?Qu¨¦ habr¨¢ hecho Tom¨¢s para que le esperen!

Que se vaya preparando el exsastre de Camps. Ante la imposibilidad de borrar las huellas de la evidencia (grabaciones telef¨®nicas, testimonios, tiques, albaranes, talones, fechas...), en el juicio de Valencia le esperan con metralla.

Tras las risas el jueves de El Bigotes oyendo su propio "caudal" de tacos inmortalizados en las grabaciones del caso G¨¹rtel, el juicio de los trajes entr¨® ayer en una fase m¨¢s tediosa. Pero crucial. El profesor de Derecho Penal de Valencia Virgilio Latorre, que encarna la acci¨®n popular en nombre del PSOE, repas¨® ante la cajera de Milano, papel tras papel, tique tras tique, las pruebas documentales de que ni Camps ni su compa?ero de banquillo, Ricardo Costa, pagaron (siempre debe a?adirse supuestamente) los trajes.

No es una invenci¨®n que en los miles de juicios que se celebran a diario en Espa?a a much¨ªsimos testigos les entra por un o¨ªdo y les sale por otro la advertencia de que no deben mentir. Pues, aun as¨ª, son legi¨®n los que, sin despeinarse, repiten diego donde dijeron digo.

Si El Bigotes pudiera pisotear las grabaciones del sumario para acompasar lo que suelta en ellas con lo que balbucea ahora, a lo peor lo har¨ªa. No es, pues, muy com¨²n el testigo que se ci?e, o al menos aparenta, decir la verdad. Este pareci¨® ser el caso de la cajera de Milano que declar¨® durante toda la ma?ana en el juicio de Camps. Confirm¨® los tiques de trajes de Camps pendientes de pago durante nueve meses. Los confeccion¨® ella misma. Son diligencias sin vuelta de hoja. Es una m¨¢xima jur¨ªdica que lo que no consta en autos no existe. Y los tiques existen porque est¨¢n. A estas alturas es imposible calcinarlos y borrar las anotaciones al dorso y de su pu?o y letra ("Camps"). O fumigar los talones bancarios que acreditan que los trajes los abonaron (supuestamente) El Bigotes y compinches.

Queda una salida a los abogados de la defensa: crearles una mano negra y abatirla. Traducci¨®n: le van a echar la culpa de todo al sastre, a Jos¨¦ Tom¨¢s. Lo avanz¨® el abogado de Camps el primer d¨ªa de juicio, al afirmar que sus declaraciones eran contradictorias, "falsos sus papeles" y que se hab¨ªa paseado por "algunas televisiones". Y volvi¨® a sugerirlo ayer, al ver la firmeza de la cajera. Incluso trat¨® de sonsacarle alg¨²n comentario negativo del que fue su jefe en los tiempos de los trajes de Milano. ?Y qu¨¦ ha hecho pobre Tom¨¢s aparte de decir su verdad?

Acreditarla: es decir, sostener que los trajes los abon¨® la trama G¨¹rtel.