D¨ªas de f¨²tbol y tertulias
Desde Sol al estadio Santiago Bernab¨¦u. El cineasta, que acaba de terminar una trilog¨ªa sobre el fin de la violencia en el Pa¨ªs Vasco, traza su mapa de Madrid entre calles y escenas de cine
1. Puerta del Sol. La primera vez que visit¨¦ Madrid era un ni?o. Vine con mi padre y me llevaron a la Puerta del Sol. "?D¨®nde est¨¢ el sol?", pregunt¨¦. No hab¨ªa ni rastro de luz solar. El d¨ªa estaba muy nublado. Me decepcion¨® un poco. Pero a?os despu¨¦s comprob¨¦ que el cielo, aqu¨ª, posee una belleza especial y su luz es directa y potente.
2. Parque del Oeste. Es una maravilla; junto con el Retiro, es mi jard¨ªn favorito. El esplendor del oto?o y los colores de las copas de sus ¨¢rboles me cautivan. Pero a Madrid y a su cielo la contaminaci¨®n les ha da?ado mucho.
3. Calles Castell¨® y Ortega y Gasset. Ah¨ª viv¨ª por primera vez. Ten¨ªa 24 a?os y acababa de dejar la plantilla titular del equipo de f¨²tbol de la Real Sociedad, donde disput¨¦ numerosos partidos en el estadio de Atocha.
4. Estadio Santiago Bernab¨¦u. Cuando paso cerca de este estadio recuerdo la frase que me dedic¨® Alfredo di St¨¦fano: "?Che, pibe, qu¨¦ buen gol nos marcaste!", me dijo desde el centro del campo antes del saque inicial de un encuentro.
5. Calle de la Salle. En esta calle cerca de la plaza del Per¨², que entonces estaba en las afueras de Madrid, instal¨¦ mi oficina para la productora cinematogr¨¢fica, donde hoy contin¨²a.
6. Calle Mart¨ªnez Campos. Aqu¨ª, en el cine Amaya se proyectaba mi pel¨ªcula La prima Ang¨¦lica. En ella Fernando Delgado interpretaba el papel de un falangista escayolado con el brazo en alto, seg¨²n el saludo fascista. El filme pas¨® la censura. Pero cuando se proyectaron aquellas escenas causaron gran indignaci¨®n entre los falangistas. Y un grupo, en plena proyecci¨®n, rob¨® los rollos y escap¨®.
7. Paseo de la Castellana. En la novena planta del entonces Ministerio de Informaci¨®n, donde hoy est¨¢ el de Defensa, tuvimos una reuni¨®n con el director general de Cinematograf¨ªa: me quer¨ªan obligar a cambiar aquel fragmento de La prima Ang¨¦lica. Quer¨ªan a toda costa suprimir la escena del falangista escayolado brazo en alto. Yo me negu¨¦. Recuerdo que el director general de Cine me dijo: "El¨ªas, ?los rojos nunca agradec¨¦is nada!".
8. Pr¨ªncipe de Vergara. Ah¨ª se encuentra La Ancha (en ¨¦l n¨²mero 204), uno de los restaurantes que m¨¢s he frecuentado con mis amigos, y por la misma zona el asador Se?or¨ªo de Alcocer, en la calle del mismo nombre (Alberto Alcocer, 1).
9. Plaza de los Sagrados Corazones. Con Javier Pradera y Clemente Auger fundamos una tertulia, La Walkiria, en un restaurante que estaba junto a la plaza de los Sagrados Corazones. Se ha prolongado hasta nuestros d¨ªas, en ella hablamos de todo, no solo de cine, incluso de f¨²tbol. Se trata de una de las pe?as m¨¢s renombradas de Madrid, donde algunos vascos, tal vez importando la tradici¨®n de las cuadrillas, han echado ra¨ªces.
10. Calle de Juan Bravo. Esta calle con su bulevar me recuerda al de San Sebasti¨¢n, donde pas¨¦ buena parte de mi adolescencia y adonde viajo siempre que puedo. En ella tengo mi estudio. Y encima de la mesa, entre mis proyectos inmediatos est¨¢ una serie de documentales sobre Espa?a y las artes. Y para Madrid he elegido la pintura y el Museo del Prado, creo que no hay nada que lo supere.
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