Perder el poder
La fidelidad y la lealtad lo son todo en pol¨ªtica. El m¨¢s m¨ªnimo atisbo de traici¨®n puede desencadenar guerras fratricidas y condenar al mejor escudero. Pero siempre queda una ¨²ltima palabra por decir
Francisco Granados ha sido uno de los s¨ªmbolos del PP de Madrid en los ¨²ltimos a?os. Ha reunido poder e influencia a la sombra de Esperanza Aguirre, pero en 2011 ha perdido buena parte de ese caudal. El exconsejero de Presidencia, Justicia e Interior ha vivido un a?o aciago. La presidenta de Madrid lo ha apartado de su Gobierno. La historia del ¨²ltimo a?o de Granados resulta parad¨®jica: poco a poco ha ido perdiendo la confianza de Aguirre, mientras que su gran rival pol¨ªtico, Ignacio Gonz¨¢lez, iba sumando encargos.
El a?o pasado, Granados tuvo que lidiar con el caso del espionaje a pol¨ªticos de Madrid, que cay¨® en un limbo jur¨ªdico, por lo que al comenzar 2011 consideraba superado el trance. A?o electoral y el viento a favor. En aquel momento, nada le hac¨ªa suponer que 12 meses m¨¢s tarde tendr¨ªa cerradas las puertas del Ejecutivo regional. Algunos diputados cuentan que todo comenz¨® al descubrirse que la presidenta ten¨ªa c¨¢ncer. Estall¨® la guerra sucesoria. Los dos halcones de Aguirre iniciaron las hostilidades. Granados nunca tuvo opci¨®n.
Al arrancar la precampa?a de las auton¨®micas, el ex secretario general del PP de Madrid trat¨® de elaborar las listas electorales. Pero Gonz¨¢lez no cedi¨®. El vicepresidente supervis¨® una a una todas las candidaturas. Tras ganar los comicios, Aguirre afe¨® a Granados en el discurso de investidura que no se vieran mejoras en la justicia madrile?a. Luego le ofreci¨® ser portavoz del PP en la Asamblea y este lo rechaz¨®. La presidenta lo dej¨® sin cartera. Se quedaba como diputado regional y senador, pero sin cargo.
Llegaron las generales. Aunque la relaci¨®n se hab¨ªa enfriado, Granados segu¨ªa en contacto con Aguirre. En la campa?a electoral se produjo la ruptura definitiva. Granados, como secretario general del PP de Madrid, organiz¨® actos para G¨¦nova al margen de la presidenta. Despu¨¦s de que Mariano Rajoy ganara, la lideresa apart¨® a Granados de su cargo de secretario general. Gonz¨¢lez asumi¨® el cargo. Desde entonces, el exconsejero se ha arrimado a la sede del PP, con la que Aguirre mantiene una particular relaci¨®n. En 2012 el PP de Madrid celebrar¨¢ un congreso y all¨ª se ver¨¢ si la presidenta acert¨® confiando en Gonz¨¢lez y dejando caer a Granados. La historia no ha terminado.
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