Solo seis autonom¨ªas cumplen la ratio de cinco plazas por cada 100 mayores de 65 a?os en las residencias

El n¨²mero de plazas en residencias para personas mayores en Espa?a descendi¨® hasta las 395.065 en el a?o 2024, 3.510 menos que en 2023, siendo la primera vez que se registra un descenso interanual en los ¨²ltimos 10 a?os (desde 2014), seg¨²n la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que este martes ha presentado los ¨²ltimos datos disponibles sobre la situaci¨®n y la evoluci¨®n de los servicios residenciales en Espa?a. Su an¨¢lisis advierte de que el d¨¦ficit de plazas ¡°aumenta tras la pandemia¡± porque en los a?os 2021, 2022 y 2023 se incrementaron en 6.031 las plazas residenciales, pero la poblaci¨®n mayor de 65 a?os creci¨® en m¨¢s de 600.000 personas durante este trienio.

Esta escasez va en aumento. Si en 2014 faltaban 53.103 puestos para alcanzar la ratio de cinco plazas por cada 100 personas mayores de 65 a?os, la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales aclara que ahora ser¨ªan necesarias 89.324 plazas residenciales para lograr el objetivo. Solo seis autonom¨ªas cumplen con este requisito: Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha, Extremadura, Arag¨®n, La Rioja y Asturias. Y ¨²nicamente las dos primeras alcanzan esta ratio con plazas de financiaci¨®n p¨²blica.

Adem¨¢s, son necesarias al menos 35.000 plazas residenciales para las personas con dependencia severa (grado II) y los ciudadanos conocidos como grandes dependientes (grado III). Seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales del Sistema para la Autonom¨ªa y la Atenci¨®n a la Dependencia, publicados en diciembre, 34.622 personas con dependencia severa de segundo grado y 17.420 ciudadanos grandes dependientes est¨¢n en lista de espera para ser atendidos.

15.732 residentes en Espa?a tienen una prestaci¨®n no efectiva, lo que eleva el n¨²mero hasta las 133.376 personas, de las cuales, un 57% demandar¨ªa un servicio residencial con plaza p¨²blica o concertada, o una prestaci¨®n econ¨®mica vinculada a este recurso. Por ello, son necesarios unos 35.000 puestos residenciales solo para atender la demanda de la lista de espera de la dependencia.

Los datos publicados por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) indican un retroceso del sector residencial en 2023, tanto en el n¨²mero absoluto de plazas como en el ¨ªndice de cobertura, el m¨¢s bajo de toda la serie desde 2010.

¡°La ocupaci¨®n total alcanza el 84,1% de las plazas con 332.431 personas usuarias, lo cual pone de manifiesto que las residencias son una gran necesidad en nuestro pa¨ªs por el incremento de poblaci¨®n de avanzada edad y en situaciones de dependencia y la necesidad de cuidados de larga duraci¨®n¡±, defiende la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

Por comunidades aut¨®nomas, el an¨¢lisis indica que aquellas con mayor d¨¦ficit de plazas son Andaluc¨ªa y la Comunidad Valencia, con 35.857 y 24.801, respectivamente. Entre las dos suponen m¨¢s de las tres cuartas partes de la escasez nacional. Mientras, en seis comunidades hay un exceso de plazas, por ejemplo, en Castilla y Le¨®n, con 17.234. Por su parte, Navarra, Cantabria y La Rioja son las autonom¨ªas con mayor equilibrio en su ratio de plazas por personas mayores de 65 a?os.

Adem¨¢s, el an¨¢lisis destaca que siete de cada 10 plazas residenciales de mayores son de financiaci¨®n p¨²blica, un total de 275.094, frente a las 119.971 exclusivamente privadas. Esta cifra incluye plazas en centros p¨²blicos, plazas concertadas en centros privados y plazas que se financian con la prestaci¨®n vinculada al servicio.

De los datos tambi¨¦n se desprende que el n¨²mero de plazas de financiaci¨®n p¨²blica ha aumentado ¡°ligeramente¡± desde 2015, hasta alcanzar 2,84 plazas por cada 100 personas mayores de 65 a?os. Las comunidades con mayor cobertura p¨²blica son Castilla y Le¨®n y Castilla-La Mancha, seguidas de Extremadura y Arag¨®n. Canarias, Murcia y la Comunidad Valenciana se sit¨²an a la cola.

Desinstitucionalizaci¨®n

El Ministerio de Derechos Sociales plante¨® en 2023 junto a las autonom¨ªas una estrategia de desinstitucionalizaci¨®n para favorecer la permanencia de las personas en situaci¨®n de dependencia en su hogar. Si se cumple este objetivo, se reducir¨ªa la necesidad de obtener plazas residenciales, una meta que se complementa con la humanizaci¨®n de los centros en un nuevo modelo residencial. Pero la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales asegura que no se han dado pasos decididos en esta estrategia.

La media de edad de las personas mayores que viven en residencias se sit¨²a en torno a los 85 a?os. Cada vez son m¨¢s mayores, en parte por el aumento de la esperanza de vida y porque los ciudadanos desean cada vez m¨¢s permanecer en su propia casa el mayor tiempo posible.

En 2023 los servicios de atenci¨®n a domicilio se manten¨ªan en una cobertura del 5,5%, s¨®lo seis d¨¦cimas por encima de 2019. Por otra parte, la media de cuidados s¨®lo alcanza las 21 horas mensuales, el mismo n¨²mero que en 2012.

¡°Estos datos tan pobres y la escasa o nula evoluci¨®n que registran en los ¨²ltimos a?os, impiden avanzar en la estrategia de desinstitucionalizaci¨®n, sin que su coste recaiga sobre las propias personas o la de sus familiares, y casi siempre en prejuicio de la vida personal y de la conciliaci¨®n de quienes suelen ser de manera abrumadora quienes proporcionan estos cuidados: las mujeres¡±, expresa la asociaci¨®n.

El Ministerio de Derechos Sociales public¨® en abril de 2024 el primer Censo de Centros Residenciales en Espa?a, en el marco del Plan Estad¨ªstico Nacional, pero sus datos difer¨ªan de manera importante de los del tradicional Informe Mayores presentados por el IMSERSO, perteneciente al mismo organismo. Frente a las 398.575 plazas del estudio, el censo ofrec¨ªa el dato de 323.272 registradas. Existe el compromiso de actualizar los datos en 2024.

¡°Solicitamos al IMSERSO que proponga al Consejo Territorial un acuerdo para fijar una ratio m¨¢s adecuada a la sociedad actual y a la situaci¨®n y las demandas de las personas mayores, contando para ello con el asesoramiento de las organizaciones cient¨ªficas, los proveedores y las entidades del sector. Unas referencias imprescindibles, ya que todav¨ªa se siguen creando centros residenciales a golpe de promesa electoral¡±, reivindican desde la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

Aseguran que frente a estas pr¨¢cticas debe prevalecer una planificaci¨®n racional, de manera que, si hay que construir nuevos centros, se haga all¨ª donde viven las personas que las necesitan y sus familiares, ya que la sociedad demanda que las residencias sean aut¨¦nticos servicios de proximidad.