Entre baile y baile, el Mirand¨¦s
Con 85 a?os de historia, el peque?o club burgal¨¦s, de Segunda B, es un ejemplo de gesti¨®n
Diez amigos bailan en una conocida discoteca de Miranda de Ebro, La Perejilera. Es 1927 y el local est¨¢ abarrotado, algo habitual en aquellas fechas. En medio de una de las canciones de la ¨¦poca se les ocurre una idea. ?Y si creamos el primer club deportivo de Miranda de Ebro? La propuesta cal¨® en el resto del grupo y al terminar la fiesta se constituy¨® la primera junta directiva del Club Deportivo Mirand¨¦s.
Tras 85 a?os, el equipo que dirige Carlos Pouso se encuentra en uno de sus momentos m¨¢s dulces. L¨ªder del grupo II de la Segunda Divisi¨®n B, en el que solo ha concedido una derrota frente al Alav¨¦s, tras 17 jornadas invicto, y a un paso de colarse en los cuartos de final de la Copa del Rey tras apear primero al Villarreal, y haber noqueado el martes al Racing de Santander (2-0). La gesta ha revolucionado esta peque?a localidad burgalesa, que cuenta con una poblaci¨®n cercana a los 40.000 habitantes, situada en la comarca del Ebro limitando con las provincias de ?lava y La Rioja. Cada semana, cerca de 4.000 personas acuden al Estadio Municipal de Anduva, con capacidad para 6.000 espectadores, para animar al club al que idolatran. "Es una alegr¨ªa cuando ves a un estadio viejo como el nuestro as¨ª de lleno todas las semanas. Aqu¨ª se re¨²ne el 10% del pueblo cada domingo, es una pasada", asegura Ramiro Revuelta, presidente de la entidad durante los ¨²ltimos tres a?os. Con algo m¨¢s de un mill¨®n de euros de presupuesto, el club es para el m¨¢ximo dirigente un ejemplo de gesti¨®n. "Aqu¨ª no hay un mecenas, ni un indio que ponga la pasta. Nuestra responsabilidad es administrar bien la que nos dan los patrocinadores", matiza Revuelta.
El goleador, Pablo Infante, trabaja en una sucursal bancaria en un pueblo
El proyecto deportivo es responsabilidad de Carlos Pouso, un entrenador bilba¨ªno sin pelos en la lengua, a quien en medio de la vor¨¢gine de alegr¨ªa en la que se encuentra el equipo no le tiembla la voz a la hora de apartarse de la foto. "Les doy todo el m¨¦rito a los jugadores, a m¨ª el justo. Motivar a un grupo que se va a enfrentar a jugadores infinitamente mejores que el tuyo no tiene m¨¦rito", justifica al otro lado del hilo telef¨®nico. Conocedor de las dificultades del f¨²tbol modesto tras su paso por el Sestao River, el Eibar y el Guijuelo, antes de recalar hace un a?o en el Mirand¨¦s, Pouso aun se sorprende cuando a final de mes no tiene problemas para cobrar. "Parece que lo normal, sea anormal, pero as¨ª es como se funciona aqu¨ª", comenta con tono relajado. A pesar de no tener ning¨²n convenio firmado con clubes cercanos geogr¨¢ficamente como el Athletic, la Real Sociedad o con Osasuna, existe seg¨²n su presidente "una buena relaci¨®n". "Y generalmente nos nutrimos de varios de los jugadores que ellos descartan", asegura Revuelta. "Es muy dif¨ªcil completar un equipo como este con jugadores de tu provincia", explica Pouso.
A d¨ªa de hoy, jugadores del primer equipo como Pablo Infante, futbolista destacado en los ¨²ltimos partidos, compaginan el f¨²tbol con su trabajo. El bigoleador en Villarreal y azote del Racing atiende desde las ocho de la ma?ana en el mostrador de la sucursal bancaria de Caja C¨ªrculo en Quincoces de Yuso, un peque?o pueblo del norte de Burgos.
Es la filosof¨ªa del Mirand¨¦s, bailar de alegr¨ªa y trabajar, si es posible en el f¨²tbol.
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