EE UU afe¨® a Zapatero la decisi¨®n de no aprobar la 'ley Sinde'

El embajador de Estados Unidos en Madrid expres¨® el 12 de diciembre por carta el enfado de su pa¨ªs por la decisi¨®n del expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en el pen¨²ltimo Consejo de Ministros de su mandato, de no aprobar la llamada ley Sinde. En una misiva enviada a La Moncloa, Alan Solomont muestra su "profunda preocupaci¨®n" por la no aprobaci¨®n del reglamento de la norma que persigue la descarga sin autorizaci¨®n en Internet de contenidos protegidos por derechos de autor. "El Gobierno por desgracia ha fracasado a la hora de terminar el trabajo debido a razones pol¨ªticas, en detrimento de la reputaci¨®n y la econom¨ªa de Espa?a", reza la misiva a la que ha tenido acceso EL PA?S.

El embajador Alan Solomont envi¨® una carta conminatoria a La Moncloa

La Casa Blanca tutela la legislaci¨®n 'antipirater¨ªa' espa?ola desde 2007

El representante de EE UU lanza adem¨¢s amenazas nada veladas. Solomont recuerda que Espa?a ya figura en la Lista Especial 301, el ¨ªndice en el que el Departamento de Comercio del pa¨ªs norteamericano apunta a los pa¨ªses proscritos por su mala gesti¨®n en la defensa de la propiedad intelectual. Pero el embajador va m¨¢s all¨¢ y advierte que Espa?a podr¨ªa ser "degradada" todav¨ªa m¨¢s y pasar a formar parte del grupo de "vigilancia prioritaria", la aut¨¦ntica lista negra de "los peores violadores globales de los derechos de propiedad intelectual". Pertenecer a ese club puede acarrear graves sanciones comerciales.

"El Gobierno de Espa?a adquiri¨® compromisos ante los due?os de los derechos y ante el Gobierno de Estados Unidos. Espa?a no puede permitirse ver cuestionada su credibilidad sobre este asunto", afirma Solomont y a?ade: "La rampante pirater¨ªa en Internet da?a la econom¨ªa de Espa?a y sus industrias culturales".

La legaci¨®n estadounidense remiti¨® sendas copias de esta misiva a cuatro miembros del Gabinete de Zapatero: a la entonces ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde; al de Interior, Antonio Camacho; al de Justicia, Francisco Caama?o, y al de Industria, Miguel Sebasti¨¢n.

Diez d¨ªas antes de producirse esta correspondencia, en el pen¨²ltimo Consejo de Ministros, Zapatero decidi¨® por sorpresa (y contradiciendo lo anunciado aquella ma?ana por su ministro de Presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui) no aprobar la controvertida norma. El expresidente lleg¨® a fundamentar su decisi¨®n en la elevada "contestaci¨®n" registrada en la redes sociales de Internet en v¨ªsperas de la reuni¨®n ministerial y en las propias divergencias de parecer que surgieron entre varios miembros del Ejecutivo.

El embajador Alan Solomont, consciente de que todav¨ªa hab¨ªa tiempo para que la norma viera la luz bajo la Administraci¨®n de Rodr¨ªguez Zapatero, conmina al presidente a la aprobaci¨®n de la medida: "Animo al Gobierno de Espa?a a implementar la regulaci¨®n de la ley Sinde de manera inmediata para salvaguardar la reputaci¨®n de Espa?a como un pa¨ªs innovador que hace lo que dice que har¨¢ y como un pa¨ªs que engendra confianza".

Zapatero prest¨® atenci¨®n a las protestas en Internet pero os¨® deso¨ªr la tajante advertencia de Washington, porque la ley Sinde tampoco vio la luz en el ¨²ltimo Consejo de Ministros socialista, celebrado el d¨ªa 16 de diciembre. Finalmente los deseos de EE UU fueron satisfechos por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) que aprob¨® el reglamento de aplicaci¨®n de la norma el 30 de diciembre. Ese mismo d¨ªa trascendi¨® a los medios una carta del presidente de la C¨¢mara de Comercio de EE UU en Espa?a en la que urg¨ªa a Rajoy a que aprobara la ley Sinde.

El papel tutelar de EE UU en el desarrollo de la legislaci¨®n antipirater¨ªa de Espa?a, al menos desde 2007, fue confirmado en diciembre de 2010 con la publicaci¨®n en EL PA?S de los cables diplom¨¢ticos filtrados por Wikileaks. En ellos se mostraba que Washington hab¨ªa ejecutado un plan para conseguir una ley antidescargas a la medida de su industria.

El minucioso proyecto de la Casa Blanca pasaba por influir en el Gobierno y en partidos pol¨ªticos; y tambi¨¦n por encuentros con representantes de las sociedades de gesti¨®n de derechos de autor y con los grupos de presi¨®n de la industria cultural. La correspondencia diplom¨¢tica de la legaci¨®n de Madrid revel¨® incluso una estrecha colaboraci¨®n con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) para la elaboraci¨®n de un listado de webs piratas.

Los telegramas diplom¨¢ticos mostraban adem¨¢s el acuerdo de fondo del PP con la estrategia antipirater¨ªa y las gestiones de ministros y altos cargos del Ejecutivo socialista para que la Embajada de EE UU presionar¨¢ a PP, CiU y PNV para allanar el tr¨¢mite parlamentario de la norma.