La inflaci¨®n en 2011 y las perspectivas para 2012
Como apuntaban los modelos de predicci¨®n del IPC, la inflaci¨®n interanual (inflaci¨®n, a secas, en adelante) baj¨® en diciembre medio punto porcentual, hasta el 2,4%. Dos terceras partes de esta bajada se explican por la reducci¨®n de la inflaci¨®n de los productos energ¨¦ticos, y la otra tercera parte, por la del tabaco. En ambos casos estamos ante lo que los analistas llamamos un efecto escal¨®n: en diciembre de 2010 se produjeron aumentos mensuales notables de los precios de estos dos tipos de productos (2,8% los productos energ¨¦ticos y 8,3% el tabaco), que elevaron la inflaci¨®n de aquel mes y la de los 11 siguientes medio punto porcentual; en diciembre de 2011, al no reproducirse aquellas subidas (los precios de la energ¨ªa se han reducido un 0,3% y los del tabaco han permanecido estables), se ha eliminado la aportaci¨®n a la inflaci¨®n total de las mismas, con el resultado comentado. En todo caso, la inflaci¨®n de los productos energ¨¦ticos (10,3% en diciembre) sigue en niveles elevados. Sin ella, la inflaci¨®n total estar¨ªa un punto porcentual por debajo, es decir, en el 1,4%, tasa que es m¨¢s significativa de la verdadera inflaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. De hecho, el deflactor -o precios- del PIB, que recoge la inflaci¨®n de los bienes y servicios producidos en Espa?a, se situ¨® en los tres primeros trimestres del pasado a?o en torno a esta ¨²ltima cifra.
Sin una gran bajada de precios y salarios, el ajuste de la competitividad va a ser muy lento e insuficiente
Si no var¨ªan los precios del crudo, el IPC caer¨¢ al 1,8% en marzo y as¨ª seguir¨¢ hasta final de a?o
Tambi¨¦n el IPC armonizado se situ¨® en diciembre en el 2,4%, lo que supone un diferencial negativo con la zona euro de cuatro d¨¦cimas porcentuales. Aunque este no es el mejor ¨ªndice de competitividad-precios, s¨ª que indica que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ corrigiendo la desviaci¨®n de la inflaci¨®n con dicha zona que se produjo desde el inicio del euro hasta el comienzo de la crisis, lo que a la larga redundar¨¢ en una mejora de la competitividad y en un reforzamiento del motor de las exportaciones como fuerza de arrastre de la econom¨ªa espa?ola. Ahora bien, de no producirse algo muy improbable como ser¨ªa una bajada puntual importante de los precios y salarios, el proceso de ajuste de este desequilibrio va a ser muy lento e insuficiente, a la par que requiere que la demanda interna se mantenga deprimida. Es decir, sin una devaluaci¨®n, la capacidad de mejorar la competitividad y de estimular la exportaci¨®n a corto plazo es escasa y, adem¨¢s, requiere que la econom¨ªa se mantenga durante a?os en deflaci¨®n-recesi¨®n. De ah¨ª surge la propuesta de reducir de forma significativa las cotizaciones sociales que cargan sobre los costes de producci¨®n, como han hecho otros pa¨ªses de la zona euro.
Como se ve en el gr¨¢fico superior izquierdo, la inflaci¨®n acumulada a lo largo de 2011 ha sido superior (siete d¨¦cimas porcentuales) a la prevista a comienzos de a?o. Dicha desviaci¨®n se produjo en los primeros meses y se explica por el fuerte e inesperado aumento que registraron los precios del petr¨®leo, que pasaron de 69,5 euros por barril en diciembre de 2010 a 85,5 euros en abril de 2011 (posteriormente se estabilizaron ligeramente por debajo de esta cifra). Tambi¨¦n se produjo una desviaci¨®n en la inflaci¨®n subyacente (parte del aumento del precio de la energ¨ªa se traslad¨® al resto de bienes y servicios), pero de menor orden.
Las perspectivas para el a?o actual tambi¨¦n pueden estar influidas significativamente por la tendencia que tomen los precios de la energ¨ªa. De momento, estos se orientan al alza, influidos por los problemas en el golfo P¨¦rsico, lo que ha elevado en algunas d¨¦cimas las predicciones realizadas el mes anterior [gr¨¢fico inferior derecho]. En el escenario central, construido bajo los supuestos de que el precio del petr¨®leo y el tipo de cambio euro-d¨®lar se mantengan en los niveles de las dos ¨²ltimas semanas y no se lleven a cabo modificaciones en los impuestos indirectos, la inflaci¨®n se reducir¨ªa hasta el 1,8% en marzo, permaneciendo en torno a esa cifra hasta finales de a?o. La media anual tambi¨¦n ser¨ªa del 1,8%. Si los problemas del golfo P¨¦rsico desaparecen, lo m¨¢s probable es que el precio del petr¨®leo descienda, en cuyo caso estar¨ªamos en el escenario de inflaci¨®n bajo, lo que da una tasa media anual de unas cuatro d¨¦cimas menos que en el central. Y si sucede lo contrario, que el petr¨®leo siga moderadamente al alza, la inflaci¨®n media alcanzar¨ªa un 2,3%. Dentro de un a?o lo comprobaremos.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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