El maestro del kung-fu moderno

A Alfonso Valc¨¢rcel (Pontevedra, 1977) siempre le gustaron las pel¨ªculas de artes marciales. Como muchos ni?os de su generaci¨®n, practicaba taekwondo en el colegio. Pero tambi¨¦n jugaba al baloncesto. "No pod¨ªa estar a todo", confiesa. A los 18 a?os su familia se mud¨® a Sanxenxo, donde reside desde entonces. All¨ª, Valc¨¢rcel no encontr¨® ning¨²n equipo y tuvo que dejarlo. Para seguir haciendo deporte se meti¨® en un gimnasio. "Y lo que hab¨ªa, era wushu", recuerda. "Al principio, yo tambi¨¦n me pregunt¨¦ qu¨¦ era eso. Empec¨¦ a preparar el tema, se me daba bien y segu¨ª... Hasta hoy". O mejor, hasta el pasado mes de octubre, cuando logr¨® una medalla de plata en el campeonato del mundo disputado en Turqu¨ªa.

Compite sin ayudas internacionalmente: "Los torneos me han costeado el viaje"

Desde 1996 ha ganado todos los campeonatos de Espa?a menos uno

El wushu tiene siglos de antig¨¹edad y significa, literalmente, artes marciales. Es un t¨¦rmino mucho m¨¢s preciso que kung-fu, que se traduce como habilidad. Aunque en la pr¨¢ctica, son lo mismo. "Hace 50 o 60 a?os era kung-fu, pero al modernizarse, cambi¨® de nombre y pas¨® a llamarse kung-fu moderno o contempor¨¢neo. Wushu, en una palabra", explica Valc¨¢rcel.

Se trata de un deporte de exhibici¨®n y de contacto a la vez. Por un lado, la rutina: movimientos que simulan una pelea. Por otro, el combate. "Es parecido al kickboxing, vamos a pegar y nos damos bien. No tiene nada que ver con el k¨¢rate o el taekwondo, que tambi¨¦n se tocan pero van m¨¢s al punto", explica el luchador. "Tenemos que usar la cabeza: saber c¨®mo y cu¨¢ndo golpear". A diferencia de otras disciplinas, si se apoya cualquier parte del cuerpo que no sean los pies en el suelo, se considera ca¨ªda y son puntos para el rival. Las peleas se pueden ganar a los puntos o por fuera de combate.

Desde que Valc¨¢rcel comenz¨® a competir, no ha dejado de ganar torneos. "No s¨¦ cu¨¢ntos pueden ser", reconoce al otro lado del tel¨¦fono. "Desde 1996, creo que he ganado todos los campeonatos de Espa?a menos uno, que me lesion¨¦". Seg¨²n la nota de prensa del Ayuntamiento de Soutomaior, que el pasado 26 de octubre le concedi¨® la Medalla Conmemorativa al M¨¦rito Deportivo, Valc¨¢rcel ha ganado 12 campeonatos de Espa?a y dos campeonatos de Europa. Adem¨¢s, tambi¨¦n ha conseguido dos medallas de bronce en campeonatos mundiales y otras dos medallas de bronce en campeonatos europeos. Pero sus ¨¦xitos sobre el tatami no ocultan las miserias por las que dice pasar desde siempre.

"Cuando peleo en el extranjero y me ven el quimono con el escudo de la federaci¨®n, preguntan: '?Judo?", explica Valc¨¢rcel. El wushu es un deporte asociado. Oficialmente, pertenece a la Federaci¨®n Espa?ola de Judo y Deportes Asociados. "No tenemos presupuesto propio para organizar veladas o desplazar luchadores a campeonatos internacionales", se lamenta el luchador. "F¨ªjate como es nuestra situaci¨®n, que, en ocasiones, me han invitado a torneos internacionales y la propia organizaci¨®n me ha pagado el desplazamiento y la estancia. He ganado medallas, pero a mi vuelta, la federaci¨®n no las reconoce". Las que s¨ª le pagan son las de los campeonatos internacionales. "Imagino que no ser¨¢ al mismo precio que las de judo, pero bueno, ya que ganas, por lo menos sea para algo", se consuela.

Al no ser deporte ol¨ªmpico, no hay posibilidad de acogerse al plan ADO. "Si no lo somos, no ser¨¢ por falta de ganas", explica. La federaci¨®n china lo intent¨® en Pek¨ªn 2008. "Es el deporte nacional en China y no fueron capaces. Lo que s¨ª consiguieron fue habilitar un pabell¨®n en la misma villa ol¨ªmpica donde se disput¨® un campeonato paralelo a los Juegos Ol¨ªmpicos". Por el momento, el C¨®mit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional no considera oportuno incluir m¨¢s deportes de contacto.

Valc¨¢rcel no se dedica exclusivamente al wushu: prepara oposiciones a la Polic¨ªa Nacional y tambi¨¦n practica kickboxing y full contact para mantenerse en forma. "No puedo competir con rusos o chinos que tienen 30 peleas al a?o si yo apenas llego a las tres", se lamenta. El futuro de Valc¨¢rcel en el wushu tiene fecha de caducidad: los 35 a?os. "Esa es la fecha l¨ªmite". Entonces, acabar¨¢ su peregrinaje por los gimnasios. En la actualidad va a uno en Arcade y a otro en Vigo. "De ir, hay que ir a los mejores". De vez en cuando, tambi¨¦n acude al gimnasio de un amigo en Pontevedra. Cuando no pueda seguir compitiendo, tambi¨¦n acabar¨¢n sus problemas de peso. "Compito en la categor¨ªa de 90 kilos, pero me cuesta mantenerlos. Estoy m¨¢s cerca de los los 95", confiesa. Podr¨ªa subir de peso, pero correr¨ªa el riesgo de encontrarse con luchadores de 20 o 30 kilos m¨¢s que ¨¦l. "No me hace ninguna gracia pegarme con ellos", confiesa entre risas.