. Eso no se va a poder cambiar", afirma seguro Ehrhardt, que no ve con muy buenos ojos el poder que ejerce Alemania. "Merkel est¨¢ teniendo unos problemas tremendos en Alemania, no solo con la oposici¨®n, sino dentro de su propio partido, desde el que est¨¢n intentando frenar la prepotencia alemana. Es algo que me tranquiliza. No todos los alemanes est¨¢n en contra de ayudar a Grecia. Tenemos que ser m¨¢s humildes. Solo hay que recordar que despu¨¦s de la II Guerra Mundial cuando Alemania estaba en el suelo, fueron los pa¨ªses aliados los que hicieron posible su recuperaci¨®n. No podemos olvidar ni tirar por la borda todo esto. Hay que ponerse siempre en la piel del otro y buscar puntos y soluciones comunes, sin pensar ¨²nicamente en lo que nos favorece a cada uno. La imagen que est¨¢ dando nuevamente el eje Berl¨ªn-Par¨ªs es nefasta". Y lo dice alguien que pertenece a la primera generaci¨®n posguerra.
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