Jos¨¦ Mar¨ªa Mu?oz-Planas, abogado mercantil
Naci¨® como Mu?oz Mart¨ªnez pero, al acceder a la c¨¢tedra, hab¨ªa adoptado y unido los apellidos de su progenitor, como homenaje silencioso, pues, redactor del cotidiano socialista Avance hab¨ªa sido muerto en una saca de presos de la parad¨®jicamente llamada Modelo de Oviedo. Jos¨¦ Mar¨ªa, fallecido el pasado d¨ªa 4 a los 76 a?os, ten¨ªa apenas dos a?os entonces, si bien ese vil asesinato le marc¨® profundamente. Ni en la intimidad, sin embargo, se refer¨ªa a su car¨¢cter de v¨ªctima. Recuerdo cuando le comuniqu¨¦ que, en uno de sus libros, J. A. Cabezas citaba a su padre, a lo que me coment¨®, con significado laconismo, "no aclara por qu¨¦ todos los miembros de la redacci¨®n llegaron al Gij¨®n republicano mientras Mu?oc¨ªn quedaba a merced de los golpistas de Aranda y Caballero".
Su sufrida discreci¨®n la llevaba tambi¨¦n cuando, ya opositor a la c¨¢tedra, asist¨ªa, a finales de los cincuenta, a la tertulia dominical en casa de su maestro, Rodrigo Ur¨ªa, en la madrile?a calle de N¨²?ez de Balboa, donde sol¨ªan Ridruejo, Luis¨®n G. San Miguel, el empresario Pedro Rodr¨ªguez Arango y otros conspicuos que levantaban bandera contra el r¨¦gimen. Algunas veces se acercaban La¨ªn, Tovar, Maravall, Meru¨¦ndano, Amaro Mesa, Julio Masip... All¨ª hubo solidaridad con la detenci¨®n de Ridruejo (no por casualidad al primer nieto de Ur¨ªa se le puso esos d¨ªas Dionisio) y se hicieron los preparativos del llamado luego Contubernio de M¨²nich. Mu?oz Planas asist¨ªa callado, sabedor de su vulnerable situaci¨®n personal. Aurelio Men¨¦ndez recuerda su extrema austeridad, en un momento en que, desde la pensi¨®n, y luego desde el Colegio Mayor -creo que C¨¦sar Carlos-, Jos¨¦ Mar¨ªa no pod¨ªa ni pagarse el billete de metro o troleb¨²s, que sustitu¨ªa con largas caminatas.
En Oviedo, tras pasar por La Laguna, sucedi¨® a Aurelio Men¨¦ndez, tambi¨¦n ¨ªntimo y profesionalmente vinculado a Ur¨ªa. En el mismo Oviedo surgir¨ªa otra cumbre de esa misma especialidad que le precedi¨® ahora en la muerte, Juan Luis Iglesias Prada. Ese grupo que aglutinar¨ªa Aurelio, en el que no olvido a Luis Carl¨®n y, en otra generaci¨®n, a ?ngel Rojo, ha tenido una trascendencia acad¨¦mica extraordinaria en la modernizaci¨®n del Mercantil, paralela a la magna contribuci¨®n de Joaqu¨ªn Garrigues D¨ªaz-Ca?abate.
El rigor y el sacrificio de Jos¨¦ Mar¨ªa Mu?oz-Planas, me consta, han sido heredados por sus hijos, tambi¨¦n vocacionados a seguir su estela en el campo de esa rama del Derecho.
Antonio Masip es diputado del Parlamento Europeo.
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