Homenaje a V¨¢clav Havel

Hace pocas semanas muri¨® el expresidente de Checoslovaquia y de la Rep¨²blica Checa, el escritor V¨¢clav Havel. Es de los pocos personajes pol¨ªticos que fueron coherentes con sus creencias y al mismo tiempo eran discretos, nunca tuvo ese af¨¢n de protagonismo y esa egolatr¨ªa que hemos visto en pol¨ªticos contempor¨¢neos, como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o Silvio Berlusconi, Nicolas Sarkozy o Tony Blair.

Havel, anta?o h¨¦roe de la oposici¨®n a la dictadura que llevaba a?os asolando su pa¨ªs, como en todos los de Europa del Este, se recicl¨® en presidente que supo hacer la Transici¨®n a la democracia y sin rencores, imitando la Transici¨®n espa?ola, en lo de tratar de reconciliar el pa¨ªs entero, con sus dos formas de ver la vida, sin amenazar con la c¨¢rcel a los antiguos sicarios de la dictadura (quiz¨¢ porque, como en el franquismo en Espa?a, la mayor¨ªa de sus responsables m¨¢ximos ya hab¨ªan muerto de viejos). Y despu¨¦s de dejar la pol¨ªtica, sigui¨® con su trabajo de escritor, sin estar todo el d¨ªa dando sermones sobre pol¨ªtica y la vida misma, como hacen Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Felipe Gonz¨¢lez.

Por ello se ha sentido mucho su muerte y a su funeral han asistido muchos pol¨ªticos que le conocieron cuando fue presidente o los dirigentes actuales. Este s¨ª es un pol¨ªtico al que llorar al paso de su ata¨²d, y no al s¨¢trapa de Corea del Norte fallecido la semana pasada. Recuerda demasiado a los funerales de Franco.