Recortes sin consenso
Los recortes anunciados por el nuevo Gobierno y la promesa de que son solo el principio de un mayor esfuerzo fiscal no son la mejor noticia para iniciar el a?o. Que el Ministerio de Exteriores y Cooperaci¨®n sea uno de los m¨¢s afectados (con m¨¢s de 1.000 millones de euros), justo en un momento donde es tan relevante no mermar nuestra capacidad de acci¨®n exterior, es una decisi¨®n cuestionable. Si la pol¨ªtica exterior espa?ola no ha sido prioritaria, esta medida no viene sino a empeorar nuestra proyecci¨®n en el mundo y posici¨®n en el desenlace de esta crisis internacional. Con menos recursos habr¨¢ a¨²n menos visibilidad y tendremos menos criterio y voz en los temas globales como la lucha contra el cambio clim¨¢tico y el nuevo orden internacional.
La lucha contra la pobreza puede resultar un instrumento muy ¨²til de pol¨ªtica exterior
Todav¨ªa no tenemos la informaci¨®n suficiente para valorar el impacto de las nuevas medidas adoptadas por el nuevo ministro. Sin embargo, no resulta dif¨ªcil adivinar d¨®nde van a concentrarse la mayor¨ªa de esos recortes. La cooperaci¨®n al desarrollo ser¨¢ sin duda la gran protagonista, desbordada de principios para unos (PSOE) y desprovista de intereses para otros (PP). La enorme carga ideol¨®gica ha impedido el consenso necesario para cumplir con el objetivo com¨²n de convertirla en una pol¨ªtica de Estado y, ante el primer pulso de superposici¨®n de intereses econ¨®micos, ha perdido. Confrontar principios con intereses, en vez de alinearlos hacia un mismo objetivo, ha sido una gran equivocaci¨®n y suficiente motivo para que el nuevo Gobierno se viera legitimado al cambio.
No obstante, la pol¨ªtica de lucha contra la pobreza puede resultar un instrumento muy ¨²til para la pol¨ªtica exterior, y as¨ª ha sido capaz de verlo el Gobierno conservador de David Cameron. A pesar del relevo pol¨ªtico, Reino Unido, donante de referencia en la ayuda oficial al desarrollo, ha dado continuidad a su pol¨ªtica de cooperaci¨®n mientras reduc¨ªa su presupuesto en defensa. Otros pa¨ªses como Alemania, Pa¨ªses Bajos y Suecia prestan tambi¨¦n especial atenci¨®n a las facetas de la pol¨ªtica exterior con mayor impacto en los pa¨ªses en desarrollo, a la vez que consiguen una mayor promoci¨®n de su presencia global.
Espa?a, por el contrario, carece de visi¨®n identitaria y estrat¨¦gica para conseguir mejores niveles de calidad de la ayuda y para maximizar su impacto en el desarrollo. Sin posicionamientos claros en los distintos foros que configuran la comunidad internacional no puede fortalecer su presencia con perfil propio y dejar atr¨¢s el papel irrelevante que le otorgan los bandazos que los distintos cambios de Gobierno provocan. Sin una pol¨ªtica p¨²blica de continuidad y m¨ªnimamente sostenible se hacen menos relevantes los argumentos de racionalizaci¨®n del gasto o cualquier otro criterio urgente que pueda aplicarse en estos tiempos de crisis. Sin consenso el retroceso es inevitable. Y lo cierto es que ni el Gobierno saliente ni el entrante han pactado l¨ªneas rojas que lo eviten. Ni tan siquiera la sociedad civil con un pacto de lucha contra la pobreza, promovido desde la Coordinadora Nacional de ONGD entre todos los partidos pol¨ªticos con representaci¨®n parlamentaria, ha podido consolidar los avances y evitar el cambio de rumbo.
Sin duda, la respuesta est¨¢ en la construcci¨®n de una pol¨ªtica p¨²blica de desarrollo internacional, integrada en la pol¨ªtica exterior, que dote al pa¨ªs de presencia global y que logre un mayor impacto en el desarrollo. Para ello es necesario que el Gobierno, en vez de rebajar el perfil econ¨®mico y pol¨ªtico de nuestra acci¨®n exterior, adapte la arquitectura institucional a la realidad nacional e internacional y evite recurrir a f¨®rmulas del pasado. La decisi¨®n del ¨²ltimo Consejo de Ministros que modifica de nuevo la estructura del MAEC, fusionando la Secretar¨ªa de Cooperaci¨®n Internacional con la de Iberoam¨¦rica, supone un nuevo bandazo en el que priman las preferencias de un Gobierno sobre las necesidades del contexto internacional.
Kattya Cascante es analista de la Fundaci¨®n Alternativas.
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