Incontestable Messi
El futbolista argentino del Barcelona se supera en cada temporada por su importancia en el juego colectivo y tambi¨¦n por su productividad goleadora
Andrea de Benedetti, periodista italiano al que Leo Messi concedi¨® en abril unos minutos para la revista GQ, acab¨® la conversaci¨®n, largamente esperada, especialmente preparada, con una frustrante confesi¨®n: "Entrevistar hoy al mejor jugador del mundo supone para un reportero lo mismo que para un defensor marcarle en la cancha; al final no sabes en qu¨¦ has fallado".
El magazine de L'?quipe publicaba al mes siguiente un reportaje sobre seis zagueros "crucificados" por La Pulga. Messi m'a tuer [Messi me ha matado] se titulaba un texto en el que los jugadores expresaban su impotencia para detener al delantero del Bar?a. No ten¨ªan palabras para definir su desasosiego y admiraci¨®n.
Wayne Rooney, el mismo futbolista del Manchester United que se hab¨ªa levantado del sill¨®n de su casa para aplaudir el 5-0 que el Bar?a le endos¨® al Madrid en la Liga, se rindi¨®. Esta vez con su equipo, tras perder la final de la Champions en Wembley: "He visto el partido otra vez y son incre¨ªbles. Los azulgrana son, de lejos, los mejores. Quisimos entrar en el encuentro y no pudimos. No supimos c¨®mo atacarles ni c¨®mo combatir al mejor futbolista de todos los tiempos: Messi".
"La grandeza de Leo es que nunca juega un mal partido", resume Johan Cruyff
Ha marcado 55 goles en 57 partidos y es favorito para lograr su tercer Bal¨®n de Oro
La Pulga solo se expresa a partir del bal¨®n, de manera que es mejor recrearse con sus actuaciones en el campo que aguardar sus discursos en la entrega de los premios que se le otorgan, tanto da si es en Italia, Francia o Inglaterra. Argentina, mientras, sigue confundida, porque los hinchas le quieren como un caudillo y despu¨¦s de cada derrota le toman por un ap¨¢trida. No extra?a que hayan empezado la reconquista por su ciudad natal de Rosario con la declaraci¨®n de ciudadano ilustre.
La vida de Messi es previsible y aburrida, obsesionado en dormir cuando no juega, una vez que ni la play ni las series le distraen, circunstancia que explicar¨ªa tambi¨¦n su regularidad en la cancha. O al menos as¨ª lo sostiene el periodista Leo Faccio, uno de los que m¨¢s ha seguido el rastro del jugador, tan talentoso como tozudo. Al respecto es ilustrativo un art¨ªculo de Ramon Solsona publicado en La Vanguardia en el que recordaba el estreno goleador de Messi en un encuentro ante el Albacete, en mayo de 2005, en el Camp Nou. La Pulga marc¨® un tanto de vaselina despu¨¦s de un pase de cuchara de Ronaldinho cuando estaba a punto de cumplirse el tiempo reglamentario. El ¨¢rbitro, sin embargo, anul¨® el gol. La respuesta de La Pulga fue repetir la acci¨®n un minuto despu¨¦s para certificar el triunfo del Bar?a.
"La grandeza de Leo es que nunca juega un mal partido", sintetiza Johan Cruyff. "Lo normal es que se acerque al 9, pero nunca baja del 7". Messi y el Bar?a progresan por igual, mejoran su juego cada a?o, independientemente del n¨²mero de trofeos conquistados. Los azulgrana han ganado cinco de los seis t¨ªtulos en disputa en 2011, uno menos que en 2009, despu¨¦s de perder la final de Copa del Rey contra el Madrid, derrota que provoco el llanto de Messi en el vestuario del Bar?a.
La Pulga se super¨®, y los galardones que recibe, su condici¨®n de favorito para ganar por tercera vez consecutiva el Bal¨®n de Oro el pr¨®ximo lunes, los 55 goles que ha marcado en 57 partidos -el equipo totaliza el r¨¦cord en un a?o de 170- acreditan su consagraci¨®n como n¨²mero uno. La Pulga encuentra con mayor facilidad la porter¨ªa desde que Guardiola le situ¨® como falso nueve, rodeado de Xavi, Cesc e Iniesta, un puesto que ni pintado para un futbolista que descifra el juego sin necesidad de consignas t¨¢cticas ni correcciones sino a partir de su instinto. El gol que le marc¨® a Almunia ante el Arsenal, su actuaci¨®n en el Bernab¨¦u en la semifinal de la Champions o sus exhibiciones en Wembley y Jap¨®n subrayan su jerarqu¨ªa individual e importancia en el colectivo. Messi es el mejor, y como tal le trata el t¨¦cnico y el equipo. Xavi reconoce que no puede estar m¨¢s de cinco minutos sin pasarle la pelota. Los compa?eros le buscan en la cancha y buscan su complicidad en el vestuario. Hay pocos que le diviertan m¨¢s que Pinto y ha ca¨ªdo en gracia a Alexis. "El ¨²nico que se r¨ªe de mis chistes es Leo", dice el extremo. "Vald¨¦s, en cambio, chilla: ?Chileno! Hablas tan r¨¢pido que no te entiendo". Messi es un ni?o, imposible comprenderle desde el punto de vista de un adulto, cada vez m¨¢s admirado en todos los sitios, incontestable.
Benedetti todav¨ªa se ruboriza cuando recuerda que Messi le cont¨® que lo m¨¢s sorprendente que se encontr¨® a su llegada a Barcelona es que "el mar era de color gris y no azul como cre¨ªa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.