Camila Vallejo"Me gustan Evo Morales y Correa"
"Estoy cansada f¨ªsica y mentalmente. Siento una carga muy grande. La gente quiere que tenga respuesta para todo y tienen la expectativa de que voy a cambiar Chile, yo sola. En la calle me gritan: '?Los apoyamos, no nos abandonen!'. Pero la responsabilidad, chucha, es de todos. Yo soy solo una joven de 23 a?os...".
Cuando Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling intenta volver a ser la veintea?era desconocida de hace un a?o, apaga su m¨®vil destartalado y se traslada a una casa del Caj¨®n del Maipo, una localidad en la precordillera, a unos 52 kil¨®metros de Santiago. Fue lo que hizo el 31 de diciembre junto a un peque?o grupo de amigos para pasar la Nochevieja. El Partido Comunista, donde milita desde los 19 a?os, ofreci¨® al d¨ªa siguiente el tradicional caldillo de congrio con el que festeja la llegada del A?o Nuevo junto a la prensa. Pero la ic¨®nica dirigente universitaria, protagonista del movimiento estudiantil chileno, amante del rock cl¨¢sico y la bossa nova, del hip-hop y la cumbia, no acudi¨® a la celebraci¨®n.
"Trabajamos mucho, somos esclavos de las deudas, hemos acumulado frustraciones"
"La v¨ªa armada est¨¢ descartada. La tensi¨®n actual es neoliberalismo contra democracia"
"El desarrollo de los pa¨ªses del Norte se produce gracias al subdesarrollo del Sur"
"No har¨ªa campa?a por Michelle Bachelet ni llamar¨ªa a los j¨®venes a votar por ella"
En diversos lugares del planeta la han descrito como la joven y bella revolucionaria que ha cambiado la topograf¨ªa del debate pol¨ªtico y social chileno en tan solo nueve meses. La estudiante de Geograf¨ªa ha sido comparada con el Che Guevara y La Pasionaria. Ha recibido hasta treinta peticiones diarias de entrevistas. Un jubilado de la ciudad de Valpara¨ªso se tatu¨® su rostro en el brazo. Un cantante alem¨¢n le compuso una canci¨®n que subi¨® a YouTube. Pero, sin contabilizar la fama que la precede, y su belleza alabada por hombres y mujeres, Camila Vallejo parece ser una joven normal que se apasiona e indigna por los mismos motivos que la mayor parte de su generaci¨®n.
La entrevista se realiza en la sede de la Federaci¨®n de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), de la que ella es vicepresidenta. Es una casona grande y antigua, ubicada en el centro de Santiago, donde en los a?os setenta funcion¨® el cuartel general de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA), la polic¨ªa pol¨ªtica de la dictadura de Pinochet. En el cuartel ten¨ªa su oficina Manuel Contreras, condenado a presidio perpetuo por cr¨ªmenes de lesa humanidad. Camila Vallejo no recuerda nada de esos a?os. El 11 de marzo de 1990, el d¨ªa que termin¨® el Gobierno de Pinochet, ella ten¨ªa un a?o y nueve meses.
Pregunta. ?Qu¨¦ le evoca la palabra dictadura si no la vivi¨®?
Respuesta. La imagen que me he construido a partir de los relatos es la del temor constante. Dormir con ropa por el miedo a que te vinieran a buscar por la noche, los disparos en las poblaciones, las reuniones clandestinas. Finalmente, la generaci¨®n que vivi¨® a flor de piel ese periodo qued¨® traumatizada, producto de esa represi¨®n. Y por esta raz¨®n, ya llegada la democracia, comenz¨® a reinar el individualismo y la idea de que es mejor no meterse en pol¨ªtica, porque no siempre las cosas terminan bien.
P. ?Qu¨¦ diferencia a su generaci¨®n de la de sus padres?
R. Nuestra generaci¨®n no tiene temor. Y por eso, a diferencia de nuestros padres, no nos cuesta denunciar que en Chile hay abuso, represi¨®n, que los empresarios est¨¢n robando y que los pol¨ªticos muchas veces son unos sinverg¨¹enzas.
Chile ha cambiado bruscamente en los ¨²ltimos meses. El descontento que la poblaci¨®n acumulaba desde hace a?os ha tomado forma de protestas, huelgas y cacerolazos. Los j¨®venes salieron a la calle para exigir educaci¨®n p¨²blica gratuita y de calidad. El conflicto desbord¨® al Gobierno del presidente Sebasti¨¢n Pi?era. Fue perdiendo poco a poco popularidad, hasta llegar a un 23% a finales de 2011. El centro izquierda, que estuvo en La Moneda durante 20 a?os, qued¨® paralizado. Camila Vallejo se transform¨® en el principal rostro de la metamorfosis. Blindada por un grupo de guardaespaldas, la universitaria de ojos claros y piercing en la nariz encabez¨® cientos de marchas.
La indignaci¨®n chilena no es fruto de una crisis econ¨®mica. Este pa¨ªs crece a un ritmo del 6%. La pobreza pas¨® de un 45% a un 15% entre 1987 y 2009. Sin embargo, el 10% de los chilenos m¨¢s ricos gana 27 veces m¨¢s que el 10% m¨¢s pobre, seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). "Hay profundas inequidades sociales, poca democracia y un nivel intolerable de abusos", dice Camila Vallejo mientras revuelve lentamente una taza de caf¨¦.
"Trabajamos muchas horas al d¨ªa, somos esclavos de las deudas, nos estafan en las cuentas de luz y de agua y, como no tenemos tiempo para el ocio, tampoco reclamamos por las cosas que nos parecen justas. Hemos acumulado frustraci¨®n y descontento. Todo eso fue lo que estall¨® en 2011. Chile despert¨® y nosotros estamos aqu¨ª para cuestionar, combatir y no seguir reproduciendo el sistema", explica.
P. Chile es uno de los pocos pa¨ªses del mundo donde no es legal el aborto terap¨¦utico. ?Cree que es justo que en el extranjero se le retrate como uno de los m¨¢s conservadores de Latinoam¨¦rica?
R. Es contradictorio, porque si bien somos el pa¨ªs m¨¢s neoliberal del mundo, en Chile existe mucho conservadurismo en los valores, tanto en la derecha como en el centro y la izquierda pol¨ªtica.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Nos falta avanzar con respecto a los derechos de las minor¨ªas sexuales. Estoy de acuerdo con el aborto en varias circunstancias. Primero es necesario respetar la autodeterminaci¨®n de la mujer, antes de traer al mundo a alguien que no va a ser compatible con la vida que quiere su madre. Hoy en d¨ªa, las que tienen plata lo hacen y, finalmente, es una libertad que est¨¢ condicionada a tu capacidad de pago. Tambi¨¦n estoy a favor de la despenalizaci¨®n de la marihuana, porque cuando se legaliza existe la posibilidad de controlar el narcotr¨¢fico.
De acuerdo con una encuesta reciente, el 39% de la poblaci¨®n dice estar "muy indignada". Una de las teor¨ªas que se han levantado en este pa¨ªs para explicar el descontento es la irrupci¨®n de la clase media que dej¨® la pobreza en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Los Gobiernos de la Concertaci¨®n prometieron que la forma m¨¢s eficiente de resolver los problemas de inequidad era a trav¨¦s de la educaci¨®n. El modelo instalado en el Gobierno de Pinochet, sin embargo, no cambi¨® sustancialmente y los resultados siguieron siendo mediocres y desiguales. La gente se hart¨® y estall¨® el conflicto social. La familia Vallejo Dowling pertenece a ese grupo.
"A mi edad mis padres eran pobres, supervivientes. Cuando se conocieron en el mundo del teatro ten¨ªan que vender empanadas para vivir. Militaban en el Partido Comunista, pero no eran dirigentes", relata la universitaria. Aunque ella ahora vive en un piso que arrienda en el centro de Santiago, fue criada en la comuna de La Florida en el sur de Santiago. Es una zona de clase media donde, sin embargo, hay chabolas que conviven con modernos centros comerciales y autopistas. Fue el escenario donde Camila Vallejo comenz¨® a "indignarse con la situaci¨®n chilena". Y cuando entr¨® a la Universidad de Chile, la p¨²blica m¨¢s importante del pa¨ªs, comenz¨® a militar en el Partido Comunista.
P. A diferencia de lo que ocurre en la actualidad, donde los comunistas est¨¢n en el Congreso, durante la dictadura el partido tom¨® la v¨ªa armada.
R. El pueblo tiene derecho a combatir en masa la violencia estructural que existe en la sociedad. Y nosotros nunca hemos descartado la posibilidad de la v¨ªa armada, siempre y cuando est¨¦n las condiciones. Sin embargo, en este momento, ese camino est¨¢ totalmente descartado, porque la tensi¨®n que hoy d¨ªa existe es neoliberalismo versus democracia.
Aunque ella no lo reconozca, en ocasiones ha sido una militante algo indisciplinada. Tras la muerte de Kim Jong Il, por ejemplo, critic¨® p¨²blicamente la decisi¨®n de su partido de enviar condolencias formales al Gobierno de Corea del Norte.
P. Pero nunca ha hecho reproches a Cuba, donde estuvo en 2009 al conmemorarse los 50 a?os de la revoluci¨®n.
R. No es comparable. Cuba no es el mejor modelo de democracia que uno pueda reconocer mundialmente, pero se han logrado muchos avances que en Chile, por ejemplo, no hemos logrado. Siempre hay sectores reaccionarios que porfiadamente defienden las libertades individuales sobre los derechos universales. Los chilenos resguardan la libertad de empresa sobre el derecho a la educaci¨®n. De cualquier forma no creo que sea el momento de debatirlo, porque tampoco manejo muchos elementos.
Adem¨¢s de indignados, los chilenos no conf¨ªan en sus instituciones. Una encuesta reciente revela que todas han perdido respaldo ciudadano: las Fuerzas Armadas, la Iglesia cat¨®lica, los medios de comunicaci¨®n, el Gobierno, las empresas privadas, la Justicia, el Congreso y los partidos pol¨ªticos, que hoy por hoy son los m¨¢s desprestigiados. Solo un 16% de los chilenos, de hecho, cree que la democracia en este pa¨ªs funciona bien.
P. Es la cuarta figura pol¨ªtica mejor valorada en Chile y ya se se?ala que ser¨¢ candidata a diputada.
R. Esto no se resuelve con que yo sea candidata, da igual. El verdadero desaf¨ªo es que debe haber gente dispuesta a cambiar la correlaci¨®n de fuerzas en los espacios donde se toman las decisiones. Si no nos gusta c¨®mo funcionan las cosas, tenemos que hacernos cargo. Debemos disputar el Parlamento para que sea realmente representativo y no est¨¦ ocupado por bur¨®cratas.
P. El 26 de enero estar¨¢ en Berl¨ªn y el 2 de febrero llegar¨¢ a Italia. ?Qu¨¦ piensa de Europa?
R. Pienso que el desarrollo de los pa¨ªses del Norte se produce gracias al subdesarrollo de los pa¨ªses del Sur. Europa, por una parte, y Latinoam¨¦rica, Asia y ?frica, por otra. Siempre tiene que haber sitios saqueados para que otros disfruten del placer de los excesos. Los europeos fueron parte del proceso de colonizaci¨®n que arras¨® con nuestros pueblos originarios. La aplastaron, masacraron, esclavizaron...
P. ?Genocidio?
R. Es que es un hecho probado que hubo genocidio en Latinoam¨¦rica. Aqu¨ª se elimin¨® con la espada y con la cruz. Y tambi¨¦n se explot¨® la naturaleza, nuestros recursos naturales. Y los siguen extrayendo como sanguijuelas. Las multinacionales, ?de d¨®nde vienen? De Espa?a, de Estados Unidos...
P. ?Qu¨¦ tipo de izquierda latinoamericana la identifica? ?La de Dilma Rousseff, Hugo Ch¨¢vez, Cristina Fern¨¢ndez o Fidel Castro?
R. De todas hay que sacar elementos, porque tienen sus particularidades seg¨²n su desarrollo hist¨®rico y realidad pol¨ªtica. Pero me gusta mucho lo que est¨¢ haciendo Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia y Jos¨¦ Mujica en Uruguay.
P. ?Har¨ªa campa?a por una eventual reelecci¨®n de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, dado que el Partido Comunista podr¨ªa hacer una alianza con la Concertaci¨®n?
R. Jam¨¢s estar¨ªa dispuesta a hacer campa?a por Bachelet ni a llamar a los j¨®venes a votar por ella. Nadie me asegura que su programa sea representativo de las ideas que el movimiento estudiantil ha planteado. Y yo no recibo ¨®rdenes del partido. Todo pasa, finalmente, por una decisi¨®n personal. A m¨ª nadie me va a obligar.
P. ?C¨®mo va a evolucionar el movimiento estudiantil en Chile?
R. Este movimiento es el puntapi¨¦ inicial de un proceso social por el cual seguiremos trabajando. Queremos conseguir reformas estructurales en el sistema educativo, pero tambi¨¦n la construcci¨®n de un pa¨ªs con mayores derechos y garant¨ªas por parte del Estado. La extinci¨®n del movimiento estudiantil no es una posibilidad.
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