Intensidad m¨¢xima, decide Jonas

Intensidad m¨¢xima en Mestalla, en la eliminatoria m¨¢s igualada de los octavos de final, decidi¨® la brillantez de Jonas. La presencia de Banegas contrast¨® con la intrascendencia de Rakitic. Y el estilo del cuadro de Emery lo marc¨® su portero, Diego Alves, tratando de jugar siempre el bal¨®n desde el principio. Al contrario que los pelotazos enviados por un Palop muy seguro, por otra parte, en su vuelta a Mestalla. Pero Navas cambi¨® las tornas. Aceler¨® el paso y el Sevilla equilibr¨® el choque, muy abierto tanto en la segunda parte como en la vuelta del pr¨®ximo mi¨¦rcoles en el S¨¢nchez Pizju¨¢n.

No es la primera vez que le sucede al Sevilla. Acumula mucha gente en su ¨¢rea y... acaba pag¨¢ndolo. Sobre todo si el jugador en funciones defensivas es Negredo, que se trag¨® el amago de Jonas. Igual que, antes de Navidad, se durmiera en la l¨ªnea de gol propiciando el tanto de Nano, el central del Levante. No le sale a cuenta a Marcelino que su goleador pulule cerca de su portero.

Al acumular tanta gente en su ¨¢rea, Negredo volvi¨® a fallar en labores defensivas

La acci¨®n se produjo despu¨¦s de varios c¨®rners consecutivos desde el rinc¨®n izquierdo a cargo de Ever Banega. Del ¨²ltimo qued¨® el bal¨®n en el borde del ¨¢rea, lo caz¨® Miguel antes que Rakitic, le lleg¨® a Mathieu y este lo abri¨® a la izquierda. Jonas se encarg¨® de sentar a Negredo con la zurda y enviar la pelota con la diestra a la escuadra contraria.

El Valencia obtuvo as¨ª una recompensa a su mayor ambici¨®n, concretada en un equipo plantado en el campo sevillista, dirigido por un Ever Banega sobresaliente, secundado tanto por las bandas como por Jonas desde la media punta. Percutiendo a trav¨¦s de sus laterales, con un Miguel resucitado por en¨¦sima vez. O un poderoso flaco izquierdo, donde Mathieu y Jordi Alba, intercambiando constantemente sus posiciones, m¨¢s confiados que nunca, imprevisibles para la defensa contraria.

El Sevilla le cedi¨® mucha cancha al Valencia. Y a pesar de armarse con muchos efectivos cerca de Palop, el conjunto de Marcelino ofreci¨® muchos desajustes defensivos, incorpor¨¢ndose a duras penas en ataque. Lo m¨¢s peligrosos fue el empalme de volea de Negredo, tras un centro desde la derecha de Trochowski, demasiado jugoso para fallarlo. Pero lo fall¨®, en un remate mordido, demasiado cruzado. El Sevilla sigue dependiendo en exceso de Negredo.

Tan poco interesado su equipo en la distribuci¨®n del bal¨®n, Rakitic comenz¨® la segunda parte pifiando un pase muy sencillo con la izquierda. Mal indicio para el Sevilla.

El Valencia sigui¨® mandando tras el descanso, aunque sin concretar los desbordes de Pablo Hern¨¢ndez desde la derecha. Unas veces porque Jonas le arrebat¨® sin querer el cuero a V¨ªctor Ruiz cuando el central catal¨¢n se dispon¨ªa a marcar de cabeza. M¨¢s tarde lo impidi¨® una gran intervenci¨®n de Palop. Detuvo en la misma l¨ªnea de gol un cabezazo picado de Jordi Alba.

Una cabalgada de Jes¨²s Navas marc¨® el despertador para el hasta entonces somnoliento Sevilla. De repente, cay¨® una avalancha de llegadas sevillista. Un centro de Navas lo cabece¨® Manu del Moral al larguero. El Sevilla adelant¨® 15 metros sus l¨ªneas y el Valencia perdi¨® eventualmente el control. Se abr¨ªa otro partido.

En un intento de recuperar el centro del campo extraviado, Emery mand¨® calentar a Parejo. Magn¨¢nimo, el ¨¢rbitro le perdon¨® la segunda amarilla primero a Medel por un agarr¨®n, y, m¨¢s tarde, a Soldado por un piscinazo. Pero como a Emery lo que m¨¢s le preocupaba era Navas, retir¨® a Mathieu por Piatti y retras¨® a Jordi Alba. La velocidad de Navas frente a la de Jordi Alba.

Despu¨¦s de tanta agitaci¨®n, un receso: el Valencia volvi¨® a recuperar la medular y Marcelino opt¨® por retirar a su ¨²nico delantero, Negredo, por el centrocampista Luis Alfredo. El joven canterano prob¨® las manos de Diego Alves en un disparo lejano. Hubo tiempo para m¨¢s: un centro de Parejo lo envi¨® Piatti a la grada. Mestalla, exhausto, se dio por satisfecho. Queda otro envite tan extenuante como este.