Miles de manifestantes desaf¨ªan a El Asad ante los observadores ¨¢rabes

Siria vivi¨® un nuevo viernes de manifestaciones masivas. Esta vez, adem¨¢s de desafiar al Gobierno, se quiso demostrar a los observadores de la Liga ?rabe el rechazo popular al presidente Bachar el Asad. Fuentes de la oposici¨®n dijeron que al menos 10 personas murieron por disparos de las fuerzas de seguridad y denunciaron el uso de bombas de clavos por parte de la polic¨ªa.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organizaci¨®n opositora basada en Londres, asegur¨® que unas 250.000 personas hab¨ªan salido a la calle en la provincia noroccidental de Idlib. De ser cierta la cifra (la ausencia de periodistas independientes en el pa¨ªs impide la verificaci¨®n), se tratar¨ªa de una movilizaci¨®n muy notable, ya que Idlib tiene 1,4 millones de habitantes.

La Liga ?rabe dice que su misi¨®n no investiga los abusos de las autoridades

Duma, una poblaci¨®n muy cercana a Damasco en la que la misi¨®n de la Liga ?rabe tiene una de sus bases, fue, al igual que en jornadas anteriores, uno de los grandes focos de la protesta. Decenas de miles de personas se congregaron en torno al Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad intentaron dispersarlas con gases lacrim¨®genos; al no tener ¨¦xito, lanzaron "una o dos bombas de clavos", seg¨²n Rami Abdurrahman, director del Observatorio londinense, que hirieron a 24 personas. Abdurrahman dijo que eran cada vez m¨¢s abundantes los testimonios sobre el uso de bombas de clavos por parte de la polic¨ªa en distintas localidades sirias, y agreg¨® que los observadores ¨¢rabes hab¨ªan anunciado que visitar¨ªan a los heridos.

El jefe de la misi¨®n de la Liga ?rabe, el pol¨¦mico general sudan¨¦s Mustaf¨¢ Dabi, intent¨® corregir sus declaraciones del martes sobre lo "tranquilizadora" que le hab¨ªa parecido la situaci¨®n en Homs, una ciudad ocupada por los militares durante cinco meses, sometida a ca?oneo de blindados hasta horas antes de la llegada de los observadores y afligida por la violencia sectaria. En un comunicado, la misi¨®n indic¨® que los comentarios atribuidos a Dabi eran "infundados e inciertos" y anunci¨® que en adelante sus miembros solo se expresar¨ªan por escrito.

El t¨¦rmino empleado por Dabi fue aprovechado, sin embargo, por el Ministerio de Exteriores de Rusia, que respalda al presidente El Asad. "A juzgar por las declaraciones p¨²blicas del jefe de la misi¨®n, la situaci¨®n parece tranquilizadora", dijo el Ministerio en un comunicado.

En la sede central de la Liga ?rabe, en El Cairo, se intent¨® restar trascendencia a la misi¨®n desplazada a Siria. Un miembro de la organizaci¨®n declar¨® a Reuters que los observadores no deb¨ªan investigar la situaci¨®n o hacer un recuento de violaciones de los derechos humanos, sino verificar simplemente si el Gobierno de El Asad cumpl¨ªa o no con el plan de pacificaci¨®n propuesto por la Liga ?rabe.

El plan exige al Gobierno que retire las tropas de las calles, libere a los presos pol¨ªticos, permita la entrada en el pa¨ªs de periodistas y trabajadores humanitarios y abra un di¨¢logo con la oposici¨®n. El Asad asegura que sus soldados y polic¨ªas no se enfrentan a civiles desarmados, sino a bandas terroristas financiadas desde el extranjero (en referencia a Arabia Saud¨ª y a exiliados sirios), y que el conjunto de las fuerzas de seguridad ha sufrido ya m¨¢s de 2.000 muertes. En su ¨²ltimo recuento, la ONU contabiliz¨® m¨¢s de 5.000 civiles muertos, aunque matiz¨® que la cifra real deber¨ªa ser m¨¢s alta porque solo se contaban las v¨ªctimas que hab¨ªan podido ser verificadas.