Una historia de las im¨¢genes mentirosas
La manipulaci¨®n fotogr¨¢fica es una eficaz forma de cambiar la realidad. Dos periodistas se han dedicado a estudiarla. Una muestra y un libro recogen su trabajo
Son ejemplos de lo que no se debe hacer: manipular las im¨¢genes. Y los hay de todo tipo. Porque publicaciones tan prestigiosas como Time, Newsweek y The Guardian, firmas de moda o, incluso, instituciones tan atentas a las formas como la Monarqu¨ªa espa?ola, han sucumbido a la tentaci¨®n de borrar, colorear, a?adir personajes o eliminar por efecto del photoshop unos michelines poco recomendables. Los fotomontajes fueron el tema de las tesis doctorales del redactor jefe de la agencia Efe, Diego Caballo, y de su hijo Daniel, tambi¨¦n fot¨®grafo. A partir de hoy y hasta el 26 de febrero, se exponen 43 ejemplos de esas manipulaciones period¨ªsticas en la Escuela de Fotograf¨ªa Efti (Fuenterrab¨ªa, 13) y se publican en el libro Fotograf¨ªa sin verdad (Editorial Universitas).
Las portadas de las revistas Newsweek y Time, colgadas a la entrada, llaman poderosamente la atenci¨®n. La imagen es (casi)la misma: el rostro policial de O. J. Simpson durante el juicio por la muerte de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman, en 1994. El deportista estaba acusado de asesinato y posteriormente fue absuelto. En Newsweek la imagen no est¨¢ alterada, pero en Time el rostro del deportista aparece oscurecido. "Juega con la luz y con la sensaci¨®n de que el acusado est¨¢ entre rejas. Parece ser que lo que pretend¨ªa la revista era influir en el jurado", explica Diego Caballo. Newsweek denunci¨® a Time por manipulaci¨®n, pero tres a?os m¨¢s tarde ocurr¨ªa al rev¨¦s: la segunda acus¨® a la primera de retocar tambi¨¦n en la portada los dientes poco favorecedores de Bobbi McCaughey, famosa por dar a luz a septillizos.
La manipulaci¨®n de una fotograf¨ªa sobre la guerra de Irak, en 2003, se sald¨® con el despido de un fot¨®grafo de Los Angeles Times. Brian Walski, curtido en el oficio y ganador con anterioridad de varios premios, combin¨® con el ordenador im¨¢genes de dos fotograf¨ªas en las que aparec¨ªan un soldado y un hombre con un ni?o en brazos para dotar al resultado de m¨¢s dramatismo. Tambi¨¦n fue despedido el autor de un a?adido de humo a un ataque a¨¦reo israel¨ª sobre Beirut, Adnan Haajj, en una imagen que la agencia Reuters distribuy¨® al mundo.
El redactor jefe de Efe reconoce que muy pocos medios escapan a estas maniobras. En su agencia tambi¨¦n hubo empleados que les colaron mentiras. Entre los pocos que se salvan cita a EL PA?S. "Es un caso interesante porque es el ¨²nico medio en Espa?a en el que no le hemos encontrado manipulaciones fotogr¨¢ficas, y lo hemos tomado como referencia en la evoluci¨®n del dise?o fotogr¨¢fico". La fotograf¨ªa captada por Pablo Torres Guerrero en los salvajes atentados del 11-M, que este diario public¨® en primicia, fue objeto de todo tipo de manipulaciones por un brazo amputado que se encontraba sobre la v¨ªa. The Times, The Daily Telegraph o The Sun lo borraron; The Guardian elimin¨® el color rojo de la sangre y Der Spiegel lo tap¨® con el titular, por citar algunos ejemplos. En uno de los casos que se expone, EL PA?S s¨ª fue v¨ªctima del enga?o. En la fotograf¨ªa que Efe distribuy¨® de la manifestaci¨®n en repulsa por el asesinato por ETA de Miguel ?ngel Blanco, un t¨¦cnico de telefotograf¨ªa hizo desaparecer una farola. La responsabilidad de que esto ocurra, seg¨²n Caballo, "afecta a toda la cadena profesional. Desde el que toma la imagen hasta el director, pasando por los mandos intermedios, todos tienen que impedir que estos casos ocurran".
El gabinete de La Zarzuela fue acusado de distribuir a los medios de comunicaci¨®n una tarjeta de Navidad de 2005 que result¨® ser un fotomontaje. Tiempo despu¨¦s fue la reina quien se responsabiliz¨® de ¨¦l. "No denunciamos", dicen Caballo padre e hijo, "sino que mostramos lo ocurrido a lo largo de la historia de la fotograf¨ªa. Las im¨¢genes son fragmentos de la realidad, que a veces se distorsionan, y dejan de ser testigos de algo". Hay m¨¢s testigos falsos: el cuerpo atl¨¦tico de Sarkozy durante unas vacaciones; el pecho de Keira Knightley para el cartel de El rey Arturo; la anorexia de Filippa Hamilton en un anuncio de Ralph Lauren, o la hist¨®rica foto de Franco y Hitler en Hendaya. Nada es lo que parece. Im¨¢genes que hablan por s¨ª solas... del poder de la manipulaci¨®n.
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