"Aiete pretend¨ªa dar salida a una ETA derrotada"
Cuando ETA anunci¨® su renuncia definitiva a la violencia, Rafael Aguirre se alegr¨® por el alivio de miles de personas amenazadas, pero su sensaci¨®n fue "agridulce" y hoy, de regreso de un viaje a la universidad de Granada, considera p¨¦sima la gesti¨®n final del terrorismo. Sus cr¨ªticas se centran en la reuni¨®n de la denominada Conferencia de Aiete y en la "deslealtad" del presidente Zapatero, as¨ª como en la postura de parte de la Iglesia durante d¨¦cadas, advirtiendo que "en la visi¨®n del pasado nos jugamos la dignidad de nuestro futuro".
Pregunta. ?Cu¨¢l fue su primera reacci¨®n y su reflexi¨®n despu¨¦s de conocer el comunicado de ETA anunciando el cese de su actividad violenta?
Respuesta. No supuso ninguna sorpresa. Era un paso no inretrasable dado el plan que se hab¨ªa dado el abertzalismo radical. La sensaci¨®n fue agridulce. Me alegr¨¦ por el alivio de miles de personas amenazadas. Se me revivi¨® toda la historia de dolor y me sent¨ª especialmente solidario con las v¨ªctimas. Percib¨ª que se abr¨ªa una nueva etapa en la pol¨ªtica vasca. De forma inmediata me pareci¨® rid¨ªculo y macabro el espect¨¢culo de aquellos tres encapuchados, con una escenograf¨ªa esperp¨¦ntica. Peor que no entregar las armas es que no daban la cara. Es el ocultamiento del delincuente, de quien no puede presentarse abiertamente porque su historia es una verg¨¹enza. Que entreguen las armas s¨ª, pero, sobre todo, que se quiten las capuchas, que den la cara y asuman la responsabilidad por lo que han hecho.
"Peor que no entregar las armas es que no daban la cara, encapuchados"
El PSE tiene muchos electores potenciales, pero pocos incondicionales
"En la visi¨®n del pasado nos jugamos la dignidad de nuestro futuro"
"El viraje pastoral se ve en volcarse en lo espec¨ªficamente religioso"
P. El comunicado, posterior a la reuni¨®n de Aiete, parece responder a un gui¨®n perfectamente elaborado por los que intentan imponer su tesis de que ellos han tra¨ªdo la paz y conseguido el cese de la violencia. ?Qu¨¦ represent¨® el encuentro de Aiete en toda esta estrategia?
R. El encuentro de Aiete me pareci¨® el acto culminante de un puro teatro, una payasada, que pretend¨ªa dar una salida a una ETA derrotada. Unos pol¨ªticos jubilados (menos un amigo), que prestan sus servicios a empresas de paradiplomacia, fueron meras comparsas que leyeron un libreto escrito por los contratantes batasunos. No se daba una salida de emergencia a ETA, sino que se le pon¨ªa un arco de triunfo. Para favorecer a los etarras que quer¨ªan acabar con el terrorismo sobre los que deseaban continuar con las armas, se les brindaba una victoria pol¨ªtica. En la declaraci¨®n se ped¨ªa "el cese definitivo de la actividad de ETA", pero aceptando la teor¨ªa del conflicto ("la ¨²ltima confrontaci¨®n armada en Europa", se dec¨ªa), se les daba una resonancia internacional y se perge?aba el itinerario futuro que complac¨ªa al abertzalismo radical. Es evidente que la presencia de las personalidades extranjeras no era posible sin la connivencia del Gobierno espa?ol. Cabe suponer que la declaraci¨®n cont¨®, al menos, con su tolerancia. En resumen, fue una verg¨¹enza, que deterior¨® gravemente la imagen del gobierno vasco y supuso una gran ofensa a las v¨ªctimas. Ha sido p¨¦sima la gesti¨®n final del terrorismo.
P. ?Cree que el final de la violencia de ETA ha provocado disfunciones en las filas socialistas vascas, tanto por la reuni¨®n de Aiete como por la postura del Gobierno de Zapatero?
R. Desconozco totalmente las interioridades del PSE-EE, pero creo que Zapatero ha sido muy desleal con el Gobierno vasco. Su pol¨ªtica territorial ha sido err¨¢tica y sus intereses inmediatos han prevalecido sobre lo que hubiese sido una verdadera pol¨ªtica de Estado: apoyar el asentamiento en Euskadi de una pol¨ªtica basada en la ciudadan¨ªa y en la superaci¨®n tanto del frentismo como del etnicismo, hacer ver las ventajas de un Gobierno vasco que no basa su actitud en el enfrentamiento con Espa?a, sino en el entendimiento y colaboraci¨®n. Tengo amigos socialistas que consideran que lo de Aiete fue err¨®neo y vergonzoso, pero el presidente de su partido era uno de sus principales valedores. El PSE tiene muchos electores potenciales, pero pocos incondicionales. En la diversidad de su electorado est¨¢ su fuerza y su flaqueza. Da la impresi¨®n de que hay tendencias muy diferentes en el interior del socialismo vasco, que saldr¨¢n a la luz a medida que tengan que perfilar su estrategia cuando se acerquen las elecciones auton¨®micas.
P. Si volvemos a los or¨ªgenes de esta tragedia, veremos c¨®mo se lleg¨® a pensar que ETA representaba la lucha antifranquista sin tener en cuenta el dolor que causaba. Se lleg¨® a la complacencia, al silencio, al miedo durante muchos a?os. Ante esta postura colectiva, ahora, se nos dice que esta sociedad ha derrotado a ETA. ?Comparte esta afirmaci¨®n?
R. Quien ha derrotado a ETA ha sido el Estado democr¨¢tico y constitucional, tan denostado por el nacionalismo vasco. Es falso decir que la sociedad vasca ha derrotado a ETA. En su momento, en esta sociedad, hubo apoyo y, sobre todo, comprensi¨®n y hasta simpat¨ªa. Despu¨¦s, las cosas fueron cambiando. Pero, salvo en momentos espor¨¢dicos y ef¨ªmeros, ha predominado el pasar de largo, el no querer enterarse, el ceder ante el chantaje (que pod¨ªa ser grande o peque?o, como las huchas y colectas en las tiendas de muchos pueblos) y, hasta hace bien poco, la indiferencia ante las v¨ªctimas. Pasa como con el franquismo: ahora parece que todos estuvieron contra Franco, pero la verdad es que los que realmente lo est¨¢bamos nos encontr¨¢bamos muy solos. Ahora va a pasar lo mismo, ya estamos viendo la recolocaci¨®n ante ETA y, de formas distintas, se percibe un corrimiento general de falsedad para lavar las historias personales y grupales de complicidad, silencio e indiferencia.
P. ?C¨®mo explica el ¨¦xito electoral logrado por los radicales abertzales el pasado 20-N, cuando la coalici¨®n Amaiur, todav¨ªa, no ha condenado la violenta trayectoria de ETA, y se nos habla de "alternativa democr¨¢tica"?
R. No soy experto en estas cuestiones, pero despu¨¦s de lo de Aiete no hac¨ªa falta ser profeta para anunciar un tsunami nacionalista y radical. Diversos factores explican el ¨¦xito de Amaiur: el juego del victimismo; la derrota de ETA se ha revertido en el protagonismo de sus postulados pol¨ªticos; durante muchos a?os el nacionalismo proetarra ha tejido una red de socializaci¨®n que ha penetrado mucho en la sociedad vasca comenzando por la ense?anza; recogen tambi¨¦n los frutos de la radicalizaci¨®n general del nacionalismo con Ibarretxe. Quiero a?adir dos cosas: un partido puede ser legal, pero inmoral, y el conglomerado que es Amaiur, en contacto con la realidad pol¨ªtica, evolucionar¨¢ con rapidez y probablemente de formas diferentes.
P. ?C¨®mo se puede abordar el tema del relato y lograr que este dignifique la memoria de las v¨ªctimas?
R. Asistimos, ya, a una pugna por ver qu¨¦ relato va a prevalecer sobre estos 40 ¨²ltimos a?os en el Pa¨ªs Vasco. ?Se va a contar la historia haciendo del movimiento etarra la partera de una Euskadi m¨¢s libre y justa? ?Se va a contar desde el punto de vista de las v¨ªctimas, que lo fueron, porque en ellas un movimiento fan¨¢tico y totalitario quer¨ªa amedrentar y chantajear a una sociedad democr¨¢tica? En la visi¨®n del pasado nos jugamos la dignidad de nuestro futuro. En una sociedad democr¨¢tica no se puede imponer un relato can¨®nico. Habr¨¢ diversas valoraciones, pero tiene que haber algunos elementos comunes: ETA fue una aberraci¨®n moral y absolutamente injustificable; no se puede convertir a los victimarios en h¨¦roes; a las v¨ªctimas del terrorismo se les debe memoria y justicia; el proyecto en cuyo nombre se mat¨® y atent¨® es inmoral por fan¨¢tico y etnicista. Como digo, despu¨¦s ir¨¢n surgiendo relatos diversos a lo largo del tiempo, no necesariamente contrapuestos.
P. En todas estas d¨¦cadas la Iglesia ha tenido un indudable protagonismo. ?Cu¨¢l fue su compromiso en la ideologizaci¨®n de los etarras al principio y su papel posterior ante la violencia y los asesinatos?
R. ?Vaya cuesti¨®n compleja y conflictiva! Creo que la descristianizaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, sobre todo en determinadas zonas, no ha sido un proceso de secularizaci¨®n como en otros lugares de Europa, sino que ha dado nacimiento a una religi¨®n de suplencia, que absolutizaba la naci¨®n vasca. Y ten¨ªa sus ritos, sus mitos y sus cl¨¦rigos. En general, creo que se puede decir que el predominio batasuno es especialmente notable en zonas de muy acendrado fervor religioso anta?o. En cuanto a la Iglesia hay que decir que es un cuerpo muy plural. Durante mucho tiempo las voces oficiales fueron t¨ªmidas en la condena del terrorismo (sol¨ªan evitar esta palabra); contribuyeron a la perversa teor¨ªa de dos violencias enfrentadas y equidistantes; sobre todo no tuvieron lucidez y valent¨ªa para descubrir y denunciar una ideolog¨ªa idol¨¢trica, excluyente y etnicista, que estaba detr¨¢s de ETA. Las v¨ªctimas, muchas muy religiosas, sufrieron mucho con la actitud de estas actitudes oficiales de la Iglesia y mucho cristianos compart¨ªamos su dolor y sent¨ªamos un gran malestar, que era muy duro manifestar. Pero no hay que hablar solo de los obispos. Organismos representativos diocesanos tampoco supieron estar a la altura. La Universidad debe ser pionera en la defensa de los valores morales, pero en Deusto, que es de la Iglesia, fue imposible, durante los a?os noventa, que sus m¨¢ximos ¨®rganos de direcci¨®n condenasen de forma clara y p¨²blica a ETA por mucho que algunos lo intentamos. Despu¨¦s del asesinato del profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Lid¨®n, en el a?o 2001, la actitud cambi¨® radicalmente. Tambi¨¦n es verdad que la Iglesia se ha recolocado en esta cuesti¨®n antes que otras entidades.
P. ?C¨®mo y cu¨¢ndo se produjo este proceso?
R. Fue decisivo el relevo episcopal: el nombramiento de Bl¨¢zquez como obispo de Bilbao y el cambio episcopal en San Sebasti¨¢n. Bl¨¢zquez no dud¨® en presidir los funerales, su postura personal fue inequ¨ªvoca desde el principio e hizo del acercamiento a las v¨ªctimas una prioridad (con delicadeza, sin ninguna publicidad, de forma constante). Un elemento importante del viraje pastoral que ha experimentado recientemente la Iglesia en el Pa¨ªs Vasco es un volcarse m¨¢s en lo espec¨ªficamente religioso sin preocuparse tanto de conservar una imagen ante el mundo abertzale que le pudiera acreditar como mediadora en hipot¨¦ticas gestiones futuras.
Rafael Aguirre
Rafael Aguirre (Bilbao, 1941) es te¨®logo, biblista y catedr¨¢tico em¨¦rito de la Facultad de Teolog¨ªa de Deusto, donde sus clases dejan huella entre el alumnado. Sigui¨® durante a?os estudios de Teolog¨ªa y Biblia en Roma, los primeros en la Universidad Gregoriana, coincidiendo con el Concilio Vaticano II, en octubre de 1962, en una etapa que jam¨¢s olvida. Prol¨ªfico autor de libros y ensayos desde hace d¨¦cadas, es articulista e imparte numerosas charlas. Pionero en la aplicaci¨®n de las ciencias humanas y sociales a la ex¨¦gesis, fue presidente de la Asociaci¨®n B¨ªclica Espa?ola.
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