Tentaci¨®n en la maleta
La frase "cuanto mayor es la espera, m¨¢s irreal parece el acercamiento" sirve de anclaje o pauta a este
pas de trois femenino
no exento de cierta dulce perversi¨®n y erotismo. Tambi¨¦n se explica: "Cuando tocar se convierte en lenguaje entre lo real o lo imaginado, resulta ir¨®nico seguir manteni¨¦ndose reacio". Tres mujeres j¨®venes y una circunstancia de encuentro en apariencia casual. Dos de ellas llevan maletas y
la tercera un sospechoso malet¨ªn de ejecutivo, ese recurrente s¨ªmbolo del viaje a ninguna parte y que aparece desde hace a?os en la escena de danza aqu¨ª hace de cuerpo m¨®vil:
la maleta se abraza,
se hurga y se abandona.
Sobre esa dramaturgia
de situaci¨®n, la acci¨®n se divide en variaciones muy bailadas contra secciones de pantomima y de silencio revestidas de un humor corrosivo y franco, donde se toca la seducci¨®n, el roce, la excitaci¨®n y por fin, alguna forma esmerada y sutil de posesi¨®n o conquista. Los besos que al principio son robados y po¨¦ticos, luego dan paso al desconcierto, o quiz¨¢, a una complicidad no explicitada.
IRON?A
Direcci¨®n, baile y coreograf¨ªa: Carmen Fumero (con Nicol¨¢s Rambaud); luces: C. Ballesteros. Con Laura Miralb¨¦s y Mar Rodr¨ªguez. Teatro Pradillo. Hasta el 18 de diciembre.
Hipot¨¦ticamente, las chicas urbanas, desinhibidas, autosuficientes y respondiendo al targer erasmus se embarcan en un imaginario donde se ofrecen desde una gominola en forma de coraz¨®n rosado a la p¨¦rdida de los papeles (metaf¨®rica y literalmente). Si las chuches quieren significar algo m¨¢s que la manzana del ¨¢rbol del bien y del mal, cada espectador puede armarse su propio desenlace. Lo cierto es
que las int¨¦rpretes, razonablemente virtuosas y bien entrenadas, terminan unidas bajo un foco cenital, y eso tras una obsesiva repetici¨®n de las secuencias de encuentro, como si se rebobinara
una cinta defectuosa.
En Iron¨ªa hay inventiva cor¨¦utica, pero la estructura no est¨¢ cuajada del todo; son demasiado largos los tr¨¢nsitos entre las escenas participativas
y hay una indecisi¨®n que juega en contra del producto, la misma que habita el collage musical.
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