La nueva ley no dispara los abortos
Las interrupciones del embarazo crecen un 1,3% desde que es un derecho - La tasa aumenta m¨¢s en mujeres mayores de 25 que en menores
Pese a los augurios de los sectores m¨¢s cr¨ªticos, la nueva ley del aborto no ha incrementado el n¨²mero de interrupciones voluntarias del embarazo. En 2010 se realizaron 113.031 intervenciones, un 1,3% m¨¢s que en 2009. Sin embargo, a pesar de esa ligera subida -1.550 abortos m¨¢s- la cifra sigue siendo menor a la de 2008. As¨ª, la tendencia a la baja registrada por primera vez en 2009, cuando se practicaron un 3,7% de abortos menos que el ejercicio anterior, se mantiene. Como en a?os anteriores, la gran mayor¨ªa de las intervenciones (el 88,44%) se realizaron antes de la semana 12 de gestaci¨®n.
La Ley de Salud Sexual y Reproductiva -en vigor desde el 5 de julio de 2010-, que permite a la mujer abortar sin dar explicaciones hasta la semana 14, no ha alterado apenas las cifras. De hecho, el informe hecho p¨²blico ayer por el Ministerio de Sanidad, el primero que recoge los datos de la incidencia de la nueva norma, revela que en el segundo semestre del a?o (el periodo en el que la ley ya estaba en marcha) se registraron casi 4.000 intervenciones menos que en la primera parte del ejercicio. Es decir, 54.546 de julio a septiembre frente a las 58.486 realizadas de enero a julio.
La mayor¨ªa de intervenciones se realizaron antes de la semana 12
El 98% de este tipo de operaciones se hizo en cl¨ªnicas privadas
Sanidad no revela qu¨¦ chicas de 16 y 17 a?os abortaron sin permiso paterno
Rajoy ha dicho que exigir¨¢ que los padres est¨¦n informados
Las cifras de 2010 son para Leire Paj¨ªn, "una buena noticia". A pesar del ligero repunte, la titular de Sanidad destac¨® que con la ley de plazos la tendencia a la baja registrada en 2009 permanece estable. Algo que echa por tierra las predicciones de los cr¨ªticos previas a la aprobaci¨®n de la norma, que 25 a?os despu¨¦s de su despenalizaci¨®n en Espa?a consagra el aborto como un derecho de la mujer. Entonces, organizaciones conservadoras como el Foro Espa?ol de la Familia o Derecho a Vivir vaticinaron que la cifra de las mujeres que abortan se disparar¨ªa con la opci¨®n de hacerlo sin tener que alegar supuestos.
La nueva regulaci¨®n, sin embargo, es en cierta manera m¨¢s restrictiva que la anterior. Hasta julio de 2010, el aborto estaba prohibido en Espa?a salvo en tres casos: violaci¨®n (hasta la semana 12), malformaciones del feto (hasta la 22) o riesgo f¨ªsico o ps¨ªquico para la salud de la madre, un supuesto que permit¨ªa abortar sin plazo, y al que recurr¨ªan m¨¢s del 90% de las mujeres.
Para las cl¨ªnicas que practican abortos, el ligero repunte no supone un fracaso de la ley de plazos. "Obedece fundamentalmente a la normalizaci¨®n del aborto no regularizado, aquel que realizaba la propia mujer fuera del canal sanitario y con el consiguiente riesgo para su salud", considera Santiago Barambio, presidente de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n del Embarazo, que agrupa a una treintena de centros en toda Espa?a. Este m¨¦dico cifra esos casos en alrededor de un millar al a?o, y se refiere por ejemplo a m¨¦todos como el Cytotec, un protector g¨¢strico que algunas mujeres (sobre todo extranjeras y sin medios) utilizaban porque entre sus efectos secundarios se encontraba el riesgo de aborto.
El informe de Sanidad, que re¨²ne los datos de las comunidades aut¨®nomas, no ofrece sin embargo respuestas -no se ha modificado para ello el tradicional cuestionario que recoge la informaci¨®n- a uno de los puntos m¨¢s pol¨¦micos de la ley, el que permite a las mujeres de 16 y 17 a?os abortar sin decirlo en casa. La norma otorga a este grupo de edad el derecho a decidir -sin permiso paterno, como exig¨ªa la regulaci¨®n anterior- si interrumpen su embarazo. Deben, eso s¨ª, informar a sus padres de esa determinaci¨®n, siempre y cuando hacerlo no les suponga un conflicto. Las cifras del ministerio no aclaran cu¨¢ntas de las 4.424 chicas de 16 y 17 a?os que abortaron en 2010, se acogieron a esa posibilidad de no contarlo.
Las cl¨ªnicas que practican abortos, sin embargo, sostienen que las que alegan conflicto familiar son menos de un 5%. "La mayor¨ªa son chicas que explican que si se lo dijeran a sus padres sufrir¨ªan presiones para continuar con el embarazo, tambi¨¦n hablan de problemas de violencia familiar, de desarraigo o de cuestiones religiosas", expone Luisa Torres, trabajadora social de la Cl¨ªnica Dator. El patr¨®n, dice, se repite en los cuatro centros asociados a Dator en toda Espa?a.
Lo que s¨ª queda claro con los datos de Sanidad es que la opci¨®n que tienen estas mujeres con la nueva ley no ha variado apenas las cifras. En 2009, las menores de 16 y 17 a?os que abortaron representaban el 3,8% del total. En 2010 fueron el 3,9%.
As¨ª, lejos de los presagios del Partido Popular -que prefiri¨® ayer no valorar estas cifras-, entre otros, las menores que abortan solas no son mayor¨ªa. Esta opci¨®n ha incomodado mucho desde el principio al partido liderado por Mariano Rajoy, que ha manifestado su intenci¨®n de modificarlo aunque no ha concretado c¨®mo. De hecho, el de las menores es uno de los art¨ªculos -tambi¨¦n el que permite el aborto libre hasta la semana 14- de la ley que el PP ha recurrido al Tribunal Constitucional. Un dictamen que a¨²n se espera.
En la radiograf¨ªa que se extrae de los datos de las comunidades tampoco se registra variaci¨®n significativa por grupos de edad. Desciende ligeramente el aborto entre las menores de 25 a?os; entre las mayores de esa edad -incluso entre las de m¨¢s de 40-, sin embargo, aumenta. Un ejemplo: la tasa de abortos fue en 2009 de 16,02 por cada mil mujeres de 25 a 30 a?os, frente a la tasa de 16,34 de 2010. Un escenario que, seg¨²n Sanidad, se debe al mayor acceso a m¨¦todos anticonceptivos entre las j¨®venes.
Por comunidades se repite el patr¨®n de a?os anteriores: Catalu?a, Madrid, Murcia y Baleares presentan las tasas m¨¢s elevadas de intervenciones. Ceuta y Melilla, Galicia, Extremadura y Castilla y Le¨®n las m¨¢s bajas.
El aborto se sigue quedando en la privada. Pese a que una de las intenciones de la nueva ley era que, en la medida de lo posible, se realizara en centros p¨²blicos, el 98,16% de las intervenciones se realizaron el a?o pasado en centros privados concertados. Un porcentaje mayor incluso que en 2009, cuando fue el 97,97% las realizadas en el canal privado. El cambio, eso s¨ª, reside en que desde julio de 2010 la prestaci¨®n se financia a cargo de la sanidad p¨²blica.
"No puedo cont¨¢rselo a mi familia"
Rosa es morena y bajita. Y mientras se encoge para contar su historia parece a¨²n m¨¢s menuda. Tiene 17 a?os y est¨¢ embarazada de 12 semanas. Explica que ha tomado la decisi¨®n de abortar. Sin embargo, lo har¨¢ sola. "No puedo cont¨¢rselo a mi familia, seguro que intentar¨ªan convencerme de que no lo hiciera; y yo no puedo ser madre ahora, quiero seguir estudiando", lamenta.
Rosa, que lleg¨® desde Ecuador hace nueve a?os, tiene miedo, adem¨¢s, de que sus padres la manden de vuelta a su pa¨ªs de origen. "Mi abuela sigue viviendo all¨ª, tambi¨¦n dos de mis hermanos. No quiero irme de Espa?a", asegura abriendo mucho los ojos.
Esta joven se acoger¨¢ al art¨ªculo de la nueva ley del aborto que desde hace 18 meses permite a las chicas de 16 y 17 a?os abortar sin cont¨¢rselo a su familia si hacerlo les crea un conflicto grave. Sostiene que decirlo en casa no es una opci¨®n. "Ya hay problemas entre mis padres, y esto lo empeorar¨ªa. Adem¨¢s, la situaci¨®n econ¨®mica es mala", afirma. El padre de Rosa trabaja en un bar. Su madre tambi¨¦n ten¨ªa un empleo como camarera pero lo perdi¨® hace meses.
La historia de Rosa es muy similar a la de Laura (nombre supuesto). Esta espa?ola -tambi¨¦n de 17 a?os- ha acudido con su novio a una cl¨ªnica de abortos de Madrid para pedir informaci¨®n sobre la interrupci¨®n del embarazo. Est¨¢ encinta de nueve semanas. Tampoco ella contar¨¢ en casa que va a abortar. "Mis padres son bastante religiosos y no lo comprender¨ªan", asegura. Relata que la trabajadora social que la ha atendido le ha explicado que todo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil si llegara acompa?ada de sus padres, si tuviese una red familiar de apoyo. Sin embargo, asegura que decirlo significar¨ªa tener que seguir adelante con el embarazo. "Eso o pelearme con ellos para abortar", mantiene. Como en el resto de las menores que deciden abortar sin decirlo en casa, ser¨¢ ahora el psic¨®logo de la cl¨ªnica quien determine si tiene la suficiente madurez para hacerlo sola.
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