El enigma
Memorias. Nunca se ha escrito un libro igual que ¨¦ste, la historia de la transformaci¨®n de un hombre en mujer contada con una notable voluntad literaria y tomando su autor el propio cuerpo como el campo de un experimento primero fisiol¨®gico y a la postre de alcance moral. En julio de 1972, el reputado periodista brit¨¢nico James Morris, quien, establemente casado y padre de cinco hijos, llevaba casi veinte a?os ensayando las formas y el ¨¢nima de una femineidad sentida desde la infancia, lleg¨® a Casablanca, mir¨® en el list¨ªn telef¨®nico el nombre de un tal Doctor B. y, tras convenir el pago de unos altos honorarios, concert¨® la operaci¨®n que sellar¨ªa su nueva persona; antes de esa dr¨¢stica cirug¨ªa genital, Morris, seg¨²n confiesa en el libro, hab¨ªa ingerido, a partir de 1954, unas 12.000 p¨ªldoras y cerca de 50.000 miligramos de materia femenina. El enigma (Conundrum en el original que en los a?os 1970 caus¨® sensaci¨®n en Reino Unido) se lee como un apasionante relato de formaci¨®n, un Bildungsroman en el que no falta la epopeya heroica (Morris escal¨® el Everest con la expedici¨®n brit¨¢nica que por primera vez, en 1953, lleg¨® a su cima), la b¨²squeda de un talism¨¢n que procurar¨¢ dolor y salvaci¨®n, el reposo final del guerrero, metamorfoseado en amazona. La sinceridad de la narraci¨®n, a veces lacerante, conmueve en ciertos de sus pasajes y reflexiones, pero lo que nos atrae hasta el final es la capacidad de Morris para novelar con extraordinario vigor situaciones anecd¨®ticas, paisajes de fondo y personajes inevitablemente secundarios en un libro tan autorreferencial; destaca el encendido canto marcial al ej¨¦rcito y, en concreto, al 9? regimiento de lanceros de Su Majestad Brit¨¢nica, en el que sirvi¨® a fines de la Segunda Guerra Mundial. Tiene especial relieve, en esas p¨¢ginas del cap¨ªtulo 4 de El enigma, su exaltaci¨®n de los tanques, vistos como pistolas gigantes cuyos mecanismos de propulsi¨®n, sus tubos, soportes y engranajes apuntan a un fin: "Conseguir que la pistola se acerque a su objetivo para disparar de forma certera". Curioso o revelador, en alguien cuya obsesi¨®n personal era mientras tanto erradicar de su cuerpo el arma de su virilidad. Morris se sinti¨® siempre, cuando era James, como un ser especial (nunca pens¨® en s¨ª mismo como homosexual) paulatinamente consciente de que no deb¨ªa vivir su rareza tan s¨®lo como tragedia: "Al desear con tanto fervor y tanta insistencia ser trasplantado al cuerpo de una chica, no hac¨ªa m¨¢s que aspirar a una condici¨®n m¨¢s divina, a una reconciliaci¨®n interior". Su llegada a Oxford, con nueve a?os, para formar parte del c¨¦lebre coro de voces blancas de Christ Church, le dio un primer refugio de felicidad, de "pertenencia": en la erudita y bellamente artificiosa ciudad universitaria (como a?os despu¨¦s entre las escenograf¨ªas acu¨¢ticas de Venecia), la propia anomal¨ªa adquir¨ªa carta de naturaleza admitida, y llega a hablar de un "nirvana infantil" cuando, vestido con los suntuosos faldones del corista, cantaba con su voz de soprano en las funciones de la catedral "oxoniense". Y sobre las dos ciudades, Oxford y Venecia, ha escrito libros que est¨¢n entre lo mejor de la literatura viajera anglosajona. El contraste, que Morris no elude, son las duras escenas (en el extraordinario cap¨ªtulo 16) de la cl¨ªnica marroqu¨ª donde empez¨® la vida de Jan entre otras personas en su misma situaci¨®n, que "a pesar de hallarnos mutilados y lisiados, a pesar de arrastrarnos por los pasillos con las vendas colgando y apretujando el camis¨®n con el pu?o, irradi¨¢bamos felicidad". En ning¨²n momento morboso ni lastimero, El enigma seduce por su historia y por la manera de contarla. Jan Morris ha seguido hasta hoy publicando buenos libros, que ella misma ve diferentes a los que escrib¨ªa James, m¨¢s volcados los ¨²ltimos, dice, en las personas que en los lugares. "Del mismo modo que me siento emancipada como persona, tambi¨¦n me siento liberada como escritora: tal vez todav¨ªa est¨¦ a tiempo de ser novelista", confesaba en la parte final de Conundrum. El tiempo lleg¨® en 1985 con Last Letters from Hav, una fascinante novela, finalista ese a?o del Premio Booker, que recientemente ha sido completada con una secuela, formando el volumen titulado Hav.
El enigma
Jan Morris
Traducci¨®n de Ana Mata Buil
RBA. Barcelona, 2011
20 euros222 p¨¢ginas.
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