Bela Lugosi vive
Queda claro que 2011 ha sido un a?o acelerado. Todas las cosas posibles han pasado. Un desastre natural en Jap¨®n con una central nuclear dando muestras de administraci¨®n y pol¨ªticas subdesarrolladas. Bin Laden asesinado en un complejo de viviendas en un barrio residencial en las afueras de Islamabad. Strauss Khan envuelto en un turbio asunto de cambio de s¨¢banas en un hotel de lujo en Nueva York. Las primas de riesgo convirti¨¦ndose en sospechosas habituales. Cambios en el Museo de Cera. Expresidentes auton¨®micos escuch¨¢ndose a s¨ª mismos llamar amiguitos del alma a quien desear¨ªan no haber conocido jam¨¢s. Una familia real que no cena unida en Nochebuena. En fin, 2011 ha sido convulso.
El ¨¦xito de las Monster High supone una dulce venganza al gobierno de Rajoy tras tanta burla del 'look' g¨®tico de las ni?as de Zapatero
Pero cuando cre¨ªamos que ya no gan¨¢bamos para sustos, han aparecido las Monster High; unas mu?ecas, no de cera, sino de pl¨¢stico chino, que convierten a los padres en esclavos de los deseos monstruosos de sus hijas. Las Monster High son g¨®ticas, oscuras, vamp¨ªricas y, a ojos de muchos, muy parecidas al look precursor de las hijas del presidente Zapatero cuando asombraron con sus trajes Halloween en la Casa Blanca. Estas mu?ecas Monster High (que podr¨ªan traducirse como "Instituto de Monstruos" y tambi¨¦n como "Monstruos en coloc¨®n") se han agotado en grandes almacenes ante la exigencia de menores entre 5 y 11 a?os, que las miran como nuevas hero¨ªnas para estos tiempo dif¨ªciles. Su ¨¦xito viene a lanzar una suerte de profec¨ªa o dulce venganza al Gobierno de Rajoy. Tanto burlarse del look g¨®tico de las ni?as de Zapatero y ahora resulta que en la nueva etapa ser¨¢ el aspecto hipercomercial que Mattel impone a las mu?ecas de sus hijas.
?Qu¨¦ est¨¢ pasando para que regrese este look siniestro? Mirando ligeramente hacia atr¨¢s, sin ira, el g¨®tico, el oscuro, surgi¨® de la semilla del punk en los a?os ochenta, quiz¨¢ un poco antes en Inglaterra, que como siempre se adelanta a todo, incluido el distanciamiento con el euro. Esos primeros ochenta anunciaban un horizonte rico, pero todav¨ªa se respiraban los miedos de la recesi¨®n. Lo dark, g¨®tico u oscuro siempre surge en momentos bisagra, cuando cambias de un estadio a otro. Exactamente como ahora, que pasamos del gobierno triste al gobierno sensato; del Querido L¨ªder al Brillante Camarada; de estar en la zona de la familia real a la de los deportistas en el justiciero Museo de Cera. Por eso vuelve lo dark y triunfan las Monster High, porque en ¨¦pocas de cambio queremos aferrarnos a cosas que tienen probada inmortalidad y un marketing agresivo. Y hoy d¨ªa, nada como los vampiros de siempre. El a?o que viene ya no celebraremos siquiera la Navidad, sino que todo el invierno ser¨¢ un largo Halloween con los dinosaurios definitivamente extinguidos.
Las Monster High son unas mu?ecas no necesariamente bonitas. Son, igual que 2011 y lo que venga, inquietantes. Delgadas, escu¨¢lidas como el propio a?o que termina, p¨¢lidas, aferradas a ese aspecto entre enfermizo e hipnotizante. M¨¢s de un progenitor a?orar¨¢ a los Pok¨¦mon o a Pikachu. Est¨¢ claro que las hijas de Zapatero se adelantaron a la moda, vieron el futuro negro cuando nadie estaba dispuesto a reconocerlo.
En 2011, todo est¨¢ unido. Es curioso que, en Espa?a, Rajoy y, en Corea del Norte, Kim Jong-un, inicien al mismo tiempo un tiempo nuevo, camaradas y disc¨ªpulos de la misma filosof¨ªa: hermetismo y paciencia. Rajoy no es supersticioso, sus Ministerios son 13 y su anuncio coincide con la llegada de 2012, a?o se?alado por los mayas para el fin del mundo. Kim Jong-un, como heredero predilecto, debe estar lleno de man¨ªas. Rajoy tiene el voto popular, Kim Jong-un tiene el bot¨®n nuclear. Rajoy adelgaz¨® para ser presidente, Kim jam¨¢s se ha preocupado por su figura. Ni siquiera evita mostrar ese peinado que mezcla
a Liz Taylor con la cantante y princesa coreana Kimera.
Mientras nos resign¨¢bamos a aceptar la figura de Kim Jong-un, una ruptura sacudi¨® nuestros asientos. Fernando Alonso y Raquel del Rosario anunciaban separaci¨®n. Todos esper¨¢bamos otra separaci¨®n, pero esta confirma que correr y cantar es muy dif¨ªcil. Aunque para demostrar que se puede cantar y bajar escaleras, el Crazy Horse, el m¨ªtico cabaret parisiense, que decide traer sus mu?ecas de carne y hueso a Madrid e instalarse una temporada en los teatros p¨²blicos de la Comunidad. Con mu?ecos por todas partes, en Madrid solo se habla de cent¨ªmetros. 25 es el nombre del nuevo perfume de Nacho Vidal, la estrella porno. Se refiere crudamente a esos cent¨ªmetros que separan la envidia de la admiraci¨®n. Veinti¨²n cent¨ªmetros es la distancia que separa un pez¨®n de otro de una bailarina del Crazy Horse. Veinti¨²n cent¨ªmetros es la altura de las Monster High, siempre ofreciendo ese nuevo tipo de belleza, p¨¢lida, inquietante pero asimilable. Como el aspecto de ese Bela Lugosi, que fue el primer Dr¨¢cula franquiciado. Veremos al final c¨®mo este look de mu?eca se apodera del aspecto de las ni?as de esta nueva generaci¨®n. Recuerdan, en el fondo, al nuevo l¨ªder norcoreano sometido a una estricta dieta de soja y arroz blanco. A lo mejor ¨¦l mismo se vuelve una Monster High y logra esa sensaci¨®n de que al ser el Brillante L¨ªder tambi¨¦n tiene la cabeza brillante.
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