Enredos terroristas

Aunque los actuales niveles de violencia terrorista en Irak distan mucho de los alcanzados en 2006 y 2007, ning¨²n otro pa¨ªs de Oriente Pr¨®ximo registra mensualmente tantos atentados como Irak. Desde el pasado verano, la media mensual de esos incidentes es de 150, si bien algunas fuentes elevan esta cifra hasta 380. La de v¨ªctimas mortales, no es inferior a las 200 cada mes. Irak est¨¢ entre los tres pa¨ªses del mundo donde los actos de terrorismo son m¨¢s frecuentes e intensos. Estos datos no se corresponden con la idea de un pa¨ªs pacificado ni con el normal funcionamiento de un r¨¦gimen democr¨¢tico estable. M¨¢s a¨²n, las tensiones ¨¦tnicas y confesionales que desgarran al pa¨ªs, al igual que la pugna entre estadounidenses e iran¨ªes por influir sobre su futuro, est¨¢n favoreciendo las estrategias del terrorismo pol¨ªtico.

Al Qaeda en Irak no es la ¨²nica organizaci¨®n terrorista que est¨¢ detr¨¢s de la campa?a de graves atentados que, dirigidos sobre todo contra chi¨ªes, vienen ocurriendo en el pa¨ªs desde hace tiempo. La realidad de esa violencia se ha complicado en los ¨²ltimos cinco a?os. Cierto que, pese a haber perdido aceptaci¨®n popular entre los iraqu¨ªes que son ¨¢rabes sun¨ªes y a la captura o el abatimiento de sus m¨¢s destacados l¨ªderes en abril de 2010, la extensi¨®n territorial de Al Qaeda sigue activa y capaz, como ha quedado claro, de perpetrar atentados altamente letales y mantener en torno suyo al elenco de entidades que amalgama en el marco del denominado Estado isl¨¢mico de Irak. Y cierto igualmente que otras formaciones yihadistas siguen llevando a cabo sus actividades terroristas, caso de Ansar al Islam.

Pero tras la ejecuci¨®n de Sadam Husein a finales de 2006 surgi¨® en Irak una organizaci¨®n armada implicada en actos de terrorismo, Jaysh Riyal al Tariq al Naqshabandi (JRTN). Mezclando credo con nacionalismo, ha conseguido un significativo monto de apoyos entre ¨¢rabes sun¨ªes intranquilos con un dominio pol¨ªtico chi¨ª, los manejos de Ir¨¢n y las demandas kurdas. Cuenta con unos pocos miles de activistas disponibles y la mayor¨ªa de sus cuadros son antiguos oficiales del r¨¦gimen baazista, aun cuando su n¨²cleo permanente sea mucho m¨¢s reducido. Estar compuesta por iraqu¨ªes ha favorecido dicha aceptaci¨®n social, como tambi¨¦n haber hecho de los militares norteamericanos su blanco preferente. Hasta hace poco, pues la salida de estos ¨²ltimos ha reorientado la hostilidad de JRTN hacia los chi¨ªes.

As¨ª, tanto JRTN como la rama iraqu¨ª de Al Qaeda, pese a sus evidentes diferencias, coinciden estrat¨¦gicamente en el objetivo gen¨¦rico de imposibilitar la normalizaci¨®n pol¨ªtica de Irak con la actual estructura y distribuci¨®n del poder. Para ello, incitan tanto al enfrentamiento ¨¦tnico y religioso como a la violencia sectaria, mediante atentados terroristas que afecten a la poblaci¨®n ¨¢rabe chi¨ª del pa¨ªs. Aunque los m¨¢s letales de estos atentados, es decir, los perpetrados en serie y con la participaci¨®n de alg¨²n terrorista suicida, son atribuibles a Al Qaeda en Irak, hay razones para pensar que los dirigentes de JRTN se encuentran implicados en la instigaci¨®n o la facilitaci¨®n de atentados que llevan a cabo integrantes de organizaciones terroristas de orientaci¨®n yihadista, algunas relacionadas con Al Qaeda en Irak.

Estos enredos terroristas, adem¨¢s de beneficiarse de la crisis pol¨ªtica por la que atraviesa Irak, pueden terminar por provocar una reacci¨®n contraria por parte de radicales chi¨ªes, en forma de terrorismo ejecutado por miembros de milicias como la controlada por M¨²qtada al S¨¢der o de organizaciones clandestinas entrenadas y financiadas por las autoridades iran¨ªes que han destacado por sus ataques contra militares estadounidenses. Que algo as¨ª ocurra depende del impacto que los atentados perpetrados por extremistas sun¨ªes tengan sobre las actitudes de la poblaci¨®n chi¨ª y del c¨¢lculo que hagan sus l¨ªderes. Mientras, la ausencia de consenso nacional y el desgobierno proporcionar¨¢n oportunidades favorables a un terrorismo insurgente en cuya pr¨¢ctica coincidan sun¨ªes iraqu¨ªes y yihadistas extranjeros.

Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos.