La risa de los corruptos
Corruptia optimi pessima ("La corrupci¨®n de los mejores es lo peor"). Cuesta aceptar que la afirmaci¨®n de Tom¨¢s de Aquino encaje en el caso que afecta al expresidente Camps, salvo que hagamos abstracci¨®n del personaje y de su comportamiento ante el tribunal para recordar que una vez desempe?¨® una alta responsabilidad p¨²blica. Entre la abrumadora serie de pruebas que se exhiben al jurado durante el juicio que se desarrolla estos d¨ªas en el Tribunal Superior de Justicia, ha habido oportunidad de escuchar en vivo las bochornosas conversaciones de la trama que se col¨® en el Palau de la Generalitat y en el mism¨ªsimo hogar del jefe del Consell. Hasta ahora, hab¨ªamos le¨ªdo algunas de sus chuler¨ªas y trapacer¨ªas, pero escucharlas produce una verg¨¹enza dif¨ªcil de describir. Algo que contrasta dolorosamente con la sonrisa forzada de Camps y la expresi¨®n jocosa de ?lvaro P¨¦rez. ?De qu¨¦ demonios se r¨ªen esos dos?
Porque la resaca de la que aquellos episodios, con sus caranto?as de "amiguitos del alma", fueron causa no tiene la m¨¢s m¨ªnima gracia. Metidos de lleno en las consecuencias que la degeneraci¨®n del triunfalismo compensatorio y la mentalidad victimista de Camps han propiciado, ?hasta los farmac¨¦uticos, que en su caso son como de la familia, se han echado a la calle a protestar! A este lado de la realidad, aquella maquinaria de poder que tan bien engras¨® la falta del m¨¢s m¨ªnimo sentido de la proporci¨®n se ha convertido en un chirriante artefacto. La Generalitat, tal como la dise?¨® ese se?or que se sienta en el banquillo al lado de Ricardo Costa, no va. Y no lo hace ni en lo accesorio ni en lo estructural. Evidencia que al nuevo titular del Consell, Alberto Fabra, le est¨¢ costando reconocer.
La escena que se produjo el otro d¨ªa en el Palau, por ejemplo, es m¨¢s que sintom¨¢tica. Buscaba Fabra el calor de los empresarios ante las grav¨ªsimas dificultades financieras de la Generalitat cuando Juan Roig, el propietario de Mercadona, que no es una empresa menor, le hizo ver que tiene que intervenir sobre la pol¨ªtica de ingresos si quiere salir adelante, para lo cual recomend¨® modificar el tramo auton¨®mico del IRPF con el objetivo de aumentar la carga fiscal a las rentas m¨¢s altas. Fue descartada la idea de subir impuestos por el presidente del Consell como si se tratara de una excentricidad. "El dinero lo deben tener los ciudadanos y las empresas", recit¨®, en una intervenci¨®n m¨¢s propia de cualquier r¨¦plica rutinaria a alg¨²n diputado de la oposici¨®n.
No hay nada peor que la corrupci¨®n de los mejores, ni siquiera esas risas grotescas en el juicio de los trajes que un d¨ªa le regalaron a Camps. Lo que no quita gravedad al problema de una sociedad gobernada por alguien que no se atreve a afrontar el desastre actual sin el manual de instrucciones de una ideolog¨ªa que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª.
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