Arranca en Iowa la carrera presidencial republicana

Los caucus de Iowa ser¨¢n, ma?ana, la primera oportunidad de despejar el panorama sobre qui¨¦n ser¨¢ el candidato presidencial del Partido Republicano. Alguno o varios de los aspirantes que llevan meses peleando por hacerse con un hueco en el grupo de salida pueden quedar descartados, al tiempo que se espera la confirmaci¨®n de Mitt Romney como el hombre con m¨¢s posibilidades para ser declarado triunfador tras el largo proceso de elecciones primarias que ahora comienza.

En Iowa se cumple, cada cuatro a?os, uno de los ritos de la democracia norteamericana. Con las nieves de enero -este a?o las temperaturas son m¨¢s altas en todo EE UU-, los dos grandes partidos ponen en marcha su maquinaria electoral para decidir el nombre de su l¨ªder. Los dem¨®cratas no votan esta vez puesto que no ha aparecido ning¨²n rival de Barack Obama. Los republicanos s¨ª tienen que escoger a quien crean que es el m¨¢s adecuado para enfrentarse al presidente.

El morm¨®n Mitt Romney parte como favorito de los conservadores

Estos meses pasados han demostrado que el partido de la derecha est¨¢ todav¨ªa lejos de saber qui¨¦n es esa persona. Distintos aspirantes han ido ascendiendo hasta la c¨²spide de las encuestas de forma tan vertiginosa como acababan cayendo. Los nombres de Michele Bachmann, Rick Perry o Herman Cain se han sucedido como favoritos durante determinado tiempo para perder esa condici¨®n en cuanto se sab¨ªa un poco m¨¢s de ellos. Cain incluso tuvo que abandonar la carrera despu¨¦s de hacerse p¨²blicos algunos episodios de su vida sexual.

El ¨²ltimo en ascender fue Newt Gingrich, el expresidente de la C¨¢mara de Representantes, que estuvo al frente de los sondeos durante buena parte del mes pasado, pero se desplom¨® en los ¨²ltimos d¨ªas, en los que fue objeto de un severo marcaje de la prensa y de las cr¨ªticas de sus contrincantes. En la ca¨ªda de Gingrich ha tenido mucho que ver el establishment del Partido Republicano, aterrorizado por la idea de su candidatura presidencial, que comenz¨® a inyectar dinero en la campa?a de propaganda televisiva contra el controvertido personaje.

El declive de Gingrich coincidi¨® con el ascenso de Ron Paul, que se define como libertario y que, con su extremismo contra toda autoridad p¨²blica y contra toda presencia del Estado, es capaz de ganar simpat¨ªas tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda. De Paul, un veterano que ya ha participado antes en otras campa?as presidenciales, gusta su supuesta pureza. Dice lo que piensa, ya sea que Estados Unidos no debi¨® combatir contra Hitler ni participar en cualquier otra guerra internacional o que el Estado no tiene derecho a regular contra el cambio clim¨¢tico. Lleva diciendo esas mismas cosas muchos a?os, y en una campa?a en la que el p¨²blico se queja del exceso de flexibilidad ideol¨®gica de los candidatos, esa cualidad de Paul es hoy altamente valorada.

Junto a Paul, la moda del momento se llama Rick Santorum, el m¨¢s ultra dentro del pelot¨®n de ultras y que ahora ha empezado a sonar como una buena opci¨®n conservadora al supuesto centrismo y moderaci¨®n de Romney. En realidad, toda la campa?a republicana consiste en saber si existe un adecuada alternativa conservadora a Romney o se mantiene al exgobernador de Massachusetts como mal menor.

Iowa puede ser una buena prueba para medir fuerzas. Estado conservador y religioso, el m¨¦todo de votaci¨®n en Iowa refuerza la influencia que los sectores m¨¢s derechistas y militantes del partido ejercen sobre la decisi¨®n final. Los caucus son asambleas populares que se celebran en escuelas, locales comerciales o casas privadas en las que se vota despu¨¦s de un largo y complejo proceso de discusi¨®n y descarte de opciones. Es una reproducci¨®n del modelo de democracia asamblearia que se ejerci¨® originalmente en este pa¨ªs.

Los resultados, probablemente, dejar¨¢n a Romney en buena posici¨®n. Actualmente encabeza las encuestas en Iowa virtualmente empatado con Paul. Romney saldr¨ªa bien parado de esta primera contienda incluso aunque no ganara, puesto que nadie contaba con ello hasta hace poco, dadas la orientaci¨®n conservadora de los votantes del Estado y las sospechas que Romney despierta.

Los m¨¢s revelador que puede salir de Iowa es saber qui¨¦n o qui¨¦nes est¨¢n en mejores condiciones de competir contra Romney en las pr¨®ximas primarias. Actualmente, Bachmann, Perry, Gingrich, Paul o Santorum se pelean por convencer a los electores de que ellos son los verdaderos conservadores. Aquellos que no tengan un buen resultado ma?ana -al menos por encima del 10%- van a quedar en una situaci¨®n muy dif¨ªcil para el futuro. La siguiente cita es, una semana despu¨¦s, en New Hampshire, un lugar menos conservador y en el que Romney ser¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil de batir.