Espa?oles m¨¢s pobres

La renta per capita de los espa?oles se ha seguido degradando en 2010 en relaci¨®n a s¨ª misma, pero tambi¨¦n, y esto es a¨²n m¨¢s preocupante, respecto de la media europea. En 2010, seg¨²n los datos de Eurostat publicados ayer, se situ¨® ocho puntos por debajo de la media de los 17 pa¨ªses de la eurozona y exactamente en el promedio de los 27 de la UE. Al inicio de la crisis, en 2007, la riqueza per capita hab¨ªa convergido al alza, al situarse en el 105% y a¨²n mantuvo el a?o siguiente un resultado superior al promedio, el 103%. Solo Grecia e Italia han exhibido peor recorrido. Por un lado, los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros resisten mejor. Por otro, los reci¨¦n llegados del Este han aprovechado bien las ayudas europeas y los incentivos a su modernizaci¨®n.

Las explicaciones del espec¨ªfico retraso de la econom¨ªa espa?ola (que, sin embargo, no anula los enormes progresos en convergencia registrados desde que se incorpor¨® a la Europa comunitaria en 1986) son evidentes: la enorme tasa diferencial de paro y la brutal contracci¨®n del sector de la construcci¨®n, otrora motor del crecimiento. Al mismo tiempo, los servicios de estudios que realizan predicciones sobre la econom¨ªa espa?ola pespuntean los anticipos de estancamiento para este a?o y de recesi¨®n para parte del 2012 que ya dibujaron la OCDE y el FMI, con las consiguientes dificultades para cumplir los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico hasta el 6% y el 4,4%, respectivamente. Lo peor es que los expertos prev¨¦n que la destrucci¨®n de empleo continuar¨¢ en 2012 y que la tasa de paro superar¨¢ el 22%.

La virtualidad de estos sombr¨ªos datos estriba en enmarcar el escenario sobre el que debe actuar la pol¨ªtica econ¨®mica del pr¨®ximo Gobierno. Al igual que el Ejecutivo cesante, se enfrentar¨¢ a una compleja cuadratura del c¨ªrculo, debiendo al mismo tiempo sanear las finanzas p¨²blicas, para lo que resulta indispensable reducir el d¨¦ficit y relanzar el crecimiento. Para ello conviene aumentar el gasto productivo y la inversi¨®n p¨²blica. Si es cierto que ambas recetas son contradictorias entre s¨ª, tambi¨¦n lo es que algunos Gobiernos, como el del nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, tratan de conciliarlas mediante una seria apuesta por la austeridad en todo gasto prescindible, compatible con est¨ªmulos selectivos a la demanda. Es tarea muy dif¨ªcil, pero para nada imposible.