El arte del Betis saca el genio del Bar?a

Al Betis le incomodan las jornadas laborables, los partidos menores, y, por el contrario, agradece los encuentros exigentes, los retos may¨²sculos. Hay pocos m¨¢s solemnes que disputarle la victoria al Bar?a en el Camp Nou. Y al estadio azulgrana fueron los verdiblancos con tanta determinaci¨®n como gracia, m¨¢s valientes y art¨ªsticos que nunca, convencidos de que si hab¨ªa un d¨ªa para presumir de duende y embrujo era anoche en Barcelona. La suya fue una apuesta extraordinaria, por bella y atrevida, a veces m¨¢s pl¨¢stica incluso que la azulgrana. No ganaron por poco, porque se quedaron con diez despu¨¦s que el ¨¢rbitro no pitara un penalti a Iniesta, porque el Bar?a es un soberano equipo y porque no quiso Alexis, figura en v¨ªsperas de un cl¨¢sico de Copa al que los grandes llegan apurados por las exigencias de la Liga.

La apuesta de Mel fue extraordinaria, a veces m¨¢s pl¨¢stica incluso que la barcelonista

Ya no hay sorpresas en la pizarra. Juegan habitualmente los azulgrana con tres zagueros, el rombo en el medio campo, dos extremos bien abiertos y como punto final Messi. La novedad no est¨¢ en la ocupaci¨®n del campo, ancho y largo, sino en el nombre de los futbolistas. Ayer descansaron Alves y Piqu¨¦, y al central se le ech¨® de menos. El Betis tuvo el encuentro a su favor mucho rato, sobre todo nada m¨¢s comenzar, cuando sus tres medios y dos delanteros desfiguraron al Bar?a, y Vald¨¦s celebr¨® su 30 cumplea?os con dos grandes paradas: reban¨® con la izquierda un tiro diab¨®lico de Molina en un mano a mano y en la jugada siguiente le sac¨® el remate a Dorado en un c¨®rner mal defendido por Alexis. La doble ocasi¨®n forastera provoc¨® el arrebato del chileno: un fogonazo.

Alexis es un delantero explosivo, profundo, corre de forma revolucionada, se distingue por su agresividad con el bal¨®n. No tiene la t¨¦cnica ni la pausa de los volantes barcelonistas, manifiesta cuando el equipo toca en un metro cuadrado. A cambio, el chileno es ¨²nico cuando se trata de tirar desmarques, jugar al espacio y desbordar. Anoche habilit¨® con un pase interior a Cesc, cuyo tiro al palo fue embocado por Xavi, y despu¨¦s centr¨® duro y raso para la llegada de La Pulga. A los azulgrana les redimi¨® su calidad en la definici¨®n porque el f¨²tbol elaborado continu¨® en poder del Betis, excelente t¨¢cticamente y en la presi¨®n, muy atrevido, m¨¢s equipo en varios momentos que el Bar?a, empeque?ecido en su propia casa.

A los verdiblancos les perdi¨® su mala defensa de la banda derecha, solo tapada por Isidoro, necesitado de un interior. Atacaron bien los barcelonistas por su lado izquierdo y contaron el 2-0. A partir del gol de Messi, sin embargo, el Betis se corrigi¨®, bascul¨® mejor y pas¨® a disputarle el cuero y el partido al Barcelona de tal manera que silenci¨® al Camp Nou. Jugaba el Betis como acostumbra el Bar?a y Jorge Molina ejerc¨ªa de Messi. El delantero le ganaba con facilidad la espalda a Mascherano y el gol se mascaba en el marco de Vald¨¦s. Descolocado el central, el portero sali¨® a achicar a Molina, el ariete se dio media vuelta, cedi¨® hacia atr¨¢s para Salva Sevilla y el chut mordido del interior fue remachado por Rub¨¦n Castro. Falto de movimiento y de l¨ªnea de pase, el Bar?a no controlaba un partido a gusto del Betis.

A Mel le pareci¨® que pod¨ªa ser una noche hist¨®rica para el Betis, de manera que quit¨® a un volante para poner a un cuarto delantero como Roque Santa Cruz, la mayor afrenta que le han hecho en mucho tiempo al Barcelona. A Guardiola no le qued¨® m¨¢s remedio que retrasar a Alves, que hab¨ªa sustituido a Cuenca como extremo, y defender con cuatro zagueros. Ni as¨ª pudo administrar su ventaja porque Santa Cruz se estren¨® con un tiro imposible para el portero desde el balc¨®n del ¨¢rea. Los azulgrana dejaron de ir a remolque para arremangarse, tirar la l¨ªnea de juego en la divisoria, y plantear un partido a la brava, sin concesiones. Al Betis no le qued¨® m¨¢s remedio que recular, ceder campo y pelota, y defender con los dientes apretados ante Casto mientras rug¨ªa el Camp Nou, presa de una tremenda carga ambiental.

El encuentro se puso especialmente caliente. El guion era in¨¦dito en un estadio que no ven¨ªa un gol en contra desde abril. Hab¨ªa tanta fiebre en la grada como en la cancha, terreno complicado para el ¨¢rbitro, que se comi¨® un penalti a Iniesta - le penaliz¨® con una tarjeta- y expuls¨® a Mario, y el mejor escenario tambi¨¦n para un jugador de sangre caliente como Alexis. Xavi adivin¨® el desmarque del chileno, que recibi¨®, control¨® y arm¨® el remate. Al portero se le doblaron las manos y el Bar?a cant¨® victoria despu¨¦s de una brava reacci¨®n futbol¨ªstica y de car¨¢cter. A partir de la intensidad, fuerte de pies y cabeza, el Bar?a revolc¨® al Betis y coron¨® su actuaci¨®n con un segundo gol de Messi despu¨¦s de un penalti discutible. Tuvo muchas agallas el Bar?a, que no quiere darle m¨¢s ventaja al Madrid. La c¨®lera y su capacidad para rebelarse ante la adversidad, frente a un gran rival y un mal ¨¢rbitro en un partido de dificil gesti¨®n por la emotividad, le dignifican de forma especial.

Los grandes llegan a la ida de la Copa del pr¨®ximo mi¨¦rcoles justos de fuerzas y de juego por la r¨¦plica que sufren en la Liga. Al Madrid le cuesta sacar sus partidos adelante y el Barcelona se dej¨® dos puntos en Cornell¨¤ antes de sufrir con el Betis. Ambos, sin embargo, se baten con grandeza. All¨¢ donde no llega el f¨²tbol alcanza el car¨¢cter. Prohibido rendirse en la Liga, en la Copa y en la Champions. El duelo parece eterno y unos y otros lo afrontan como jabatos. El arte del Betis sac¨® el genio del Bar?a.