El pr¨ªncipe de la rumba
Chacho, reverso mel¨®dico del rey Peret, regresa con un nuevo disco 34 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima grabaci¨®n
En el imaginario de la rumba catalana, el de Chacho (Josep Maria Valent¨ª, Barcelona, 1940) es nombre de leyenda, rodeado, incluso, de cierta aura misteriosa: representaba la rumba mel¨®dica surgida de la calle de la Cera, la m¨¢s rom¨¢ntica y elegante, y en lugar de rasgar la guitarra, como parece de rigor, ¨¦l interpretaba al piano. Adem¨¢s, su voz resultaba inigualable. Chacho era el contrapunto contenido de su amigo Peret (ambos trazaron los ra¨ªles sobre los que se desarrollaron las principales escuelas del g¨¦nero). Se retir¨® de las grabaciones en 1977 y nunca m¨¢s se supo.
Hoy, cuando sus viejos vinilos (nunca reeditados en CD) cotizan bien al alza entre los coleccionistas, explica con tranquilidad que se retir¨® porque en su ¨²ltima discogr¨¢fica, Ariola, le ense?aron sin contemplaciones la puerta de salida: "A m¨ª, a Felipe Campuzano, a Ovidi Montllor y a algunos m¨¢s nos echaron en lo que fue una jugada muy fea. Me habr¨ªa gustado seguir grabando, pero no me preocup¨¦. Me llamaron de Movieplay, pero no cuaj¨®. Adem¨¢s, para entonces el negocio del disco hab¨ªa cambiado mucho, as¨ª que segu¨ª solo en directo: en Barcelona estuve 27 a?os en la sala Las Vegas, y luego pas¨¦ a la Marab¨², donde estuve hasta 1994, pero por las noches el ambiente ya no era igual, hab¨ªa mucha droga, cog¨ª miedo y aquel a?o me retir¨¦".
"Entonces, la noche se llen¨® de droga, cog¨ª miedo y en 1994 dej¨¦ de actuar"
"Los escenarios han sido mi vida y los echaba de menos"
Hasta que hace unos tres a?os, animado por el dise?ador, dj y estudioso de la rumba Txarly Brown regres¨® a los escenarios. "Han sido mi vida y los echaba de menos". Su vuelta, producida por Brown, se llama Primer ministro de la rumba, en el que relee, 34 a?os despu¨¦s de grabar por ¨²ltima vez y en compa?¨ªa de j¨®venes instrumentistas, algunos de esos cl¨¢sicos majestuosos que le dieron fama. Aunque, con una sinceridad que le honra, explica que no ha quedado muy contento de los arreglos, en los que no hay piano, tan esencial en su sonido. Transige con todo, con las remezclas que se han incluido, pese a que los ve "un poco raros". "Pero es lo que hay que hacer y m¨¢s en una situaci¨®n actual en la que la mayor¨ªa de cantantes no tienen ni casa de discos. Mientras no se haga el rid¨ªculo, est¨¢ bien".
Estudi¨® piano en el Conservatorio del Liceu. "Pero era muy mal estudiante, y lo tocaba de o¨ªdo. En los dos primeros discos no met¨ª el piano, pero para el tercero, mi primo, el guitarrista Andr¨¦s Batista, me dijo: 'Si no tocas el piano, no te acompa?o a grabar, palabra'. Y entonces empec¨¦ a tocarlo. Fue por ¨¦l por quien comenc¨¦ a meter piano en nuestra rumba". Desde entonces, sus discos aparecer¨ªan rotulados como El piano de Chacho y sus rumbas, como un signo distintivo en un g¨¦nero en el que la guitarra espa?ola es color de bandera.
Pero a sus 71 a?os, no quiere vivir del pasado y ya tiene grabado un segundo ¨¢lbum con arreglos orquestales. Es consciente, con todo, de que su voz no es la que era. Hoy luce m¨¢s madura, mantiene ese magnetismo de anta?o, con aquellas inesperadas afon¨ªas que son parte de su abecedario.
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