Con noble desd¨¦n

Como ahora ha alcanzado la edad de la segunda inocencia, la duquesa de Alba produce hasta ternura con sus puntillitas y sus canes¨²es y sus colorines vetusto-hippies. La entrevist¨¦ en 1976 y ya era igual: hablaba con parecido tono gangoso y lo que dec¨ªa tambi¨¦n sonaba un poco pintoresco, o sea, que lo suyo no es cosa de los a?os, sino producto de una mismidad recalcitrante. En 2011 se ha hablado demasiado de la duquesa de Alba, que como es obvio tiene todo el derecho a hacer con su vida lo que quiera y pueda; pero lo m¨¢s curioso quiz¨¢ haya sido su entronizaci¨®n como modelo de mujer moderna y libre, cuando se dir¨ªa que en realidad responde al prototipo de la alt¨ªsima aristocracia, de una clase arcaica y obsoleta que siempre se crey¨® por encima de las reglas que constri?en a los humanos. O sea: m¨¢s que rebeld¨ªa, lo que se intuye en ella es la ancestral costumbre de pasarse las normas y las leyes por las narices. Un ol¨ªmpico desd¨¦n contra el que la humanidad lleva luchando unos cuantos siglos.

Rosa Montero es escritora y periodista.