Una pol¨ªtica imprevista que ascendi¨® a la sombra del l¨ªder
Lleg¨® a la pol¨ªtica por casualidad. Era una brillante abogada del Estado en Le¨®n cuando envi¨® su curr¨ªculum a Paco Villar, recientemente fallecido, y entonces jefe de gabinete de Rajoy. A Villar le gust¨® y la llam¨®. Se fue en autob¨²s a Madrid y ¨¦l la fich¨® en el acto para el equipo del entonces ministro de Administraciones P¨²blicas. Ni era del PP ni ten¨ªa trayectoria pol¨ªtica. Algunos no descartan que hubiera votado al PSOE alguna vez. Pero era eficaz y discreta, dos cualidades muy apreciadas por Rajoy. Enseguida fue ascendiendo en la confianza del l¨ªder gracias a su especialidad: preparaba como nadie los papeles para "el jefe". Organizada, trabajadora y absolutamente fiel, es una aut¨¦ntica creaci¨®n pol¨ªtica de Rajoy y Villar. Un ap¨¦ndice del l¨ªder.
Gran organizadora, es una creaci¨®n pol¨ªtica de Rajoy y su jefe de gabinete
En 2004, Rajoy acababa de ser elegido sucesor de Aznar. Apenas ten¨ªa fieles. No hab¨ªa marianistas. Hab¨ªa heredado casi todo de Aznar, tambi¨¦n su estructura, su entorno. Casi todos los que le hab¨ªan apoyado frente a Rodrigo Rato en la sucesi¨®n -Eduardo Zaplana, Carlos Aragon¨¦s- eran aznaristas de pura cepa. Rajoy decidi¨® entonces incluir a S¨¢enz de Santamar¨ªa, una desconocida, en el puesto 18 de la candidatura de Madrid. Los resultados fueron malos. Peores de lo esperado. Nadie hab¨ªa contemplado la derrota. Ella no sali¨® elegida. Pero se qued¨® a la espera y entr¨® en el Congreso cuando Rodrigo Rato se fue a dirigir el Fondo Monetario Internacional y corri¨® la lista.
Rajoy empez¨® a dar muestras de que contaba con ella. En el Congreso de 2004, el primero en el que Rajoy ganaba poder, la coloc¨® en la c¨²pula como secretaria de Pol¨ªtica Auton¨®mica. Estaba arriba, pero no en primera fila: nunca fue a las reuniones de maitines, donde se debat¨ªa la alta pol¨ªtica del PP. All¨ª segu¨ªan habiendo trajes y corbatas: siete hombres, veteranos exministros, a los que se sumaba Alberto Ruiz Gallard¨®n. Pero ella ascend¨ªa en la sombra. Siempre con eficacia, trabajo y discreci¨®n -y con muy poco perfil pol¨ªtico, huyendo de los titulares y sobre todo de las pol¨¦micas, como hab¨ªa aprendido de su jefe- fue creciendo. Siempre a la sombra del l¨ªder, recorri¨® toda Espa?a para conocer el partido. Y se hizo respetar con su especialidad: los papeles y la asesor¨ªa discreta. La resoluci¨®n de problemas.
Hasta que en 2008 Rajoy decidi¨® romper con el aznarismo y la nombr¨® su portavoz parlamentaria. Una mujer joven que se hab¨ªa casado por lo civil en Brasil y promet¨ªa y no juraba su cargo de diputada daba una imagen de modernidad opuesta al PP tradicional. "Todo el mundo tiene derecho a una oportunidad", dijo Rajoy el d¨ªa que la nombr¨® ante las miradas esc¨¦pticas de los veteranos.
Sin arriesgar casi nunca y sin mojarse pero con mucho trabajo -estudiaba a conciencia sus intervenciones de control al Gobierno- ha ido consolidando su buena imagen. Primero logr¨® varios ¨¦xitos parlamentarios frente a Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, a la que desquiciaba con su estilo acusador. Poco a poco, los veteranos empezaron a asumir la realidad: ella ten¨ªa el poder en el Grupo y decidi¨® ejercerlo. Eso s¨ª, siempre con cautela para no pisar charcos, evitando preguntas comprometidas ante la prensa. Ahora, cuando acaba de ser madre, le llega el momento de la verdad. Nadie duda de su capacidad de trabajo y tes¨®n. Pero a¨²n no se ha puesto a prueba a¨²n su nivel pol¨ªtico en un Gobierno. Ahora tendr¨¢ el poder de verdad, no el de la oposici¨®n. Y mucho. Deber¨¢ ejercerlo en circunstancias dif¨ªciles y lidiar de nuevo con muchos veteranos. Es un reto enorme. Y esa es precisamente su especialidad.
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