Cuando la fiesta se acaba
No se puede decir que fuera muy expresiva ni tampoco muy original, pero fue sin duda certera. "He le¨ªdo su libro y es un buen libro", le escribi¨® Gertrude Stein a Francis Scott Fitzgerald despu¨¦s de su primera lectura de El gran Gatsby. "Usted ha creado el mundo contempor¨¢neo al igual que hizo Vanity Fair y ¨¦ste no es un mal elogio". Esta escritora, que se convirti¨® en la gran referencia cultural de la Generaci¨®n Perdida en Francia y que Woody Allen ha vuelto a poner de actualidad con su ¨²ltima pel¨ªcula, Medianoche en Par¨ªs, vio inmediatamente lo que millones de lectores han constatado desde que se public¨® en 1925: que se trata de una novela irresistible e inmensa sobre las ilusiones perdidas y aquellos sue?os que nos pudren pero que tambi¨¦n nos hacen seguir adelante.
Tras aquella primera lectura, Stein tambi¨¦n constataba otra obviedad: la escritura "natural" del autor. La nueva versi¨®n de Justo Navarro, que ha editado Anagrama, respeta a fondo el ritmo y la naturalidad de la novela, al igual que demuestra su profundo conocimiento de la obra de Fitzgerald. Este cr¨ªtico y novelista -su ¨²ltima obra publicada es la estupenda El esp¨ªa- ya hab¨ªa traducido una amplia edici¨®n de sus cuentos que recientemente reedit¨® Alfaguara. Pero Gatsby, lo m¨¢s parecido a la m¨ªtica Gran Novela Americana que haya producido el siglo XX, son palabras mayores y Navarro logra recrear el ritmo y el intraducible lenguaje de las flappers y de los a?os veinte. En breve, RBA sacar¨¢ otra traducci¨®n de la novela, a cargo de Miguel Temprano, mientras que la editorial Par¨¦ntesis ha publicado una en 2011 realizada por Jos¨¦ Luis Piquero. Tres traducciones nuevas y muy distintas entre ellas en apenas unos meses. Adem¨¢s, seguramente no es una casualidad que se est¨¦ rodando una nueva versi¨®n del cl¨¢sico en estos mismos meses, dirigida por Barz Luhrmann, con Leonardo DiCaprio en un papel que ya interpret¨® Robert Redford a las ¨®rdenes de Jack Clayton. Gatsby regresa con los malos tiempos tal vez para recordarnos que las fiestas se acaban.
No es la primera que vez que Scott Fitzgerald vuelve a ser revisitado: hace un par de a?os aparecieron varias recopilaciones de cuentos y una novela sobre Zelda y Scott, Alabama Song, con la que Gilles Leroy gan¨® el Goncourt en 2007. Pero leerlo en clave de lo que est¨¢ ocurriendo ahora, con el sentimiento de vivir en un mundo que se acaba, es toda una experiencia. Uno de los primeros t¨ªtulos que pens¨® para Gatsby, seg¨²n narra su bi¨®grafo y ant¨®logo Matthew J. Bruccoli, fue Entre el valle de las cenizas y los millonarios, unas palabras que le¨ªdas desde esta segunda d¨¦cada del siglo XXI tienen una extra?a resonancia. La novela relata la historia de un hombre de misteriosa fortuna que trata de reencontrarse con el amor de su vida atray¨¦ndola a las infinitas e in¨²tiles fiestas que organiza en su mansi¨®n, desde la que contempla, al otro lado de un golfo, la casa de su amada.
Gallo Nero acaba de editar tambi¨¦n C¨®mo sobrevivir con 36.000 d¨®lares al a?o, que re¨²ne dos cuentos autobiogr¨¢ficos de Fitzgerald, escritos en la misma ¨¦poca en que trabajaba en su novela m¨¢s famosa. De hecho, el cap¨ªtulo de la biograf¨ªa de Bruccoli, Some sort of epic grandeur, dedicado al arranque de El gran Gatsby, se titula precisamente as¨ª. "Hab¨ªamos gastado 36.000 d¨®lares y nos hab¨ªamos ganado por un a?o el derecho a ser miembros de la clase de los nuevos ricos. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir al dinero?", escribe en el primero de estos relatos autobiogr¨¢ficos, traducidos por Julia Osuna, con un ilustrativo ep¨ªlogo titulado La declaraci¨®n de la renta de F. Scott Fitzgerald. Fueron unos a?os cruciales en lo personal y en lo creativo para la pareja que formaban Scott y Zelda, la ¨¦poca en la que se forj¨® su esplendor pero tambi¨¦n el principio de su larga derrota.
As¨ª suena la nueva versi¨®n de Navarro: "Fue lo que le devoraba, el polvo viciado que dejaban sus sue?os"; "sab¨ªa que Tom seguir¨ªa buscando ansiosa y eternamente la turbulencia dram¨¢tica de alg¨²n irrecuperable partido de f¨²tbol"; "comparado con la distancia inmensa que lo hab¨ªa separado de Daisy, la luz verde parec¨ªa muy cerca de ella, casi lo tocaba". Y, claro: "As¨ª seguimos, golpe¨¢ndonos, barcas contracorriente, devueltos sin cesar al pasado". Un final traducido as¨ª por Miguel Temprano: "Gatsby cre¨ªa en la luz verde, en el org¨¢smico futuro que a?o tras a?o se aleja de nosotros. Nos esquiv¨® entonces, pero no importa..., ma?ana correremos m¨¢s deprisa, extenderemos m¨¢s los brazos... Y una bonita ma?ana... Y as¨ª seguimos bogando, como botes contra la corriente, arrastrados incesantemente hacia el pasado". Y as¨ª se lee en la versi¨®n de Piquero una de las frases m¨¢s famosas del principio: "Es lo que hizo presa en Gatsby, ese nauseabundo cieno que flotaba en la estela de sus sue?os, lo que temporalmente liquid¨® mi inter¨¦s en los in¨²tiles pesares y las ef¨ªmeras alegr¨ªas de los hombres". La lengua de Fitzgerald habla por s¨ª sola de otra ¨¦poca y de otros tiempos que son tambi¨¦n los nuestros.
El gran Gatsby. Francis Scott Fitzgerald. Ep¨ªlogo y traducci¨®n de Justo Navarro. Anagrama. Barcelona, 2012. 197 p¨¢ginas. El gran Gatsby. F. Scott Fitzgerald. Traducci¨®n y pr¨®logo de Jos¨¦ Luis Piquero. Par¨¦ntesis. Alcal¨¢ de Guadaira, 2012. 177 p¨¢ginas. 13 euros. El gran Gatsby. F. Scott Fitzgerald. Pr¨®logo de Mario Vargas Llosa. Traducci¨®n de Miguel Temprano. RBA. Barcelona, 2012. 224 p¨¢ginas. 22 euros. C¨®mo sobrevivir con 36.000 d¨®lares al a?o. F. Scott Fitzgerald. Traducci¨®n de Julia Osuna. Gallo Nero. Madrid, 2012. 116 p¨¢ginas. 10 euros.
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