Toquero vuelve a los altares
El genial gol de tac¨®n del ariete del Athletic despierta la idolatr¨ªa de San Mam¨¦s
Andaba el Athletic enredado con el asunto del gol, tras dos partidos a cero, uno contra un segunda B, el Albacete, y otro con el Getafe, de Primera. Y todos lo achacaban a la ausencia de Llorente, el referente del gol en el equipo rojiblanco. Sin Llorente, parec¨ªa que el barco se hund¨ªa. De hecho, hasta algunos medios comenzaron a anunciar la posibilidad de que Aduriz, relegado en el Valencia, pudiera retornar a Bilbao. Todo supon¨ªa un descr¨¦dito para Toquero, un delantero con menos gol (21 tantos en 111 partidos de Liga y Copa) y much¨ªsimo trabajo, un depredador de los pulmones contrarios, una mosca para los defensas rivales, pero sin gol. Y el jueves se cubri¨® de gloria. No solo marc¨® un tanto, el tercero del Athletic ante el Albacete, sino que lo hizo de una forma mayest¨¢tica, de tac¨®n, un taconazo elevado, con toda la intenci¨®n del mundo para sortear a defensas y portero. Vamos, que no se la quit¨® de en medio. La puso ah¨ª y el bal¨®n lleg¨® a la red, con la mansedumbre con que llegan los grandes goles.
"Son situaciones que se te ocurren en el campo, en apenas d¨¦cimas de segundo. Se me ocurri¨® darla de tac¨®n y he tenido la suerte de que entrase. Luego he tenido otra m¨¢s f¨¢cil y la he tirado fuera", afirmaba el jugador tras el partido como si quisiera restar m¨¦rito a su jugada. Bielsa iba por el lado contrario. En su dial¨¦ctica argentina reconoc¨ªa su alegr¨ªa por el gol de Toquero "porque ¨¦l se merec¨ªa convertir. Por lo que aport¨® en estos partidos en que ocup¨® la posici¨®n de delantero [por la ausencia de Llorente] se merec¨ªa convertir".
Toquero, proveniente del f¨²tbol de bronce, lleg¨® al Athletic desde el Sestao, de Segunda B, en 2007, cuando Caparr¨®s rebuscaba futbolistas en todos los equipos vizca¨ªnos. El t¨¦cnico sevillano dud¨® al principio porque pens¨® que su alopecia delataba una avanzada edad. Pero era un muchacho de 23 a?os al que se le hab¨ªa ca¨ªdo el pelo de forma temprana. Y lo fich¨®. Por sus or¨ªgenes de bronce, su f¨²tbol boquiabierto, su aspecto de eterno agotado y su entrega a veces incluso exagerada, se convirti¨® en el ¨ªdolo local. Toquero, no obstante, fue capaz de sumar en la Copa ambas cualidades: la entrega y la sutileza. Y lo hizo tras sustituir al ¨ªdolo m¨¢ximo, Fernando Llorente, que a¨²n anda recuperando la forma perdida tras m¨¢s de un mes de baja. Desde que tacone¨® el bal¨®n, solo se oy¨® su nombre en la grada de La Catedral. Y eso que Susaeta hab¨ªa marcado con sutileza un centro sutil de Muniain, que Herrera hab¨ªa hecho el segundo con un guante de seda y hierro en un dif¨ªcil disparo y que el ¨²ltimo en marcar, Mikel San Jos¨¦, hab¨ªa realizado un salto prodigioso para cabecear el cuarto gol. "Los goles de mis compa?eros tambi¨¦n han sido unos golazos", afirmaba el delantero alav¨¦s.
Todo era Toquero, el regreso del lehendakari de La Catedral y del apasionado de John Cena, otro ¨ªdolo de la lucha libre americana, que simula a un marine, y a quien Toquero rinde culto en sus goles imitando su gesto con los dedos cruzando sus ojos. L¨®gico que a un luchador nato le guste un luchador art¨ªstico. Ambos dan espect¨¢culo, aunque el de Toquero es de verdad.
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