Villancicos por la integraci¨®n
Mujeres gitanas y palmeros payos recorren el Casco Viejo de Bilbao entonando canciones navide?as t¨ªpicas adaptadas a la cultura cal¨¦
"Queremos la integraci¨®n y ponemos este granito de arena". ?scar Bizarraga es vicepresidente de la Asociaci¨®n Sociocultural Gitana Kale Dor Kayiko y uno de los responsables de que las calles del Casco Viejo bilba¨ªno sirvieran ayer de escenario a un coro muy especial: gitanos con panderetas entonando villancicos de ritmos "rumberos" y payos acompa?¨¢ndoles con las palmas.
Todo empez¨® cuando a varios miembros de la Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas Sim Rom¨ª se les ocurri¨® la idea de entonar villancicos por la calle al estilo cal¨¦. Lo siguiente que hicieron fue ponerse en contacto con Casimiro Amaya, m¨¢s conocido como el Tio Moro, profesor de palmas para payos y tambi¨¦n miembro de Kale Dor Kayiko. Le propusieron que sus 20 alumnos participaran en la iniciativa mostrando los conocimientos adquiridos en sus clases.
El objetivo principal era tratar de acercar ambas culturas con m¨²sica
Los nervios de unos y otros se disiparon con la primera de las canciones
"Me encant¨®. Es algo que no se ha hecho nunca. Villancicos adaptados a los estilos de la rumba y el tango. ?Estoy seguro de que somos los primeros!", se?ala Amaya. El brillo de sus ojos y una enorme sonrisa revelaban su felicidad por el ¨¦xito de la convocatoria: numerosos payos palmeros y cantaores gitanos de todas las edades acudieron a las 18:30 horas a la iglesia San Nicol¨¢s, punto de partida de un itinerario que contaba con otras siete paradas en el Casco Viejo: la Plaza Unamuno, la Iglesia de los Santos Juanes, la Bolsa, la Catedral de Santiago, la calle Bidebarrieta, la Plaza Nueva y el Teatro Arriaga.
Los villancicos elegidos eran cuatro: Chacarr¨¢n, Campanas de Bel¨¦n, La Marimorena y Los peces en el r¨ªo. "Les hemos dado un peque?o toque flamenquito, je, je", comenta Amaya. "Los payos tienen much¨ªsima ilusi¨®n, pero los pobrecitos est¨¢n como flanes", a?ade.
Tiene raz¨®n. Dos de sus alumnos, Jos¨¦ y Bego?a, esperan con "cierta inquietud" el momento de empezar a cantar. "Nos apuntamos porque nos gusta el flamenco. Cuando nos propusieron esto pens¨¦: ?la pinta que vamos a tener va a ser como para salir en la tele! Y mira por d¨®nde va a ser as¨ª", dice entre risas Bego?a.
Victoria Gim¨¦nez va a cantar y est¨¢ m¨¢s tranquila. "Son los villancicos de siempre. Bueno, la letra del Chacarr¨¢n est¨¢ adaptada. A m¨ª me gusta, pero vete t¨² a saber. ?A lo mejor acaban tir¨¢ndonos tomates!", bromea. Su compa?era Soraya Motos cree que la Navidad "no ser¨ªa nada" sin los villancicos, por eso est¨¢ "ilusionada". "Creo que a la gente le va a gustar. Se van a sorprender", opina.
Los nervios de unos y otros se disipan cuando entonan la primera pieza. Suena bien. "?Y eso que s¨®lo hemos hecho un par de ensayos!", apunta Amaya. De todos modos, la calidad de la melod¨ªa tampoco importaba demasiado. El objetivo era otro, tal y como resalta Bizarraga: "Se trata, sobre todo, de acercar la cultura gitana por medio de algo tan universal como la m¨²sica".
![Varias de las mujeres gitanas cantan villancicos frente a la Iglesia San Nicol¨¢s.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PUB4IWOTVHIT2F2UCVPGGAVMXM.jpg?auth=f1440215f41b102e942f11d6a8aa4d940dfc9537e9666e8e55b51b877a58d864&width=414)
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