El dandi de la canci¨®n eterna
Nick Lowe emerge solo, con puntualidad de buen ingl¨¦s y envuelto por la penumbra; apenas intuimos su flequillo n¨ªveo, cual venerable sir de la canci¨®n. Luego distinguiremos esas gafas de pasta negra que comparten proveedor con las de su gran disc¨ªpulo, Elvis Costello; su t¨¦cnica precaria pero suficiente a la guitarra, cual Roy Orbison redivivo; el porte maduro y sereno de quien asume con orgullo 62 primaveras. Pero este no es un concierto de Rihanna y, por fortuna, los est¨ªmulos visuales figuran en segundo plano. Mucho mejor deleitarse con la voz c¨¢lida, amorosa y ligeramente desgastada de este sexagenario atemporal.
Su cuarteto acompa?ante no aparece hasta la tercera canci¨®n, la triste y a?eja What lack of love have done. Pero la fecha de composici¨®n resulta a menudo inescrutable. Ragin eyes enarbola el rock de hace medio siglo, cuando Tony Sheridan era m¨¢s famoso que esos ni?atos llamados The Beatles. Lately I've let things slide es una de esas baladas vaqueras descorazonadas y Has she got a friend? har¨ªa esbozar a Johnny Cash su caracter¨ªstica media sonrisa. Para entonces, el maravilloso Geraint Watkins -que antes nos hab¨ªa regalado un concierto solista encantador- ya ha puesto su ¨®rgano a sollozar.
Ventajas de llevar casi cuatro d¨¦cadas en la carretera: Lowe no abusa de The old magic, su muy reciente entrega, aunque I read a lot constituye una portentosa balada de dandi aterciopelado. En ella o en House for sale (cr¨®nica de mudanzas liberadoras) apura el brit¨¢nico su registro agudo, casi desvaneciendo la voz, con resultados extraordinarios. El irresistible pellizco setentero de Cruel to be kind anima a un p¨²blico devoto, sobrecogido con las bocanadas de soul blanco: Raining podr¨ªa llevar la r¨²brica de Van Morrison.
Para el final la irrenunciable Peace, love & understanding, en lectura grave y reposada; o una ¨ªntima versi¨®n en solitario de Allison, el cl¨¢sico de Costello. Y en medio, un original de Watkins, Only a rose, que escuchar¨¢n nuestros bisnietos y con el que seguir¨¢n emocion¨¢ndose. Enamor¨¢ndose. Aunque ni su autor ni nosotros lo veamos, ayer recibimos unas cuantas nociones sobre el secreto de la canci¨®n eterna.
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